Capitulo 3

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Omnisciente.

Tiraba Fuertes las llaves sobre la mesa mientras sus lagrimas comenzaban a salir otra vez, el dolor de su corazón era demasiado fuerte, se sentía una mierda, sentía que no valía nada.

¡Como hubiera deseado poder tener dinero para poder estar con su hija!

Se sentía miserable, tomaba su cabeza entre sus manos recriminándose una vez más por el pasado. Si tan solo hubiera tenido el mínimo apoyo de sus padres ella hubiera podido tener por siempre a su hija, a su bebé, pero no tuvo que vérselas solas, amando a ciegas, luchando por alguien que simplemente a la primera dificultad la abandonó y le quito su vida porque Rachel era su vida.

Lauren con el tiempo, supo por Dinah, que Camila había estado con alguien mientras estaba con ella, esa misma persona con la que se fue, solo que Dinah no le contó que era Harrison el chico que había conocido hace unos meses. Lauren cuando supo que Camila le había hecho eso de inmediato se dio cuenta de que el "amor" que le juraba era falso, simplemente la chica nunca la quiso, o tal vez si la quiso pero no de la forma como le decía. Se fue con otra persona, le arrebató a su hija y dejo que alguien más le diera su apellido.

Pero Lauren tampoco era tonta, sabia que Alejandro Cabello le había dado todas las facilidades a sus hijas, consiguiendo los mejores abogados para ellas y así tener cosas a favor para la orden de alejamiento, simplemente la jodieron por saber que ella no tenía cómo defenderse.

Pero ahora no podría ser así, ella tenía dinero, ella no era una pendeja que no podía defenderse, ella iba a contar con el mejor abogado Louis Wilson, su mejor amigo más el equipo de abogados de la empresa.

Lauren solo sabia que iba a recuperar a su hija cueste lo que cueste. Aunque Camila la odiara, ella lo iba hacer.

*

Caminaba a paso firme por la empresa, ir informal era algo que amaba, a veces podía darse ese gusto cuando no tenía ninguna reunión importante y cuando tenía que ir a revisar el campo laboral con sus clientes, incluso los edificios que estaban diseñando, Lauren amaba su trabajo, era una de las cosas por las que se esforzaba cada día.

Saludo con una media sonrisa a su secretaria, no tenía mucho animo pero igual debía ser cortés porque el mundo no tiene las culpas de sus problemas personales. Entró a su oficina sentándose en la silla detrás del gran escritorio, prendió el computador bastante tranquila mientras jugaba con sus manos.

Las primeras horas de la mañana las pasó en esa oficina sin hacer mucho, más que nada viendo unos planos y mandando algunos correos, sencillo es el trabajo cuando estás arriba. El teléfono comenzó a sonar, no esperaba visitas ese día, al menos que Rick allá querido ir a verla lo que era una gran opción. Levantó el teléfono.

-Dígame.- dice suave tomando un trago de café.

-Señorita Jáuregui, está el señor Harrison con su esposa acá fuera.- Solo escuchar "esposa" le revolvía el estomago.

-No sabia que tenía cita con ellos.- dice sería. -Debe avisarme.-

-Le avise Lauren, le mande un mensaje de voz.-

-No lo vi.- suelta un respiro. -Hágalos pasar.-

-Está bien.- corta la llamada.

Pasa la mano por su cabello ordenándolo, una costumbre que siempre había tenido. Miro hacia la puerta cuando la sintió abrirse, dejando ver a un Harrison con Camila entrando, el chico venia con su típica sonrisa, mientras que la morena tenía una expresión incomoda, de nervios. Lauren lo sabía, la conocía bastante bien.

Skin (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora