Skin (Camren)

Capitulo 16

Omnisciente.

Afirmaba ambas manos en la pared, controlando su equilibrio, sentía que en cualquier momento se iba a caer y desmayar. Eran tantas emociones en un segundo que no podía canalizarlas, simplemente Rachel era su hija y tenía que salvarle la vida.

-¿Por que no me dijiste antes?.- las lágrimas caían por su rostro sin parar.

-No es algo que importe ahora Lauren.- habla Alejandro.

-¡Usted callase!.- lo apunta con el dedo. -¡Son todos una mierda acá!.- pierde su auto control. -¡Hace una semana que Rachel está acá y nadie me dijo nada!.- los mira, en especial a Camila. -¡Esperaron a que ella estuviera a punto de morir para llamarme!.- pasa la mano por su cara. -¡SON UNA MIERDA!.- grita.

-Lauren cálmate.- dice Sinu poniendo una mano en su hombro.-Solo necesitamos que puedas donarle un riñón a Rachel.-

-Claro que lo haré.- dice secando sus lágrimas. -Daría mi vida por ella.- toma un respiro. -Llamen al doctor y díganle que acá está la donante.- toma asiento para poder controlar su euforia, su dolor, su enojo, para controlar sus emociones.

Lauren escucha el revuelo de voces en la sala de espera, mientras tomaba su cabeza con amabas manos. Le habían mentido durante tanto tiempo que ya no sabia la verdad y la mentira, ya no sabia en que o quien creer. Tampoco sabía que iba a pasar después del transplante, si ella iba a vivir, si iba a poder salvar a su hija, si iba a poder estar cerca de su pequeña por fin o tendría que volver apartarse, o que se la quitaran. No sabía nada con certeza, solo sabía que todas las personas que estaban ahí en ese momento, ninguna valía la pena, nadie.

-Lauren Jáuregui...- el doctor le hablaba, el señor se veía bastante agotado, Lauren suponía que debía ser por el constante desgaste que tenía ese lugar de cuidados intensivos.

Se puso de pie acercándose donde estaban todos alrededor del doctor intentando saber algo más de la situación de Rachel. Lauren se paró enfrente del señor de unos 45 años, con su rostro decaído, bastante a decir verdad.

-Soy yo doctor.- dice apenas.

-Tendremos que hacerle un par de exámenes,  ver cómo está su organismo, hacerle algunas preguntas y sacar su riñón lo antes posible.- explica.

-No hay problema.- toma un respiro.

-Venga conmigo.- el doctor entra hacia el interior de la unidad con Lauren detrás, quien no le dirigió la palabra a nadie. No tenía porque hablarles, no lo merecían. -Espere aquí porque vendrá una enfermera.- entraban a una sala, Lauren tomo asiento sacándose su chaqueta al igual que su reloj.

El doctor salió de ahí dejándola sola. Lauren entendía que todo esto era por su hija, aunque le tuviera un miedo terrible a las operaciones, sabía que tenía que hacerlo por ella, para salvarle la vida. Era capaz de hacer todo por ella, de someterse a 30 operaciones si era necesario por su hija.

Una mujer de 29 años entró con una mesa donde traía las cosas, supuso que era para sacar sangre. Tomo un respiro hondo, debía ser valiente y fuerte.

-Lauren.- dice la mujer. -Apriete fuerte la mano.- pone un elástico en su brazo. Lauren le hace caso mientras la chica buscaba la vena.

Lauren sintió la aguja meterse en su brazo mientras la sangre se metía en unos tubos llenándolos completamente. Era asqueroso, pero nada le importaba más que salvar a su hija.

-¿Lauren usted consume algún tipo de drogas?.- la enfermera quitaba la aguja apretando con un algodón el lugar donde estaba está.

-No.-