Capítulo 19

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-¡Dylan! -lo llamó Raúl- ¿Sabes dónde está Summer...? ¿Qué pasó? -preguntó preocupado al verme así después de abrir la puerta.- ¿Estás bien Sum?

Yo me quedé callada por un momento, sin apartarme de O'Brien, cuando solté lo primero que se me ocurrió.

-Se me acabó la Nutella. -me separé de él y me limpié ls lágrimas de los ojos para ver mejor.

-Ah... Entonces es por la Nutella... -dijo no muy convencido. Yo asentí.- Bueno pues vale. -se encogió de hombros y sonrió- ¿Podemos hablar, a solas? -preguntó mirando hacia Dylan.

-Sí, tranquilo, ya me voy de mi habitación. -se quejó Dylan, haciendo énfasis en "mi". Antes de salir de la habitación, me dio una última mirada y yo le indiqué que estaba todo bien mediante una sonrisa.

-¿Qué pasa? -dije curiosa.

-¿Sigues molesta por lo de ayer? -me preguntó haciendo cara de cachorrito.

-Creo que si me pones esos ojitos te perdono. -hablé con un tono burlón.

-¿En serio? -me preguntó alegre.

-Ayer hablé con Dylan y ya aclaramos todo. ¡AH! -chillé al recordar.- Ya me dijo lo del collar. -fui bajando un poco el tono de mi voz al pensar en por qué no me lo quería decir.- Perdón por ser tan insistente en que me lo dijeras.

-Tranquila loca. No tienes la culpa de que seas tan entrometida.

-¡Oye! -me quejé y me crucé de brazos.

-Son bromas. -dijo riendo.- Y por cierto... ¿Te puedo hacer otra pregunta?

-Claro.

-¿También escuchaste ayer de madrugada cómo la puerta se cerraba?

Palidecí por un instante al pensar que a lo mejor nos había oído, pero entonces no tendría sentido que me preguntara.

-Emm, no... ¿por qué? -dije nerviosa.

-Ah... no, nada. Serían imaginaciones mías.

[...]

-Te noto... rara. -frunció el ceño.

-Estoy bien Verónica. -dije cansada, después de que me lo haya dicho ya más de tres veces a lo largo de la mañana.

Llamé a mis amigas después de desayunar con la intención de contarles lo de Dylan, pero tengo miedo de que reaccionen mal. Por eso llevo toda la mañana rara y metida en mis pensamientos. 

A Elisa le surgió un problema con la madre y tuvo que irse rápido, por lo que Verónica está todavía más insistente.

Ahora estaba con Verónica en el sofá, solas en casa. Cada una estaba con su móvil y de repente me llega un mensaje.

Verónica

-Estás más rara de lo normal... ¿NO TENDRÁS NOVIO VERDAD?

Levanté la vista y la miré mal.

-Por intentarlo. -se encogió de hombros.

-Tal vez.

-¿Tal vez qué? Oh, ya entendí.  -dijo moviendo su cabeza de arriba a bajo.- ESPERA ¿QUÉ? -dejó su móvil a un lado y tiró él mío al otro lado del sofá.- Cuéntamelo todo. ¿Cómo pasó y cuándo pasó? ¡Pero por qué no me habías dicho nada! -se rió feliz.

-Tranquila Sherlock. -reí.- No es que tenga novio, pero sí sé que tenemos algo. 

-Bueno, pues cuéntame todo con detalles específicos. O bueno, no tan específicos. En realidad, sí que quiero todo tipo de detalles. -hizo una cara de asombro.- ESPERA, ¿sigues siendo virgen no? 

Las pesadillas se convierten en sueños [Dylan O'Brien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora