Ella esta hecha para ser amada, no para ser comprendida

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Despierto al lado del hombre que más amo en el mundo. Sus ojos siguen cerrados, anoche estuvo pasando archivos de calificaciones mientras yo lo distraía; derramé un poco de café sobre las calificaciones de Anto ''accidentalmente''. Me contó sobre ella, que está por una beca en la universidad, vive solo con Nate ya que su madre la abandonó con su padrastro y este abusaba de ella. Me levanto y me ducho, veo su cepillo de dientes y me da la idea de enjuagarlo en el agua del retrete pero recuerdo que lo beso todo el día y es como hacérmelo a mí misma y salgo del baño sin hacer la travesura, cuando abro al puerta lo primero que encuentro es al director de mi universidad completamente desnudo en la puerta.
-¡Woow! ¿Dónde quedó la decencia estos días?- me tapo los ojos y salgo.
-Se fue al carajo el tres de marzo del noventa y nueve- entra al baño y me imagino cuantas bolitas de Nesquik han caído desde su trasero hasta el retrete. Me visto y cuando estoy poniéndome los zapatos él sale- ¿Dónde vas?- se acerca a mí.
-Iré a Londres a ver a mi mamá- pongo mis pies en el suelo y me acerco a él, veo su pecho desnudo y acaricio la cicatriz que ahora forma mi nombre en letra de carta sobre su corazón.
-¿Quieres que te lleve?- me rodea la cintura con los brazos y me acerca a él de un tirón.
-Iré con Edward en su auto, volveré un poco noche- alzo la mirada a sus ojos y veo en sus pupilas el deseo que tiene en este momento- No puedo llegar tarde- le advierto leyendo su mente.
-Sólo serán diez minutos- sonríe.
-¿Tan hábil te crees?
-Sólo lo que soy- me empuja hacia la cama y rápidamente me quita los zapatos y los pantalones, aparta mis bragas y me llena con fuerza. Exactamente doce minutos despues estoy terminando de ponerme los zapatos de nuevo.
-¿No te ha vuelto a llamar?- pregunto, él no me contesta.
-Jadesy es muy terca.
-¿Estás excusando a Puttet? ¡Nos llegó a arruinar la existencia!- Cameron se levanta y me abraza.
-Lo único que puede arruinarme la existencia es perderte- me besa el cuello.
-Ya, ya, ya- me aparto- Pórtate bien, le diré a Lycia que venga a vigilarte- tomo mi bolso.
-Jane ¿Enserio nunca te reconciliarás con Dan...
-¡Ni menciones su nombre! ¡Ella está borrada de mi vida! Adiós- le lanzo un beso y salgo del edificio. Tomo un avión privado a Nevada. El portero me recibe en la entrada del internado.
-Buenas tardes, señorita Dallas, no sabíamos que iba a venir- me abre. Cuando entro saco de mi bolso las llaves de la puerta principal y entro, todas deben estar en clases. Voy a la oficina de Martín y entro a los archivos computarizados de su computadora. Veo las actualizaciones y encuentro que Paulette fue dada de baja ayer a las diez de la noche ¡Mierda! ¡¿Cómo voy a matarla si no sé donde está?! Salgo furiosa y me encuentro con la directora del internado, una prima de Dallas.
-Jane ¿Qué haces aquí?- me abraza, yo me aparto.
-Sólo quería venir a visitarte, tía.
-Ah, pensé que venías a ver a tu padre- ¿Cómo? ¿Está aquí?
-B-b-bueno, de paso también ¿Sabes dónde está?- Ella sabe que está vivo ¿O nunca lo creyó muerto?
-Ha de andar por ahí, casi no hablo con él, se comporta muy rápido últimamente.
- Iré a caminar por los alrededores un momento.
-Está bien ¿te quedas para cenar?
-Claro- eso me daría tiempo para hallar a Dallas, no sé que le diré cuando lo vea.
Camino por los alrededores del internado, es un lugar grande, aunque es más grande el de Chino Hills.
