Capítulo 3.

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Tres días después...

-Estoy nerviosa chicas -digo dando un mordisco a mi hamburguesa -Hoy llega mi tío y no sé nada de él.

-Tranquila, seguro que le caes bien.

-No sé Eli...¿ Y si resulta ser al revés y no le caigo bien?, ¿O y si me pongo tan nerviosa que me caigo y hago el ridículo? ¿O y s...?

-O nada. -me interrumpe Verónica- Va a salir todo bien. Y mira el lado positivo, si tiene hijos nos los puedes presentar -dice con una sonrisa pervertida.

- ¡Me pido al que esté bueno!

-¡Qué! ¡No es justo! ¡Yo lo dije primero!

- Chicas -digo intentando sonar tranquila- nos está mirando todo el McDonald's.

-Normal, quién no va a mirar a estos pivones. 

Reímos ante su comentario.

-Chicas, tengo que contaros algo. -Eli y yo miramos a Vero, quién de repente está más nerviosa-  Veréis. Hay un chico... que me gusta.

-¿Y tanto misterio para eso? -digo riendo

-Sí, pero es que ese no es el problema. Es que es Santi, el chico inalcanzable y mejor amigo de O'Brien.

-Eh... Wow... Es que, ¿no crees que mereces a alguien mejor? -Dice Elisa ya que yo no conseguía hablar.

-El corazón es el que elige, no el cerebro. -digo en respuesta hacia Elisa- Vero, si de verdad te gusta, inténtalo. Y si llegáis al algo y no funciona, es que  no te merece porque no es el adecuado para ti.

-Gracias -dice abrazándome- pero haber si empleas tus consejos en ti también -me aconseja de forma dulce al oído.

[...]

-Summer, estás temblando. -dice Eli- ¿No crees que exageras un poco?

-Chicas, estoy nerviosa. No es mi culpa -digo soltando mi risita típica de cuando estoy nerviosa.

-Bueno, pues cuando quieras abre que llevamos aquí esperando casi 10 minutos.

Justo voy a responderle a Verónica cuando Eli aprovecha y toca el timbre..

-Lo siento Sum, pero me estoy muriendo de calor. Además, cuanto antes lo conozcas antes pasarán tus nerv...

Eli se queda callada y las dos miran hacia la puerta como si hubieran visto un fantasma. No puedo evitar reír ante sus expresiones, pero cuando me giro, mi rostro se torna a uno serio y enfadado. No puede ser. Además, él es muy joven para ser mi tío.

Río internamente al ver lo que acabo de decir.

Entro sin decir nada, empujándolo suavemente al chocar hombro con hombro. Mis amigas suben a mi cuarto a esperar a que mi madre me presente. Mientras tanto, yo estoy sentada en el sofá, de brazos cruzados y con cara de pocos amigos al ver lo que me espera.

-Hola cariño, este es Erick, tu tío- dice señalando a un hombre bastante apuesto, de unos 30 y pico años, casi 40. Es moreno, de ojos marrones y piel blanca. Un poco más alto que mi madre, y a decir verdad, sin ningún rasgo facial parecido a los de ella.- y este es Dylan, su hijo, que al parecer va al mismo instituto que tú.

Me acerco a mi tío, Erick, y lo recibo con buen gusto. Me dirijo hacia las escaleras para contarles todo esto a mis amigas y aclarar un poco las ideas, porque sinceramente estoy en shock. Dylan simplemente me sigue con la mirada. Él, al igual que yo, no ha dicho nada desde que llegué.

-Cariño, -me llama mi madre justo antes de subir el primer escalón- ¿no saludas a tu primo?

-No, gracias, no hace falta. -digo mirándolo seriamente.- ya hice bastante hoy, ¿no? -digo de la misma manera en la que él me lo había dicho la primera vez que nos vimos.

Las pesadillas se convierten en sueños [Dylan O'Brien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora