Te arrepentirás de haberle entregado tu alma

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-¿Está bromeando, verdad?- bufé. Él negó con la cabeza- Osea...¿Quiere que su familia me odie?
-¿Por qué dices eso?
-Cuando Jack me presentó a sus padres aparte que me prohibieron volver a entrar a su casa y desaprobar mi relación con Jack, llamaron a mis padres para recomendarles el número de un exorcista.
-Jane, dos cosas ahora que lo mencionas; No quiero volver a verte con Jack, nisiquiera quiero menciones su nombre, tú ahora eres mía, sólo mía, y así como yo cumplí dándote el lugar como mi única mujer quiero que tú tambien hagas lo mismo. Y dos- suspiré- Cuando esto salga a flote quiero que mi familia esté preparada, son muy... rígidos, por así decirlo.
-Está bien, luego no digas que no te advertí- me encogí de hombros y alcé mis manos.
-Vete a clases- se sentó en el escritorio. Sabía que le pasaba algo. El pensamiento de que le dolió dejar a Caryol me dio valentía para desquitarme. Dí media vuelta y salí.
-Sasha ¿Tienes el expediente de Caryol?- ella me miró tímida.
-No puedo dártelo- Inmediatamente saqué mi teléfono y le mostré la pantalla que decía 'Jc Caylen: 161 2487 9833'' Ella abrió su boca, empuñó sus ojos y sacó de una archivadora el expediente de Caryol- Lárgate antes que lo vea Ginger- le sonreí exageradamente y guardé el expediente en mi bolso, salí.
Estaba en clases con Jc.
-Hoy vamos a hablar sobre un tema atractivo para ustedes, así que espero que pongan atención- dijo Jc sonrrojado- Yo les diré algunas frases filosóficas y comentaremos sobre ellas.
-Mande a Jane a dar esta clase, ella es experta- gritó Kian. Todos me miraron.
-¿Qué ven, putos? Me toca las bolas que sean tan indiscretos- rodé mis ojos. Berlín me miraba sobre su hombro con una risa burlesca. Ay nena, pronto nos veremos con la noticia que te darán.
-A ver, silencio todos- tomó un folleto- Sharon Stone dijo que ''Las mujeres son capaces de fingir un orgasmo pero los hombres son capaces de finigr una relación entera''- los murmuros comenzaron- Uno a la vez, uno a la vez- todos levantaron su mano- Dime, Edward.
-Lo que pasa con eso es que los hombres queremos más a las mujeres, porque un orgasmo cualquiera lo finge pero aguantar ¿Seis meses, siete, un año? ¡Eso si es tener las bolas pesadas!- los murmuros continuaron.
-Kelly ¿Qué opinas?
-Soy virgen- todos soltaron carcajadas.
-Tanta agua oxigenada en la cabeza no le permite entender las preguntas- murmuré. Kelly se volteó y me lanzó una mirada fulminante, eso no funciona conmigo hoyo profundo, le lancé una mirada diez veces más fulminante.
-¡Bien sigamos! Billy Cristal dice que "Las mujeres necesitan una razón para tener sexo. Los hombres sólo necesitan un lugar''
-¿Por qué nos ponen como los más putos del mundo?- preguntó Edward.
-¡Porque lo son!- contesté. Volvieron los murmuros- Aunque las mujeres no lo acepten, porque no me incluyo, se disfruta igual de ambos lados, pero como las mujeres somos las que procreamos tenemos más problemas hormonales y son lo que hace que dudemos sobre esa necesidad. Además ¡Por favor! Las mujeres aguantamos dolor diez veces más que un hombre y tenemos más neuronas para pensar en las consecuencias- todos comenzaron a murmurar sin control.
-¡Basta! Si le spongo a hablar sobre filósofos griegos ni abren sus bocas- dijo Jc- ''Masturbarse es una forma de demostrar amor a la persona que uno más quiere''- leyó.
-¡Las mujeres nunca aceptan que se masturban!- gritó Kian.
-¡Es porque no tenemos la necesidad de hacerlo!- respondió Lycia.
-¡Eso no es cierto! Algunas lo hacen otras no, pero los hombres lo hacen todos- respondí.
-"Existen dos cosas muy importantes en el mundo: una es el sexo, de la otra no me acuerdo." – Woody Allen.
-¡Profesor!- dijo Berlín.
-¡¡Eso dice aquí!!- se sonrrojó.
-¿Sabe cuál es el problema?- pregunté- Que Dios le dio al hombre un cerebro y un pene, y sólo suficiente sangre para que funcione uno a la vez- Entre comentarioas machistas y feministas acabó la clase con un proyecto que nos dejó Caylen: Investigar el lema de alguna compañía de preservativos. Danielle, Edward y yo fuimos a esperar a Cameron en la oficina de Sasha, quien ya estaba por explotar. Cameron estaba terminando un papeleo. Sasha casi se le baja la presión de tanto que molestábamos en su oficina. Danielle botó el tanque de agua de la máquina de café, Edward giraba en la silla de Ginger por toda la oficina y yo, yo hacía origami con todos los archivos de la archivadora de Ginger. Por suerte, Caryol ya se había ido junto con Ginger.
-¡Danielle! ¡Deja de lamer eso del piso, no es chocolate! ¡Edward! ¡No orines en la taza de café de Caryol! ¡¡¡Jane!!! ¡¿qué estás haciendo?!- gritó alarmada.
-¿Quieres una?- le ofrecí una copia que salió de la fotocopiadora- Que bueno que hoy me vine de falda- me quité las bragas y volvi a subir a la fotocopiadora. Salieron como cincuenta copias de mi zona de Venus desnuda. Sasha se levantó.
-Voy por una aspirina- salió.
-Ya nos podemos ir a la...-Cameron miró el desastre boquiabierto.
-¡¡Vamonos!!- Danielle, Edward y yo hicimos trensito y salimos bailando cha cha cha. Cameron enllavó la oficina y salió detrás de nosotros. Él caminaba serio y educado detrás mí sobre la espalda de Edward mientras traía de la mano a Danielle. Llegamos a la casa. Danielle cocinó pollo a la plancha con salsa de soya, patatas y ensalada.
-Cameron ¿Podemos ir a los bolos esta noche?- dijo Edward sentado en el sofá frente a la televisión, la cabeza de Danielle descansaba sobre su regazo, mínimo estaba escuchando las punzadas del purro de Ed, yo estaba horneando un pastel de limón.
-Claro, no vengan tarde- Camero se acercó a mí- Y nada de alcohol- advirtió. Me abrazó por la espalda y hundió su nariz en mi cabello mientras yo limpiaba con un paño la harina esparcida en el desayunador de mármol- Ton odeur est addictif (Tu olor es adictivo) - me besó el cuello apartando mi cabello.
-Не говорю по-французски, ублюдок (No hables francés, bastardo) - susurré.
-Lo siento, se me sale solo el francés- ¿Acaso me había entendido?- Al fin es el idioma del amor, me gustaría enseñártelo- ¿Amor? ¡Gracias por la oferta! Es más tentadora que una orgía con africanos purrudos pero no, gracias, pensé con sarcasmo- ¿Ya sabes que usarás esta noche?- susurró en mi cuello, mi piel se erizó, él metió sus manos bajo mi camisa acariciando mi abdomen mientras daba mil besitos en mi cuello.
-No estoy segura de ir a esa cena familiar. Es la idea más estúpida que has tenido- Soy bastante fina-...No soy una persona de etiqueta, menos de guardarme opniones.
-No me importa. Sé lo que eres, y no me averguenzo de ello- ¡Maldito!
-Yo sólo te advierto- sonó el cronómetro de cocina en forma de gallina y me di cuenta que el pastel de limón estaba listo. Me volteé y saqué el pastel del horno, olía a limón. Que raro se burló mi psicópata interna.
-Humm...-dijo Cameron con el plato en la mano.
-¿Quiere?- bromeé.
-¿Y quién dice que es el pastel lo que me quiero comer?- alzó una ceja pícaro, yo rodé mis ojos.
-¿Y quién dice que era el pastel lo que le estaba ofreciendo?- dejé el pastel sobre el desayunador para que se enfriara. Cameron se sentó en una silla y me acercó a él tomándome de la cintura.
-Eres increíble- Oh por el purro más pelado y morado del mundo-..¿Lo dije en español?- ¿Español? Osea que en francés me dice cosas como esta...
-¿A qué hora quedaste con tu familia?- recosté mi cabeza sobre la suya mientras masajeaba su cuero cabelludo.
-A las siete, te quedan tres horas- susurró. Subí a ducharme y cuando bajé Edward estaba atacando mi pastel.
-¡¡Edward!!- le lancé una cuchara en la cabeza.
-¡Ay! Sólo quiero un poquito- dijo con la boca llena.
-¡Un poquito y ya te lo comiste casi todo! ¿Qué piensas que es el coño de Danielle, o que?- aparté lo que quedaba del pastel.
Lo guardé en el refrigerador y subí a alistarme, ya eran las seis y media de la tarde. No iba a parecer prosti delante de la familia de Cameron ¡Un segundo, Jane! ¿Quieres dar buena imagen? ¿Eso desde cuando? Me regañó mi psicópata. Me puse algo que iba conmigo sin ser coño abierto. Decentemente sexy. Cuando salí Edward ya se había ido con Danielle, Cameron estaba apurado comiendo el pastel del redrigerador.
-¿Qué está haciendo?- saltó de un susto que lo hizo golpearse con el refrigerador. Salió de él sobándose la cabeza hasta que me miró de pies a cabeza boquiabierto.
-Oh mon Dieu!..sólo quería porbar un poco-dijo chupándose el pulgar.
-Lo había hecho para usted pero Edward se lo comió- me acerqué a él y limpié con una servilleta un poco de limón en su rostro.
-¿Nos vamos?- tomó las llaves. Subí a su auto, íbamos en camino. Las luces de las calles iluminaban a travéz delas ventanas del auto, hacía mucho frío. Cameron permanecía serio conduciendo, se miraba tan decidido, decente, serio y educado, todo lo que yo no era ni quería ser.
-Está a tiempo de arrepentirse- saqué una minibotella de tequila de mi bolso. Él me miró y sonrió, sonrisa que se desvaneció al ver como me empinaba aquel frasco.
-¿Qué haces?- me bajó la mano.
-¿Quiere? Usted lo va a necesitar más que yo- Cameron tomó el frasquito y lo botó por la ventana.
-No quiero que vuelvas a tomar- sonó el cláxon molesto.
-Uy si esa es una regla mejor váyase olvidando, eso no puedo detenerlo.
-Eres alcohólica- me miró serio, ese comentario no me agradó en lo absoluto.
-Una maldita alcohólica, fiestera, demasiado directa, con un vocabulario no convencional e imprudente chica es lo que va a mostrarle a su familia, que tal vez el día de mañana quiera mandarlo a la mierda. Lo sabía bien. Y no me vuelva a decir alcohólica, que si nos ponemos a ver defectos déjeme sacarle su lista que es más larga que los pecados mundiales.
-¿Ahora qué hice yo?- dio un golpe en el volante enojado.
-Mujeriego, engatusador que usa las mujeres como papel higuiénico y se las restriega por el trasero para deshecharlas, poco profesional, caliente...
-¡Basta!- gritó frenando en un semáforo.
-Si no te gusta como soy, vete- ¿Qué dijo? ¿Me está corriendo? Abrí la puerta del auto y salí- ¿Dónde vas? No hagas esta imprudencia- Miré para todos lados, estaba en el centro de Mánchester, la ciudad estaba increíble- Jane Dallas, entra al auto, ahora.
-Usted me corrió, ahora no me venga con sensibilidades estúpidas- el semáforo cambió a verde, los autos de atrás comenzaron a sonar las bocinas.
-¡Entra ahora, maldita sea!. dio un golpe en el asiento.
-No, hasta que se retracte- me crucé de brazos.
