Ángel por fuera, demonio por dentro

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-Dame tu teléfono- extiende su mano hacia mí, miro sus ojos y me doy cuenta que no está bromeando. Saco mi teléfono y se lo doy- Despídete de él por un buen rato.
-Adiós teléfono- me burlo. La mirada de mi mamá se oscurece y deja caer el teléfono al suelo, está molesta, pone su tacón sobre él y lo entierra en la pantalla táctil, este se quiebra y a mi me duele hasta las uñas.
-Y ni se te ocurra reclamarme. Estoy molesta, pero más tarde hablaremos tú y yo- da media vuelta y desaparece.
Luego de una hora saludando a la familia de Cameron me doy cuenta de que Cameron ya llegó y está con Berlín, me aproximo y me cuelgo en su cuello.
-Jane...-susurra incómodo.
-Ah, Berlín ¿Cierto? No te había visto- rio.
-Ya me estaba considerando afortunada de que una de las tantas amantes de mi tío no me viera.
-Ber, discresión, por favor- restriega sus ojos y me aparta los brazos del cuello con suavidad.
-Discresión es antónimo de esta tipa- me mira de piez a cabeza. Berlín es por lo menos diez centímetros más pequeña que yo, lo que me permite intimidarla físicamente. Hasta el momento las chicas más altas que yo que conozco son Sasha, Lycia y mi madre, sobre todo Sasha, ella mide por lo menos 1.80 mi madre como tres o cuatro centímetros más que yo al igual que Lycia. Danielle mide lo mismo que yo. Cameron es del mismo tamaño de Sasha. Berlín trae unos tacones, lo que hace que le aumenta estatura pero no suficiente como para intimidarme.
-Y puta el sinónimo del tuyo- río, ella se acerca acusadoramente y Cameron la detiene.
-No más escándalos, por favor.
-No entiendo. La amas, luego la odias y ahora vuelves a amarla- ¿Amarme?
-Eso es algo que no te incumbe- dice directamente ¿Se siente rico el golpe, Berlín? Involuntaria y comúnmente me llega una idea para fastidiar a Berlín, hacer exactamente lo que Cameron no quiere; un espectáculo.
-¿Sabes cuánto saborea esta tipa cada vez que me tratas así?
-Si no lo sabe, yo se lo digo- alzo mis manos- No tengo nada que esconder, Berlín. Tú me caes como un vaso de leche cortada y queso rancio después de un laxante.
-¿Lo ves? ¡Me odia!- dice enfurecida.
-No. No. No. Odiarte es darte de-ma-sia-da importancia. No tienes tanta suerte- entrecierro mis ojos y sonrío.
-Ya estuvo bueno, ambas silencio- Cameron nos mira molesto, está perdiendo la paciencia- Esto me pasa por involucrarme con niñas.
-Tengo 19 años, soy mayor de edad, no una niña, tío.
-No me importa si ya tienes menospausia o la piel flácida. Las quiero a diez metros de distancia a cada una- ordena.
Un mesero va pasando café hirviendo por atrás, yo empujo a Berlín y esta cae sobre el tipo y el café, ella grita. Todos voltean hacia ella llamando la atención mientras se aproximan, Cameron la ayuda a levantarse y en el revoloteo de la gente yo desaparezco del panorama, entre una caminata rápida apreciando lo que dejé a mi paso choco con una persona, alta, tiene que ser un hombre o peor aún; mi madre.
-¡Ve por donde caminas, hijo de...- miro esos ojos intensos y esa sonrisa dirigida a mí; Jc-...puta...-susurro terminando la oración.
-¿Existe alguien que sea prohibido para tus maldades?- alza una ceja. Yo ruedo mis ojos y lo esquivo pero él me sigue. Subo a la que alguna vez fue mi habitación, Jc cierra la puerta detrás de mí- Perdona la escena que presenciaste en Londres hace días- pone su mano en mi hombro-...Ella es una mujer encantadora- me volteo y lo miro incrédula.
-¿Quiere mi permiso para fajar a mi madre?
-Ella es mayor y yo también, no necesitamos tu permiso.
-¿Y qué está buscando aquí?- me cruzo de brazos.
-Es que...-suspira con su vista al suelo para luego elevarla a mis ojos-...tú eres encantadora también.
-¿Espera un trío o algo por el estilo? Tengo una mente muy abierta, profesor Caylen pero no creo que a mi madre le agrade la idea.
-Pues la idea no tiene porque llegar a sus oídos- Mierda. Mierda. Mierda ¿Me está proponiendo tener faje libre conmigo al mismo tiempo que le echa los perros a mi madre? ¡Fascinante! Aparte lo quiero para mí un rato pero hasta el momento a mi madre le ha gustado, y que mi padre esté vivo hace complicadas las cosas para ellos e interesantes para mí. Unir a Jc con mi madre, hacer que se enamore de él y olvide a Dallas, que Dallas regrese y se encuentre varias sorpresitas, mientras yo me tomo unos libres con este papi ¿Dónde está el botón de 'Acepto'?
-Me gusta como piensa- toco su pecho con la punta de mi dedo y lo introduzco entre el espacio entre los botones de su camisa sintiendo la piel de su pecho. Una corriente sensible se extiende de mi dedo hasta mi ingle. ¡Por el amor a las actrices porno! ¡Deseo a este tipo!
-Tú también- toma mi mano deteniéndola- No eres como todas las mujeres, eres tan...practica- dice al no encontrar una palabra decente.
-Como le dije, soy de mente amplia, abierta a novedades y variedades- corro mi dedo por la palma de su mano.
-Es una vela y está tu madre- advierte.
-Novedades y variedades- repito. Él sonríe con sensualidad y retrocede unos pasos poniéndole seguro a la puerta. Me tira del brazo hacia él, se recuesta en la puerta y me lanza sobre su cuerpo buscando mi boca. Abro mi boca aceptando su exploración; me besa candente y bruscamente, presiona la tela de mi camisa con sus dedos mientras la levanta ligeramente. Se posesiona de mi con fuerza, este tipo está ardiendo, siento su erección presionando mi cadera y esto eriza mi piel. Esto es tan prohibido, tan oscuro que saca a relucir una vez más mis demonios dormidos. Entierro mis dedos en su cabello y lo presiono contra mi boca. Escucho el sonido del retrete, Jc se separa bruscamente y me mira. Me dirijo a la puerta y justo detrás de ella esta se abre, yo quedo escondida detrás de ella al ser abierta, mi madre sale del baño. Mi corazón se hace uno solo con mis intestinos y estos tienen faje intestinal. Mi madre mira a Jc y él evita mirarme, ella se acerca a él y toma su rostro con sus manos, de espalda a mí yo no me muevo, cualquier sonido hará que se voltee.
-¿Qué estás haciendo aquí?- Pregunta ella besándolo, yo ruedo mis ojos.
-B-b-buscándote- Abre la puerta de la habitación y pasa su brazo por los hombros de mi madre para que no voltee y salen. Yo suelto la respiración y me dejo caer en la alfombra. Mi corazón bombea sangre al mil y mi cerebro da mil vueltas ¿Qué acabo de hacer? <Sólo se vive una vez> Noto un movimiento bajo la cama entre las sábanas que caen por la cama y me asusto inmediatamente, mi respiración se corta. Me levanto alarmada y dudo si revisar o no. Un espectro no puede ser ¿Alguna serpiente? Si es laCameronconda quiero dos, por favor, sin enfermedad y de color variado. Me agacho de nuevo y me acerco gateando a la cama, tomo la colcha y la levanto, una chica está debajo y jadea al verme ¡Es Lycia!
-¿Lycia?- digo sorprendida. Ella hace una expresión de culpabilidad, me aparto y ella sale- ¿Qué haces allá abajo? ¿Hace cuánto estás ahí?- Ella limpia su vestimenta.
-Por favor, no le digas a nadie- me suplica tomándome de las manos.
-Ok- agito mi cabeza- ¿Por qué te escondes?- Ella suspira, mira hacia todos lados y nos sentamos en la cama.
-Es que enserio, enserio así de verdad enserio...-dice expresando necesidad-...quiero ver a alguien que está aquí.
-¿Quién es?
-No puedo decirte. Es que es un profesor- hace un gesto, mis ojos se abren y mi boca se dispara al piso- ¡No es Jc! Porque no creas que no te vi chupándole hasta las entrañas como si fueses ternero pegada a una vaca- me hinca las costillas.
-¡Ya!- río- Sí, el me gusta mucho y al parecer yo a él.
-Tienes mucha suerte, es el profesor más cotizado sexualmente en Mánchester- ríe- Pero mi corazón tiembla por otro.
-¿Profesor? ¿Aquí? ¿Nos da clases?- Ella asiente, muero de curiosidad- Bueno, puedes confiar en mí, ya sabes mi secreto.
-Es el doctor Matt- cierra los ojos apenada. La boca de mis psicópata interna cae al suelo.
-¿Con ése?- alzo las cejas, ella asiente emocionada- Pero no entiendo ¿Qué tiene que ver Matt con que estés escondida bajo la cama?- señalo con el pulgar sobre mi hombro.
-¡Jane! Porque yo no fui invitada, ni siquiera sabía que tú estabas aquí, luego de que te expulsaran pensé que jamás te iba a volver a ver.
-¿Así que lo andas acosando?- ella ríe y yo la imito ¿Qué hacemos contigo, Lycia? Tengo el poder de darte ese hombre a tus pies o puedo partirte el corazón ya mismo ¿Haré una obra de caridad contigo? <Haz la obra benéfica. Usa eso cuando te sientas culpable y tal vez hasta llegues a conseguir algo a cambio>
-¿Nunca has sentido eso por alguien que cuando estás con él...te sientes como en un sueño, como si todo lo demás desapareciera, como si quisieras detener el tiempo? ¿No has experimentado eso que cuando lo ves ya no es el oxígeno lo que te mantiene vivo, ya no es tu sangre la que bombea de tu corazón,ya no son tus pensamientos los que corren por tu mente, ya no son tus articulaciones las que hacen el movimiento de tu cuerpo ni tus pies los que te pegan a esta tierra...sino él?- Cameron. Cameron. Cameron. Cameron. Era todo lo que contestaba esas preguntas. Con él me sentía segura, protegida, me sentía dominada, esclava de mi propio mundo y perdedora de mi propio juego, tan perdida en mi propio laberinto, pero eso se sentía tan bien y no era exactamente ese tipo de placer sucio que disfrutaba con Jc o con Jack, con Sam ni siquiera recuerdo como fue. ¡Sam! ¿Qué será de él y mis otros dos inútiles? Debería llamarlos mañana.
-¿Qué hora es?- evito su pregunta. Mira el reloj y me lo enseña, son las dos de la madrugada, el tiempo ha volado- Te ayudaré con Matt- Era enserio, iba a juntarla con Matt, era un mujeriego y sé como tratar con ese tipo. No le puedo prometer que le será fiel pero sí que estará con ella y se darán sus buenas fajadas.
-¿Enserio?- dice emocionada.
-Si, mira tienes dos opciones. Una...-mostré mi dedo índice barnizado de violeta- 'Fuck Fast' y dos...-agrego otro dedo-...'Fuck Hard'- Ella hace una expresión de confusión- A ver- ruedo mis ojos- ¿Quieres tenerlo rápido o lento? El problema del rápido es que serás un moñito de pelos vaginales más mientras que el lento lo tendrás lamiendo tus pies.
-¡Lo segundo! ¡Lo segundo!- aplaude emocionada.
-Relaaaajate- la tranquilizo- En el rápido disfrutas más en términos de faje y no tendrás que esforzarte en abstenerte, este lo tienes en tu cama esta misma noche pero no te tomará enserio nuuunca- agito mi dedos de un lado al otro suavemente, ella hace un puchero-...O el duro, y este es duro pero para ti. Tendrás que detener sentimientos tontos y evitar lanzártele encima, porque él te dejará varias veces al no conseguir lo que quiere, porque tú misma se lo negarás ¿Tienes la fuerza para hacerlo?- Lycia duda pero se decide por conseguirlo seguro y para siempre; está enamorada ¡Que asco!
-Bueno, ahora el primer paso es que sepa tu existencia- me levanto- Quítate la ropa.
-¡Qué!- dice asustada.
-¿Traes lencería sexy?- me cambio de ropa a un pijama.
-Algo así- se quita el pantalón y veo su hermosa tanga de encaje de mi diseñador favorito, luego trata de quitarse la camisa.
-No, no no- la detengo- La camisa no, hay que dejarlo a desear, queremos que te vea sexy no vulgar. Dame un segundo- voy al cuarto de Edward y saco una de sus camisas, se la lanzo a Lycia en la cara- Póntela, te imaginará con una suya en su cama en una mañana luego de una noche de faje intenso.
-¿Cómo sabes?
-Tengo un hermano que me cuenta vende la información masculina. Mi padre también se la contaba toda a mi madre y ella nunca se detiene la lengua- Lycia se quita su camisa y se pone la de Edward, se lanzo a la cama- Ahora. Vas a dormirte conmigo aquí, el vendrá en unos minutos y tú debes hacerte la dormida...
-¿Cómo que vendrá? ¿Has hablado con él alguna vez?- me mira asombrada.
-Querida, él y yo somos uno- bufo- He tocado su trasero...-tecleo en mi teléfono- Ahora bien, yo me voy al baño y tú te haces la dormida, no te muevas y déjame el resto a mí ¿Ok?- ella asiente emocionada y se recuesta. Yo acomodo su camisa para que queden sus piernas extendidas y la camisa de Edward ligeramente elevada y muestre su hermoso abdomen y parte de su bien formado trasero- Haz cara de bebé dormido- ella ríe con los ojos cerrados y hace un pequeño puchero, yo entro al baño, me siento en la taza del retrete y espero que comience la acción. Me pego a la puerta y escucho como se abre la puerta, abro ligeramente la puerta y veo a Matt acercarse a la cama. <Si la toca, cayó> Mira a Lycia y la merodea, está pensando si le gusta o no, rodea la cama para queda tras de ella- Tócala- susurro, él baja la mirada hasta sus piernas. Rio dentro de mí imaginando que está pensando Lycia en este momento. Él toma la orilla de la camisa de Edward y la extiende a sus piernas tapándole el trasero y el abdomen ¡Mierda! ¡¡Esto es más de lo que imaginaba!! Roza sus nudillos en un mechón de su cabello. Es hora, abro la puerta y salgo relajadamente, él me mira y yo hago una expresión de sorpresa.
-Jane- sonríe.
-Culón ¿Qué haces viendo a mi amiga?- me acerco.
-Yo...creo conocerla- la mira de nuevo y en sus ojos veo algo que no es deseo morboso. Extraño.
-Estudia en Mánchester ¡Bueno, ya! ¡Deja de verla! Si te llamé no era para que vieras mujeres- ruedo los ojos, él se aproxima a mí.
-Dijiste algo sobre...Cameron.
-Sí, quiero datos. Todos los que sepas de Paulette.
-Wowowow...nos vemos- intenta salir de la habitación y yo lo detengo.
-Si me dices te doy a la chica que tienes detrás- Lycia abre sus ojos y mira el trasero de Matt; comprensible.
-¿Quién dice que quiero a esa chica?- bufa, yo alzo mi ceja- Su madre se llama Christina, su padre Austin. Abortó a los dos meses y medio, ella es un ángel, tiene las mejores calificaciones, nunca ha robado, ofendido ni enojado...
-Pero sí ha matado- sonrío- ¿Qué más?
-Cameron me matará al decirte esto, y verás que no necesito tu ayuda para conseguir a esta chica.
-No, no. Lycia es muy difícil.
-Difícil- bufa- ¿Cuánto apostamos que mañana mismo es mía?
-Lo que tú quieras- levanto mis manos.
-Sé que no eres una chica cualquiera, Jane. Eres como...-me da un golpe leve en el brazo-...Un tipo más.
-¿Y bien? Hagamos esto, si en una semana Lycia no te da lo que quieres...tú me ayudarás a deshacerme de Paulette cuando regrese.
-¡Alto ahí! Yo con esa niña no me meto, la respeto demasiado- ¿Qué mierdas?
-...Y si ganas convenzo a Lycia de que las dos hagamos un trío contigo ¿Aceptas?- extiendo mi mano y sé que la oferta es demasiado tentadora para él, un ninfómano. Matt sonríe y aprieta mi mano.
-Pero no debes decirle sobre esto a ella.
-Por supuesto- el sale y yo me recuesto con Lycia, sé que él está escuchando tras la puerta, no se fía de mí. Miro a los ojos a Lycia y ambas sonreímos, cierro mis ojos y me duermo.

Mala JaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora