Las pesadillas se convierten en sueños [Dylan O'Brien]

Capítulo 4.

Subo el último escalón y escucho un susurro por parte de Erick pero no consigo distinguir bien las palabras.

-¡Cuéntanos! -dicen mis amigas a la vez al cerrar la puerta de mi habitación.

Me dirijo lentamente hacia mi cama, analizando la situación, y cuando consigo darme cuenta de todo lo que acababa de pasar, me tiro sobre ella y doy un grito con un cojín sobre mi cama.

-Vale...Creo que no ha ido muy bien -dice Vero algo confusa.

-Nah, que va. ¿No la ves? Si lo está llevando super bien. -dice Eli con su característico sarcasmo.

-A  ver...-comienzo a hablar- Resulta que el tío del que no sabia sobre su existencia es el padre de O'Brien, y por lo tanto, O'Brien es mi primo. -Hago una pausa y doy un suspiro- Y ahora tengo que convivir con ellos hasta a saber cuando.

-Bueno, por lo menos puedes aprovechar el vivir con Dylan -dice Vero de forma pervertida.

-Te recuerdo que es mi primo.

-Ay que aburrida eres hija. -me contesta riendo.

-¿Y que vas a hacer? -pregunta Eli esta vez.

-Dado que no puedo irme a otro país con una identidad secreta... Pues tendré que soportar su mal y egocéntrico carácter.

Mientras, en el salón...

-Creo que ya se han visto antes. -susurra mi padre.

-Dylan, -me llama mi "nueva" tía- ¿te importaría subir a la habitación de Summer y llevarles la bandeja que hay en la mesa de la cocina? -pregunta con esa voz tan parecida a la de Summer.

-Claro, no hay problema.

Mentira, si que lo hay. Hice una apuesta con Santi, ¿y resulta que me tengo que acostar con mi prima? Esto es injusto. ¡Es mi prima! Además, a mi no me van las gafotas lectoras.

Voy subiendo las escaleras y a medida que lo hago voy oyendo voces. Supongo que son Summer y sus amigas.

-¡La segunda puerta a la derecha! -grita Jessica.

-¡Gracias!

Estoy a punto de entrar pero decido escuchar lo que dicen ya que oí a Summer nombrarme.

-Te recuerdo que es mi primo. -Se oye decir a Summer.

-Ay que aburrida eres hija. -dice... Verónica, creo que se llama.

¿Por qué habrán dicho eso?

-¿Y que vas a hacer? -pregunta... Elisa, creo.

-Dado que no puedo irme a otro país con una identidad secreta... -río ante su comentario-

¿De verdad? Por eso te ríes. El amor te hace parecer idiota.

Shh... Calla que no oigo. Además, no me gusta, al fin y al cabo siendo siendo mi prima.

Ya ya...

-...Pues tendré que aguantar su egocéntrico y mal carácter.

En realidad, si que la traté mal. O por lo menos peor que como trato a los demás. Pero tenía mis motivos: me habían dado un aviso de que si me volvían a mandar para dirección me expulsarían del centro definitivamente.

Decido entrar en su habitación sin antes tocar. Ya saben, para fastidiar un poco. Su habitación era bastante grande. Las paredes eran de color celeste claro, con fotos de ella con mas gente por todas partes. Me fije en un pequeño detalle de su escritorio: había una foto boca abajo. 

-¿¡Es que no sabes tocar o qué!? - oi esa voz femenina que me interrumpía de mis pensamientos.

-Baja esos humos Sum. -digo riendo.

-No me llames Sum. Para ti soy y seré Summer. Y me da igual que seas mi primo, mi tío o mi abuelo.

-Uhm... De acuerdo, gafitas -digo resaltando la ultima palabra. Ella me mira y suspira pesadamente- Solo venía aquí porque tu madre me lo encargó. Anda, tomen -digo mientras les daba, o mas bien tiraba la bandeja sobre su cama- y pónganse gordas. ¡Adiós, gafitas! -digo cerrando la puerta.

Ya, en el cuarto...

-No... no tengo hambre.

-Sum... no empieces de nuevo por favor. Tienes que comer. Aunque sea una galleta -me suplica Vero.

-De acuerdo. Pero solo lo hago por ti...

-Ajá...Si, vale...¿Pero por qué? -Eli se encuentra hablando por teléfono con su madre, Lidia- Ya lo sé mamá... Que si... Vale, adiós. -cuelga y me quita el cojín que había usado yo antes para gritar. Ella imita mi gesto.

-¿Y ahora que pasó? -pregunto riendo.

-Me tengo que ir. -Dice ya mas tranquila.

-¡No! ¡No quiero! -digo con voz de niña pequeña.

-Ni yo, -dice riendo- pero mi madre dice que tengo que estudiar y recoger mi habitación y bla bla bla. Ya saben, cosas de madres.

-Pero si solo son las 15:30. -dice Vero- Además, es Viernes.

-Pero ya saben como es ella. - levanta los hombros y hace una mueca un tanto extraña por lo que suelto una pequeña carcajada.

[...]

Bajo al salón a despedir a Eli y cuando cierro la puerta noto unas manos que me abrazan por detrás...