Mala Jane

Él será la única persona que podrá manipularla

Siento que me desvanezco, estoy a merced de este hombre <No lo hagas> me amenaza mi psicópata interna. Comienza a llover fuertemente, las luces se atenúan y la gente desaparece. Cameron me mira con los ojos ampliados y está temblando; no más que yo. Abro mi boca para dejar salir las palabras que he tratado de ocultar <¡¡No!!> Sí...sí...¡Sí! <Ni lo intentes, Jane. No, él no> Él sí, él es...mi vida, me está dejando ir y soy yo quien no puede dejarlo ir <Eres una débil> ¿Cómo puedo serlo si a su lado siento el poder completo del mundo? Lo necesito, más que a nada. A la mierda mi orgullo. Cameron se arrodilla frente a mí y su pelo se deshace con la lluvia y alza mi mirada con su pulgar.
-Tú...eres...una...maldita mujer. La maldita mujer que amo- me presiona contra su pecho en sus brazos y mis ojos sueltan en lágrimas. Siento calor de su cuerpo con el frío de la lluvia.
-Suéltame- lo aparto y lo miro- Te odio- me inclino a sus labios y se los devoro, están fríos y húmedos, los caliento con mi boca y él presiona mi cabeza contra la suya.
..........En el apartamento........
Cameron abre la puerta y está oscuro, nuestros labios siguen unidos en un beso apasionado, nos devoramos el uno al otro, es lo más desenfrenado que hemos tenido. Cameron me deshace la ropa mojada y él mismo se quita la suya. Estamos prendidos, es la vez que más he sentido el deseo de comerlo vivo. Estoy molesta, muy molesta ¿Como pudo hacerme hacer eso? No me arrepiento, lo volvería hacer aquí mismo si me pidiera que me vaya ¡Estoy enojada conmigo misma! Quiero desquitarme con su cuerpo el enojo que siento conmigo misma. Miro los hombros de Cameron mientras él besa y mordisquea mi cuello, acaricio su clavícula con las yemas de mis dedos y siento electricidad desde mis dedos hasta mi ingle, este hombre tiene magia, electricidad, poder, control, locura, todo sobre mí y me gusta. Es tan hermoso, tan perfecto y es mío, debe ser sólo mío, siempre.
-Cameron yo...-susurro despegándome de sus labios. No traemos ni una sola porción de tela sobre nosotros.
-Shhh- me calla y me empuja con su cuerpo a la cama, se lanza sobre mí y me besa profundamente, se entierra entre mis piernas y me las acaricia con sus manos- Eres hermosa, mi Jane. Eres perfecta para mí. Estoy enviciado de tu cuerpo y te has enterrado hasta el fondo en mis entrañas.
-Pero me ibas a dejar ir- susurro sin aliento.
-¿De qué estás hablando?- frunce el ceño y hace un gesto- Eso es tan absurdo.
-No me detuviste.
-Porque estaba enojado, y no quería decir algo que pudiera lastimarte, así que preferí dejarte ir a casa para que nos calmaramos los dos mientras yo me venía al apartamento para calmarme. Yo dejarte, Jane..de todas tus ideas locas esta fue la más absurda. Sin tí mis días son oscuros mi luna fría y hermosa.
-Cameron Lí...te lo diré- suspiro <No lo hagas ¡¡Que no, maldita idiota!!> Cierro mis ojos y los abro de nuevo para encontrarme con sus cristalinos ojos - Te amo- susurro y un peso se quita de mi pecho y al igual que mi psicópata interna en mi médula Cameron abre los ojos al igual que su boca, entrecierra sus ojos forzadamente y estos se llenan de lágrimas, parezco una estúpida y me siento como una cuando empiezo a llorar como tonta- Eres mi sol que ilumina mi vida oscura. Eres el que me da calor a mi corazón frío. Cameron, eres mi vida. Eres el hombre con el que quiero estar siempre, ninguno ha llegado como tú y ahora te necesito conmigo...siempre. Mando el orgullo a la mierda, quiero que seamos uno, Lí. Bajemos el muro del orgullo. Te entrego toda la mierda que es mi vida, tómala, pero hay una vida que me interesa más que la mía o la tuya...la nuestra; juntos- Cameron me abraza con fuerza y escucho como solloza en mi hombro, lo aferro a mí y me siento más débil que nunca, pero protegida, por él y es tan satisfactorio. Se aparta de mí y me mira, una de sus lágrimas cae en mi mejilla.
-Ups- sonríe y me limpia la mejilla- Está lloviendo.
-Llueve en mí, Cameron. Ámame...porque yo te amo- sostengo su cabeza y alzo la cabeza para seguirlo besando. Rodamos en la cama y estoy sobre él, acaricia mi espalda hasta mi cadera, mi trasero y toma una de mis piernas separándola y subiéndome sobre una de las suyas. Me besa el cuello mientras acaricia con su palma mi zona íntima, me siento sensible y gimo. Chupa mis hombros hasta mis antebrazos, me suelta y baja hasta mis pechos y los besa apasionadamente mordisqueándolos, se resbala en el colchón para besar mi abdomen y llega a mi zona íntima donde introduce su lengua y me vuelve suya con su boca y yo jadeo y gimo con fuerza, expreso cosas sin sentidos mientras me apoyo en mis codos en el colchón. La cabeza de Cameron está entre mis piernas, pasa su lengua por toda la zona, lo hace lento y suavemente dando una ligera presión, esto me causa escalofríos y provoca un placer increíble. Chupa con toda su boca, abre su boca generando presión en la zona y cierra su boca hasta liberar el aire abarcado, mi espalda se pone erguida al sentir sensaciones tan intensas. Trato de apartarme pero Cameron me sostiene el trasero contra su rostro con fuerza- Cameron...basta...
-No. Quiero que me sientas, quiero ser el dueño de tu placer- Saca la lengua y juega con ella en mi clítoris y yo me vuelvo loca. Lo hace cada vez más rápido hasta que no soporto más, empuño mis ojos y llego al clímax. Al final pasa toda su lengua extendida lo que me causa un último espasmo. Me da la vuelta y entra en mí inmediatamente, yo sigo convulsionando por la sensibilidad en mí. Me toma de la frente y me mira a los ojos mientras entra y sale en mí, nuestras respiraciones están agitadas y sus labios están hinchados. Me lanzo sobre ellos y los mordisqueo mientras profundiza en mí y yo suelto quejidos- Quiero que gimas más fuerte.
-Tendrás que darme más fuerte- bromeo y esboza una sonrisa. Mete su labio inferior en su boca y lo muerde, sale de mí y entra con mucha fuerza repentinamente, yo doy un gemido fuerte, casi un grito, él alza un ceja y sonríe con suficiencia.
-¿Es todo lo que tienes?- lo reto, él frunce los labios y lo hace de nuevo pero esta vez no se detiene. Yo me suelto en gemidos ahogados y desgarradores. Nos venimos a la misma vez.
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Voy en el auto con Cameron hacia casa, son las dos de la mañana, llevo puesta una de sus chaquetas, huele a él y me calienta aunque no tanto como él. Estoy acurrucada en el asiento del copiloto y Cameron conduce serio por la carretera mojada. Me mira y frota mi rodilla a travez de la enorme chaqueta.
-Mi mala Jane- murmura para sí mismo.
-Mi ametralladora Lí-Sellers- río y él se sonroja.
-Tu hermano es...-ríe hacia abajo negando con la cabeza.
-Cameron...-suspiro <¿Qué mierdas le dirás ahora?> - ¿Quieres casarte conmigo?- Cameron da un frenazo, sale de la carretera y me mira asustado, esto me causa mucha gracia.
-¿Cómo?- dice asombrado.
-Al estilo Jane.
-No entiendo.
-Sólo dí que sí, no hay pensión ni unión ancestral. Confía en mí. No habrán abogado ni velo.
-¿Algo...simbólico?- parpadea y asiento, Cameron relaja sus músculos, vuelve a la carretera.
Llegamos a casa y todos están dormidos. Me recuesto en su pecho en su habitación, me besa y nos dormidos, quiero más faje pero sé que está cansado y lo dejo dormir.
-----Al día siguiente------
Estoy en clases de Sociología con Jc. He regresado a Mánchester. Sam y Kian ya están de regreso. Danielle ni me habla y Edward y yo nos hemos distanciado, ellos tampoco los he visto hablar, lo más seguro es que Ed ya le haya confirmado lo de hace días. Jc habla mierdas sobre el comportamiento de las bolsas actuales. Alzo mi mano.
-No, Jane, no puedes ver el comportamiento de mi purro.
-No. No es eso.
-¿Entonces?
-¿Cuánto le paga el director?
-Tu amante- tose Berlín. Todos hacen una burla con un ''Ouhh'' Yo doy un golpe con mis palmas en la mesa y me levanto, me volteo y la miro.
-¡Mi amante! ¡Sí! Mi amante es el director Cameron Lí-Sellers. Lo hace tan bien...por eso es que regresé y aquí frente a todos ustedes puedo jurarles que este es el último día de clases de Berlín en Mánchester- sonrío.
-No seas estúpida, Cameron no se pondría en mi contra- ruedo sus ojos.
-¡Ya está! Jane, siéntate- ordena Jc.
-Usted cállese o lo acuso con mi madre.
-¡Ese no es tema para hablarlo aquí!
-¡Jane! ¡Basta!- grita nervioso.
-¿Le da miedo que la clase se dé cuenta que anda con una mujer ca-sa-da?- todos jadean.
-¡A la oficina...
-¿Del director?- alzo mi ceja y sonrío.
-Exactamente- abre la puerta y Berlín sale, yo la sigo y escucho a Edward murmurando con Sam.
-Berlín es la consentida de Lí-Sellers, ni Jane puede con eso- dice Sam.
-Te apuesto las llaves de mi coche a que Berlín no regresa- contesta Edward.
Salgo y Jc viene detrás de nosotras. Entramos a la oficina y ahí está la idiota de la otra vez, ni siquiera recuerdo su nombre.
-Buenos días- se levanta- Pasa Jane, Berlín debes esperar- dice seria. Yo río y Berlín rueda sus ojos.
-Venimos las dos juntas- digo y las palabras me provocan asco. Abro la puerta y Cameron alza la mirada, tapa su cara con sus manos y suspira.
-¿Qué pasó?
-Tu sobrinita ya dio la noticia de nosotros- me siento en sus piernas y lo beso descaradamente. Berlín se mantiene con los brazos cruzados- Frente a toda la clase de Jc.
-Berlín...- murmura- ¿Por qué hiciste eso?
-¡Qué! ¿Vas a defenderla? ¡Es una zorra!
Cameron se levanta bruscamente y me aparta, camina hacia ella y la agarra de la mandíbula.
-Quiero que esta sea la última vez que le digas así a Jane o te mando a casa por una semana- la amenaza con el dedo índice. Whojo! A echarle leña al fuego. Sonrío detrás y le muestro mis dos dedos del medio y los meneo mientras muerdo mi labio inferior. Ella se sulfura.
-¡Mirala! ¡Es lo que es! ¡¡Una maldita zorra con la que te acuestas!! ¡Se regala! ¡Se acostó con Sam!- grita entre dientes y el alma se ve une al círculo del trasero ¡Mierda! ¿Cómo sabe eso?
-¡¡Berlín Sellers!! ¡Es demasiado! Estás castigada y si quieres seguir en Mánchester debes disculparte con Jane- la toma del brazo y la arrastra frente a mí.
-¡No lo haré! -se niega.
-Entonces llamo a tus padres y te llevan a la universidad del convento. Ya sabes, Oriana te dijo que si volvías a hacer algo te ibas a la universidad de las monjas. Elige; te disculpas con Jane o te vas de aquí- la amenaza y yo hago un baile interno de los segundos que dura el silencio.
-¡Es lo que ella quiere! ¡Que me vaya! ¡Me juro que me iría!- dice sulfurada.
-No te dí la opción de opinar. Discúlpate o llamo a Oriana- Berlín da una pataleta y se acerca a mí, piensa darme una disculpa mediocre y perderé mi respeto y Edward la apuesta.
-Espera. Espera- saco mi teléfono y pongo a grabar- Ahora sí- sonrío.
-¡¡Maldita!!- se lanza sobre mí y me agarra del pelo.
-¡Jane, no la mates!- grita Cameron, muy tarde. Ya estoy en el suelo haciéndole la guillotina. La suelto luego de unos minutos y me levanto, ella se levanta despeinada.
-¡Eres una bestia!- grita y Cameron la detiene antes que se lance sobre mí de nuevo, cosa que lo dudo si aprecia su vida.
-Oye, Cameron. Lo que me dijiste anoche en la cama- me burlo. Cameron se sonrroja y Berlín hace una rabieta.
-¡Ya basta, Berlín! ¡Ve donde Sasha, llamaré a Oriana!- abre la puerta y la saca. Yo personalizo el baile y muevo mis caderas en un bailesito improvisado. Cameron cierra la puerta y se voltea con cara de fastidio, yo lo miro confundida- A mi también ya me tenía harto- ríe y se sienta, me hace una seña en sus piernas para que me siente, corro y me siento, me recibe con un beso y yo desabrocho el primer botón de su camisa blanca y meto mi mano para acariciarle el pecho.
-Hoy nos vamos al apartamento ¿Cierto?- estoy recostada en su pecho y escucho su respiración.
-Sí- susurra- Jane, Berlín no es la primera que dice que tuviste algo con Sam la vez que te fuiste a Londres...Sé que saliste con él ése día, tu hermano le preguntó a tu madre...dime ¿Qué pasó entre ustedes dos esa noche?