-¡Lo siento! Amo como eres, tu forma de ser incorregible, loca, desquiciada, mala ¡Asi me gustas! ¡¡Entra ya!!- sonreí y salté al asiento de nuevo. Cameron arrancó, permaneció en silencio todo el camino con el ceño fruncido, estaba molesto, y bastante. Llegamos a una casa casi en las afueras, aunque no muy lejos. Cameron me abrió la puerta y me ofreció su mano, yo me bajé y no la tomé. Caminamos hacia la entrada, abierta.
-¡Cameron! ¿Cómo estás mi niño precioso?- abrió una anciana, le apretaba los cachetes y se los besaba desesperadamente.
-Bien, abuela- la abrazó.
-Hola, Jane...Eres más hermosa de lo que me imaginaba- me abrazó con mucha confianza. Es la edad- Pasen, por favor- Entramos y di un vistazo por toda la casa rápidamente. Era bastante rústica pero tenía un toque moderno en sus muebles, era acogedor y familiar ¡Asco! Había muuucha gente en la sala ¿Era reunión familiar o conteo de personal en una compañía de condones? Todos se levantaron al vernos.
-Hola familia ¿Cómo están?- dijo Cameron muy cómodo- Ven- me susurró en el oído y me haló del brazo. Los únicos que pude reconocer fueron Berlín, Liz, Martín y los retardados mentales.
-¡Jane!- corrió Lily hacia mí a abrazarme, yo alcé mis brazos para no tocarla.
-Tú debes ser Jane- se acercó a mí una mujer alta de cabello castaño largo.
-Familia, quiero presentarles a Jane; mi novia- ¿Su qué? Amante, purrito bello, a-man-te -Jane, ella es Nina. Hermana de mi papá- me presentó a la mujer que se me acercó- Sus hijos son George- señaló a un chico de por lo menos quince años-...Y Adriana- señaló a una niña de 10 años.
-Mucho gusto, Jane- me saludó Nina.
-Samantha- nos acercamos a una mujer de estatura media cabello pelirrojo natural con los mismisimos ojos oscuros de Cameron- Ella es mi prima...
-Mucho gusto- sonrió.
-Wyatt es su esposo. Ella es Orianna, la madre de Berlín, Keyton, padre de Berlín. Donis, mi primo, Berlín, ya la conoces. Los niños son; Byron, Derek, Seth, Geraldine, Anny, ya conoces a Lily y a Dany. Él es Andy, es hermano de mi padre. Mi abuela, Melissa, es la mamá de mi mamá y su esposo, el abuelo Eduardo. La mamá de mi papá quien nos abrió es la abuela Luz, y su esposo el abuelo Marco. John, Sean y Terrence son primos, Brittany, es la novia de Sean, Ivonne es mi prima favorita- susurró- sale con Freddie, y mis sobrinos, Leandro, Kiki, Darian y Agus y Paula, ellos salen con Magda, Derek dos, Allan y Shontelle y James, respectivamente. La madre de Martín, Delfina y ya conoces a Liz y a Martín.
-Hola, Jane- saludaron todos.
-Son muchos, lo sé. Pero es que cuando uno se junta con alguien ya es parte de la familia- ¡Por la puta más cara de Londres! ¿¿Soy parte de la familia??
-¿Paulette era parte de la familia?
-No arruines esto- me susurró. Uy, te lo advertí.
-Jane, Jane- me haló Lily del vestido- ¿Me acompañas al baño?
-Lily, yo te llevo- se la llevó Liz. Miedito.
-Esta es la casa de mis abuelos; Luz y Magda- Nunca le he preguntado a Cameron cuando murieron sus padres, ni como. Pero la verdad no me interesaba.
-Cameron ¿Puedes venir un momento?- lo llamó Berlín.
-Ponte cómoda- me susurró Cameron y fue donde ella. Yo caminé buscando un baño, quería retocarme, cuando encontré una puerta abierta donde todos los niños jugaban, parecía guardería.
-¡Jane!- gritó una niña, creo que se llamaba Geraldine. Entré.
-¿Cómo sabes mi nombre, escuincla? Mira- señalé su pecho, ella miró y yo pinché su nariz, la típica broma de 'Traes algo aquí' Todos los niños rieron.
-Cameron habla conmigo- sobó su nariz.
-¡Claro que no!- le gritaba Seth a Anny.
-Sólo pregúntale- le susurraba mientras me miraba.
-¿Qué es la mierda? No hablen de mí- les empujé las cabezas.
-Anny cree que Cameron te quiere más a Paulette.
-Ahhh, adivinen qué ¡Paulette se murió! Y si la invocan en una habitación oscura su espíritu se aparece y los atormenta hasta que hagan el ritual de la virgen- Todos hacían cara de miedo, mi olor favorito.
-¿Cuál es ese ritual?- preguntó Derek.
-El de quemar el corazón de una virgen el tres de marzo a la media noche ¡Buajaja!- los niños gritaron.
-Jane ¿Tú eres virgen?- preguntó Seth.
-Estemmm- cerré la puerta con llave- Vamos a invocar al demonio Paulette- apagué las luces. Los niños volvieron a gritar.
-¡¡No!! ¡Jane, no!- gritaban.
-Paulette llamamos tu espíritu, ven por nosotros- los gritos no cesaban. Luego de unos segundos todo quedó en silencio- ¡¡Paulette está aquí!!- gritaron más fuerte y encendí las luces. Dos de ellos estaban llorando, dos maricas- ¡Ya, no es para tanto!- me senté frente a ellos y comencé a contarles cualquier tontería que se me ocurriera, luego de unos minutos salimos.
-¿Dónde estabas?- dijo Cameron molesto.
-Por ahí- me encgí de hombros.
-Los estuvimos buscando- dijo Paula preocupada por los mini demonios.
-Ya está la cena- dijo la criada, fantástico, era mi momento.
-Los niños en las mesas pequeñas- dijo la criada. Todos nos ubicamos. Cameron se sentó a mi lado y al otro lado tenía a Magda. La entrada; Calabacines rellenos, luego el primer plato codorniz en algun tipo de salsa rara.
-¿Cómo esta tu madre, Jane?- preguntó la abuela Melissa.
-Loca de remate, quiere fajarse a su propio psiquiatra, aparte que es mi tío- Cameron empuñó los ojos y bajó la cabeza.
-Perdón ¿Quiere qué?- dijo Brittany.
-Sexo, faje, es lo mismo- metí un bocado en mi boca. Todos se miraron, mientras que algunos se tragaban la risa.
-Que bueno que los niños no están con nosotros- rió Donis.
-¿Sabían que Jane estudia conmigo?- dijo Berlín, quería hacer quedar mal a Cameron, ayy no me ayudes Berlín ¡Trato de dar una impresión fatal, me estas ayudando demasiado!
-¿Con Berlín? ¿Qué edad tienes?- preguntó Orianna.
-Jane...-Cameron suspiró-...Cumplirá 18 en unas semanas.
-¿Es menor de edad?- todos jadearon.
-¡Eso que importa! Para el amor no hay edad- dijo la abuela Melissa.
-Eso dijo con Paulette- rio Berlín, perra del demonio, voy a matarla- Les contaré una história graciosa. Jane el primer día botó condones al suelo el primer día de clases, sin mencionar que los repartió en clases- rió, todos me miraron boquiabiertosa. Cameron deseaba que se lo tragara la tierra- Y dice mucho esa palabra; Faje.
-Sí, lo recuerdo, tambien recuerdo cuando llevaste aquella falda tan corta que te agachabas para ver como todos los chicos veían tu hoyo ¡Ese dia fue tan gracioso!- fingí una risa.
-Y cuando tú le dijiste al profesor que te lo querías fajar- respondió.
-Ahh y cuando tú dijiste que la noche anterior habías tenido un orgasmo tan potente que tus gritos se escucharon hasta Turquía.
-Y tú dijiste que el faje...
-¿Faje?- dijo Seth desde la mesa de niños- Jane dice que fajó con mi tío Cameron- Cameron arrugó su cara con su mano tapándosela.
-Tambien nos contó cosas interesantes...Dice que el purro más grande del mundo medía cuarentaidos centímetros y era de un monje, ahora está muerto y guardaron su purro y se hizo de veintiocho ¡Lo tienen embasado!- dijo Byron.
-El mío está muy chiquito- dijo Seth.
-Nos contó todos los récords de faje- dijo Geraldine.
-La vagina más profunda medía 86 centímetros- dijo Seth.
-El chorro donde salen las culebritas locas más largo del mundo es de seis metros. La prostituta más vieja tiene 82 años y la canalización de energías más larga de diez horas.
-¡Derek, no olvides la orgía más grande del mundo de 250 personas!- dijo Seth. Todos estaban boquiabiertos, ningun niño pasaba los siete años. Cameron tiró el tenedor y se levantó brúscamente.
-Con permiso- se fue. Yo me levanté.
-Con permiso, tambien, y Berlín en vez de dentífrico usa semen de caballo- seguí a Cameron- ¡Cameron! ¡Espere!- no se detuvo hasta que llegamos al jardín.
-¡¡Una vez!! ¡Por una vez en la vida pensé que siquiera lo intentarías! ¡¡No esperaba que te hicieras la santa pero esto!! ¡¡Esto es el acabose!! ¡Un poco de faje, purro o frases con doble sentido, lo esperaba!! ¡¿Pero enseñarle a niños de seis años los récords sexuales?! ¡Hasta hubiese aceptado que los comentaras despues de la cena ¿pero a niños?! ¡¡Te pasaste!! ¡¡Maldita sea, te pasaste!!- gritaba furioso. Que le pasa a este, yo soy así y ya sabia a que se estaba metiendo, ademas yo no iba a detener mi forma de ser por él, soy quien soy y así eligio traerme. No soy una niñita de convento y no lo seré por él. Lo hago para atormentar a Caryol, a Berlín, a Liz y a todas sus zorras ¡Deberia estar agradecido que lo dejo entrar en mi cama! Que no me vanga con estupideces.
-¡Tú bien sabías como soy yo! ¡Te lo advertí, Lí! ¡¡Te lo advertí!! ¡¡Sabes muy bien lo que soy y no lo cambiaré por tí! ¡¡No soy mi madre que cambió por un maldito hombre!! ¡¡Nunca lo seré, porque yo no soy tan débil para caer en encantos estúpidos! ¡Mi vida es suficiente con o sin ti! ¡¡Si no te gusta me largo a Londres, nada me cuesta tranferirime! ¡¡Eres un maldito imbécil!! ¡Yo te acepté luego de haberte arrastrado con miles de mujeres y pensando en otra!
-¡Por Dios! ¡¡A todas las dejé por tí!! ¡A Paulette ni siquiera le espero!- me sacudió de hombros.
-¡A mi no me toques, maldita sea!- le di una bofetada- ¡¡Vete al coño más maloliente de Mánchester! ¡¡Estoy harta!! ¡Mañana mismo me voy a la mierda y no volverás a verme Cameron!! ¡¡¡Nunca!!! ¡¡Y de eso me voy a encargar!! ¡Que no me encuentres jamas! ¡¡Y te vas a quedar solo, solo esperando a Putet!! ¡¡Vete al carajo!!- di media vuelta.
-¿Dónde vas?- me detuvo.
-¡Lejos de tí! ¡Amas que sea sucia en la cama, eso si te conviene! Pero claro, tengo que ser una dama frente a tu familia...¡¡No soy así!! ¡No soy falsa como Berlín que es una zorra y se las da de santa!
-¡¡Lo sé!! ¡Pero son niños! ¡Entiéndelo!- me gritó muy fuerte, demasiado.
-Ya lo entendí- di media vuelta y caminé hacia la casa.
-Jane...-susurró, yo me detuve pero no me volteé-...No te vayas- dijo en un hilo de voz.
-¿Por qué no?- dije en un tono elevado. ¡Al carajo este imbécil!
-...Porque...-suspiró-...porque te necesito conmigo....
-Ese no es mi problema- di un paso.
-¡Jane!...-me detuve de nuevo-...te amo.

Mala JaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora