Skin (Camren)

Epilogo (Alternativo)

~10 años después~

¿Como el tiempo puede pasar Tan rápido? Era la pregunta que Lauren Jáuregui se hacía cuando veía a su hermosa hija graduarse del colegio terminando la secundaria, Rachel tenía dieciocho años siendo una mujer hermosa como lo era su mamá Lauren, ambas habían creado una relación fuerte y real a pesar de que ambas fueron separadas perdiendo siete años de vida juntas, pero Rachel nunca le recriminó eso a Lauren porque a medida que creció entendió que su mamá había sido la gran víctima en toda la historia. Lauren jamás le contó lo que había sucedido, Rachel lo descubrió sola a los catorce años llevándose un gran impacto al saber todo lo que su abuelo había hecho y también su otra mamá, aunque quiso alejarse por siempre de Camila, Lauren no se lo permitió porque sabía el daño que le iban a hacer a Camila, tenía algo de respeto por la morena aún. Rachel perdonó a Camila por lo que hizo pero aún así todo eso provocó que su cercanía con Lauren fuera aún mayor, al igual que con John quien jamás dejó de lado a su hija, él fue la imagen paterna que tanto Rachel necesitaba y era excelente, el mejor aliado de Lauren.

A pesar de que Lauren quiso nunca más volver a ver a la morena lo tuvo que hacer en los cumpleaños de su hija y alguna que otra ocasión especial pero jamás cambió su postura, ella cumplió su promesa de hacer como que Camila no existía en su vida, no era nadie para ella. Incluso ese día tan importante en la vida de Rachel, Camila solo era alguien externo, alguien que veía desde lejos sin decir nada, sin siquiera sentir algo dentro de ella porque había logrado olvidarla, superarla siguiendo con su vida completamente.

-Rachel Harrison Jáuregui Cabello.- anunció el director, Rachel subió escuchando los aplausos fuertemente por parte de toda su familia mirando a su mamá Lauren sentada con una sonrisa amplia llena de orgullo, Rachel se sentía tan feliz por que ella había venido a su día tan especial. -Rachel ha sido aceptada en la Universidad de Columbia, en Nueva York, en la carrera de Arquitectura con excelencia académica.- dijo el hombro provocando aún más los aplausos en todos.

Cuando la ceremonia terminó, Rachel lo primero que hizo fue a abrazar a su mamá Lauren fuertemente quien la recibió tan feliz por los logros de su hija.

-Estoy Tan orgullosa de ti cariño.- susurró Lauren en su oído.

-Gracias mamá.- dijo la mujer. -Estoy tan feliz de poder ir vivir contigo, te prometo que seremos muy felices las dos.- Lauren sonrió ampliamente besando su frente.

-Eso si, no debes pelear con tus hermanos, se que pueden ser insoportables a veces.- Lauren miro a sus otros dos hijos mellizos de siete años sentado a su lado, ganándose un golpe suave de su esposa.

-Los amo.- confiesa Rachel. -¿No cierto enanos?.- Ellos de inmediato la abrazaron fuertemente, Lauren sonrió ampliamente.

-Rachel.- Camila hacia acto de presencia, Rachel la miro con una sonrisa. -Felicidades hija.- le dijo sincera.

-Gracias mamá.- Rachel le dio un abrazo corto para separarse otra vez. -¿Iremos a cenar?.- le pregunto a Lauren.

-Eso acordamos con Harrison y Camila.- comenta Lauren tomando firmemente la mano de su esposa.

-¿Donde está papá?.- pregunta confundida.

Y como si fuera un anuncio Harrison apareció con una ramo de flores gigantes de la mano de Jennifer el amor de su vida abrazando fuertemente a su hija, diciéndole lo orgulloso que estaba de ella. Camila aparte observaba todo viendo cómo John había sido feliz y también como Lauren lo era ahora con su familia, junto a sus dos hermosos hijo, y su esposa Megan de la mano quien era una modelo que conoció en Nueva York encontrando el amor verdadero en esa mujer sintiendo su felicidad completa para nunca más volver donde Camila, apenas hablaban. En cambio Camila, se había quedado sola, no tuvo fuerzas para buscar a alguien más y suponía que era la lección de su vida más ahora que Rachel se iría a vivir a Nueva York con Lauren que era lo correcto, pero la soledad se había apoderado por completo de su vida.

-Quiero hacer un brindis.- Rachel se puso de pie en mitad de la cena. -Por mis mamás, por mi papá y también por mi.- anuncia y todos la miraban atentamente. -Nada mas agradecerles por enseñarme a creer a mi misma, por darme las herramientas para poder cumplir mis sueños y también por amarme, por acompañarme hoy, se que la historia de su vida no ha sido fácil, que hubo mucho dolor y sufrimiento pero el saber que siguen siendo cordiales solo por mi, para hacerme feliz me hace saber que el amor de una madre o un padre a su hijo puede ser más fuerte que cualquier cosa.- mira directamente a Lauren. -Gracias mamá por luchar por mi, y no rendirte nunca, la vida te ha dado la oportunidad de ser feliz ahora junto a una mujer que sé que te ama mucho como lo es Megan, eres mi ejemplo a seguir y es una de las razones por la que amo tanto la arquitectura, te admiro mamá y siempre estarás conmigo porque llevo incluso un riñón tuyo en mi interior, me salvaste la vida y eso jamás lo olvidaré... sé que perdiste años de mi vida pero te prometo que tendremos muchos años más juntas, te amo mucho y gracias por todo.- Lauren la miro con lágrimas en sus ojos.

-Gracias a ti Rachel.- chocaron sus copas de coca cola para beberlas juntas riendo.

Lauren volvió a tomar asiento besando los labios de Megan cortamente sin soltar sus manos para luego darle la atención a los mellizos a su lado hablando todo el rato con Harrison y Rachel también, Camila era externa a todos porque sabía que la vida la había castigado plenamente.

Ella se había quedado sola, con una hija que a pesar de todo le guardaba algo de rencor y que prefirió irse con Lauren a Nueva York, viniéndola a ver solo en las vacaciones un par de semanas, se sostenía en sus padres, en sus amigos y su hermana, porque el karma existía, mientras que vio como Lauren hacia su vida lejos de ella junto a alguien más. No sabía si para Lauren, Megan era el amor de su vida pero jamás había vuelto a ver la tristeza en los ojos de esa mujer, siempre que la vio en las ocasiones especiales como cuando Rachel se casó con un hombre bueno a su lado, noto la felicidad completamente mientras que ella envejecía en la soledad.

Camila murió a los sesenta años cuando la soledad la mató, había cumplido su propósito en la tierra, y muchos lloraron su mente, su hija lo hizo, sus nietos también e incluso Lauren lloró por ella pero su vida no marcó nada bueno, quizás lo mejor que hizo fue dejar ir a Lauren, para que fuera feliz.

A la edad de ochenta años, Lauren caminaba por la playa con su hija de la mano de sesenta años, Lauren era abuelita pero una sonrisa había en su rostro porque su mayor propósito fue siempre haber estado con su hija, ahí estaba junto a ella, caminando de la mano por la playa escuchando las olas del mar.

-¿Puedo hacerte una pregunta mamá?.- pregunto Rachel y Lauren asintió.

-La que desees.- seguían caminando a pasos lentos.

-¿Sigues odiando a Camila?.- pregunto con cuidado y Lauren negó de inmediato.

-Lejos de odiarla hija, yo ame mucho a tu madre como no tienes idea... supongo que siempre le tendré un cariño especial, no la odio no cuando me dio la posibilidad de tenerte en mi vida.- dijo con honestidad. -Pude haber terminado con ella, pero no era Justo para mi, ni para ella tampoco.- le cuenta.

-¿Crees que ella te amaba?.- pregunto Rachel.

-No lo sé, pero con lo que hizo demostró que no era así, solo se que donde quiera que esté espero que esté descansando, pero si de algo estoy segura es que ella si te amaba mucho a ti que es lo que importa realmente.- la miro a los ojos.

-Eso es cierto.- suspiro.

-Quizás en otra vida la cosas puedan ser diferentes con tu madre, pero realmente lo que aquí importa es el amor que una mamá puede tener por sus hijos, como yo lo tuve por ti cariño.- Rachel asintió. -Te amo mucho hija.- termina de decir para darse un fuerte abrazo.

Ambas continuaron caminando por la playa, terminando la historia de como una mujer puede luchar por sus hijos a tal manera de hacer todo por ellos.

Eso era lo que importaba.

Fin.