Los rayos del sol que traspasaban el cristal de las puertas hicieron que me despertara. Sin abrir los ojos, sonreí al pensar en lo bien que había dormido junto a Dylan.
Me estiré un poco y estiré mi mano para alcanzarlo.
-¿Dylan? -abrí los ojos al no sentirlo.
Di un suspiro.
Tal vez se había ido para que Raúl no nos viera.
Me tiré de nuevo en la cama, boca arriba, y separé los brazos y piernas, en forma de estrella.
Todavía tenía la conversación de ayer en la cabeza y no pude evitar pensar en lo bien que me sentaría poder decir que ese estupendo chico era mi novio.
Pero claro, cada cosa a su momento. Prefiero que vayamos lento y que sea duradero a ir rápido y que sea pasajero.
Di un suspiro.
-¿Cuándo se supone que me lo vas a pedir? -solté en un susurró.
-¿Quién te tiene que pedir el qué?
Dylan se paró frente a mí, con una bandeja repleta de comida.
-¿De qué hablas? -intenté sonar convincente, aunque creo que el sonrojo en mis mejillas me delató.
Él dejó la bandeja en la mesita que había al lado de la cama y se sentó a los pies de esta.
-¿No estabas hablando sola? -inquirió con una ceja alzada.
-Puede. -dije en voz aguda.
-¿Puedo saber qué significa lo que dijiste? -sonrió con malicia.
-¿Qué dije?
-¿Cuándo se supone que me lo vas a pedir? -dijo imitando mi voz.
-Pensé que ya no te acordabas. -entrecerré los ojos.
-¿Y bien?
-No es nada. Cosas mías. -me encogí de hombros.- ¿Me pasas las gafas? -intenté cambiar de tema.
Dylan estiró su brazo y me las alcanzó. Luego puso la bandeja entre nosotros.
-Hice crepes, zumo de naranja y le añadí un plátano. Me he dado cuenta que siempre desayunas uno.
-Wow... Pero, ¿lo hiciste tú solo?
-Santi me ayudó. -se rascó la nuca.
Mi mirada se quedó perdida en su rostro. ¿Realmente se preocupó por mí e hizo el desayuno solo para mí?
-¿Cómo sabías que siempre desayuno un plátano? -me di una bofetada mental por no agradecerle todo el esfuerzo.
-Yo, supongo que he visto que siempre lo haces. -me miró fijamente, sin pestañear.- ¿No te gusta? Pensé que como también tiene chocolate...
-No, no. O sea, sí me gusta. -me apresuré a levantarme.- Es un detalle muy bonito. Me encantan los crepes, el chocolate y el plátano. -dije mientras me ponía sobre él y envolvía su cuello con mis brazos, como de costumbre. Entonces soltó una pequeña carcajada y me di cuenta de lo que había dicho.- ¡No seas mal pensado! -fingí estar enfadada.
-No lo soy. Contigo es imposible. -acarició mi mejilla.
-¿Por qué?
-Quiero decir que nunca dices frases con doble sentido, o... -hizo un pausa y yo fruncí el ceño.- Creo que yo soy el pervertido de esta relación extraña.
-Bueno... Tienes razón. Siempre soy la niña inocente. -rodé los ojos y bajé mis brazos.
-Hey, -agarró suavemente mis muñecas.- no te pongas así. No me refería a eso.
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Las pesadillas se convierten en sueños [Dylan O'Brien]
FanfictionSummer sufre un cambio en su vida y la convivencia en su hogar se ve afectada por dos familiares prácticamente desconocidos para ella. Al principio no le agrada la idea, pero durante el transcurso de la historia, la chica empieza a sentir cosas dife...