-¿Por qué tan sola?- doy un salto al escuchar esa voz. La que escucho en mis sueños, la que nací escuchando. Me volteo y miro aquel hombre con el que crecí. Dallas trae el cabello más corto, me mira entre las luces ténues de los faros.
-Hola- me limito a contestar.
-¿Cómo te llamas?- sonríe ¿Cómo que cómo me llamo?
-¿Perdón?- me acerco a él y me mira confundido.
-No te había visto antes ¿Eres nueva interna?- ¡¡Está bromeándome!!
-¡Eres un imbécil, Dallas! ¡Mi mamá ha estado muy mal por lo que hiciste! ¡¡¿Cómo pudiste hacernos esto?!!
-Tranquila, niña. No sé que problema tengan tú y tu mamá, puedo ayudarte.
-¿Qué? ¿Me estás haciendo burlas? Maldito irresponsable
-Niña, deberías ir a tu habitación y descansar.
-Papá ¿Cómo pudiste hacernos esto?- mis ojos se llenan de lágrimas.
-¿Por qué me dices papá?- da dos pasos atrás y mi paciencia se colma.
-¿Qué te pasa?
-¿Qué te pasa a tí? ¿Quién eres?- sus ojos se agrandan y me mira aterrado ¿Quién soy? ¿Qué pasa con él?
-¿No sabes quién soy?- niega con la cabeza mientras da otro paso hacia atrás- Que bien. Porque ahora yo tampoco sé quien eres- mis ojos no aguantan más y corro fuera del lugar. Golpeo la pared que tengo en frente y quiero morirme. Moría de ganas de abrazarlo, estar dos meses sin él fue tan duro pero a él no le importó, ni siquiera me quiso reconocer. Quiero matarlo; matarlo y abrazarlo. Caigo al suelo y rompo en llanto ¿Qué me está pasando? ¿Por qué me pasa esto a mí? Meto mi cabeza entre mis rodillas y muero ante cada recuerdo que pasé con Dallas. Todos éramos felices, aunque él me arruinara la vida estábamos bien y ahora todo era polvo, ya no quedaba nada de aquella familia; divididos todos. Mi madre en Londres, él escondido, Edward en los cayos del diablo y yo en los intestinos de Lí-Sellers.
-Jane ¿Qué te pasa?- escucho ese acento irlandés que reconocí al instante. Es Laura Dallas, la prima de Dallas.
-Tú también nos fallaste, todos los Dallas son una mierda- me levanto y la encaro- Jamás pensé que aborrecería tanto tener esta maldita sangre. Si pudiera me la sacaría toda y se las diera a tragar.
-Jane ¿Por qué me dices eso?- dice alarmada. Me enfurezco más y la empujo, salgo lo más rápido que puedo del internado dando portazos a mi paso y haciendo maniobras en el césped para no caerme. Llego a la entrada del internado y miro hacia los lados, está vacío y oscuro.
-¿Quiere que le consiga un taxi?- ofrece el portero, asiento y él llama, a los minutos llega el taxi y yo subo.
-¿Dónde te llevo?- dice el tipo mientras me mira por el retrovisor.
-Al aeropuerto nacional británico- susurro. Luego de veinte minutos de reflexión vana llego al aeropuerto y regreso a Mánchester en un mini avión de los más asqueroso, pero a estas horas fue lo único que hallé. Salgo de aeropuerto y está lloviendo, encontré un taxi pero me quedé sin efectivo a medio camino y me tuve que bajar de él; el día no podía ser peor. Caminé por lo menos dos kilómetros para llegar al apartamento, seguía lloviendo con mucha fuerza y yo estaba tan molesta que ni siquiera sentía la lluvia. Al fin llegué al apartamento.
-Buenas noches- dice el portero. Lo ignoro y entro al edificio, la recepcionista me detiene.
-Disculpe ¿Vive aquí?
-Sí, vivo aquí- ruedo mis ojos.
-¿Su nombre?- pregunta. Suspiro y me acerco al mostrador.
-Jane Dallas, el dueño del piso es Cameron Lí-Sellers; vivo con él.
-¿Cuál es su piso?
-Décimo, tercera- la paciencia me burbujea en la médula.
-No hay ningún piso a nombre de Cameron Lí-Sellers ¿Está segura que no se equivocó de edificio?
-¿Hard Red, no?
-Sí, es este...¿No quisiera regresar después?
-¡Son las dos y media de la mañana! ¿Cómo voy a regresar después, inepta?- doy un golpe en el mostrador.
-Lo siento, señorita. No la había visto antes y no puedo dejarla pasar ¿Tiene la llave del piso?- Mierda.
-No.
-Bueno, el nombre que me dio tiene vinculación con al propietaria del piso.
-¿Cómo?
-Sí, tienen casi el mismo apellido- ¿Qué putas?- Sellers.
-¿Sellers? ¿Osea que el piso está a nombre de...Paulettet?- Me doy un tiro.
-Sí, Paulette Sellers es la propietaria del piso- Mis mil demonios se baten en mi médula como un licuado de fresa. Corro hacia el ascensor y el tipo de seguridad me detiene antes y me levanta del piso- ¡Suéltenme! ¡Yo vivo aquí! ¡Déjenme ir que tengo que matar a Cameron!- me sacan del edificio y me sigo mojando, busco mi teléfono y le marco a Cameron, estoy echando chispas por los poros; maldito Lí-Sellers no me contesta. Estampo el teléfono y este se rompe y se moja, lo pateo y regreso a la entrada.
-No puedes pasar- el tipo me bloquea la entrada.
-Yo vivo aquí, maldita sea.
-Eso no puedo saberlo y dijo que mataría al señor Lí-Sellers, no puedo dejar que pase.
-¡¿Lí-Sellers?! ¡Obvio que lo voy a matar! ¡Por favor, vivo con él! Me acuesto con él todas las noches ¡¡Déjame entrar!!
-¿Es su esposa?
-¡Acabo de cumplir 18 años! Mira, mira...tengo pruebas- busco en mi bolso y saco la tarjeta de crédito con el nombre de Cameron Zachary Lí-Sellers. Mierda, odio que Cameron legalmente sea 'Sellers'. Me dan más ganas de matarlo. El tipo la lee y alza una ceja dudoso- ¡Me dio su madita tarjeta de crédito! Vivo aquí.
-Está bien, ven- abre la puerta y entra al vestíbulo conmigo- Si vive con el señor Lí-Sellers- le dice a la recepcionista me dejan pasar. Aparece una nube de lluvia sobre mi cabeza y me persigue por toda la recepción, entro al ascensor y mis zapatos chapolotean bajo mis pies, mi pelo está mojado y lacio <Como el de Dallas> Me miro en el espejo del ascensor y la chaqueta mojada se pega a mi piel y está comenzando a ponerse incómodo. Se abre la puerta y me dirijo hacia la puerta del apartamento, bajo la alfombra hay una llave, la saco y entro. Todo está oscuro, quizá Cameron no está, aunque tengo infinitas ganas de desahogarme o desquitarme con él y que me calme con faje prefiero que no esté para no decirle nada malo y se enoje conmigo más, no quiero que vuelva a pasar. Entro y lo primero que veo me lleva el corazón a la boca y luego a los talones, parpadeo un par de veces no pudiendo creer...¡Es real! Mi corazón se entumece y quiero matar, morir y destrozar...Cameron está sin camisa en la cama frente a una chica cabello castaño  casi pelirrojo frente a él, ella le está acariciando el pecho...ella es...Paulette. Mis piernas tiemblan y mis ojos se llenan de lágrimas, no siento mis extremidades, pero agarro todas mis fuerzas y camino hacia ellos pero una morocha con ojos oscuros de la nada aparece y me interpone el paso, la reconozco; es Jadesy.
-Ahí no tienes nada que ir a interrumpir, muñeca.

Mala JaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora