Te enfermerá de su amor enfermizo

1.5K 59 0
                                    

Dí media vuelta para ver el rostro de Cameron. Él permanecía de pie con los hombros caídos y una expresión de 'estoy en tus manos' Amaba esa expresión, la miraba mucho con Jack. Cameron tenía los ojos llenos de agua y casi haciendo un puchero, se miraba tan vulnerable, débil, frágil e indefenso. No parecía que era el director de la mejor universidad de Mánchester, el que dirigia 280 mil alumnos y más de diez mil empleados. Todo en mis manos. Estaba prácticamente desarmado, necesitado, sus rodillas estaban débiles...Me ama, no pensé que sería tan fácil, y lo único que lo motivó a decírmelo era no perderme y lo dijo en un momento de dolor. Ahora sólo me faltaba hacer que él hiciera lo que yo quisiese cuando lo quisiera, y nada mejor que el entrenamiento más básico que existe para el hombre; el de un perro. Si se porta bien, premio, sino, castigo, simple y práctico. Tú, mi querido Cameron Zachary Lí-Sellers, tienes mucho poder en Mánchester y ese poder lo quiero yo, sobre todos y sobre tí. Cameron cada vez empinaba más su labio mostrando un puchero y a punto de soltarse en llanto yo corrí hacia él y me lancé a sus brazos, lo abracé con fuerza, luego de unos segundos de reaccionar flexionó sus brazos para corresponder el abrazo, seguro pensó que le iba a decir una y mil mierdas para hacerlo sentir mal, pero el punto era hacerme la 'enamorada' para ganarme la confianza de su corazón y que hiciera lo que a mi me plazca. Cuando lo solté y lo miré una lágrima solitaria abandonó sus ojos y rodó por su mejilla.
-Mi Cameron- limpié su cara-...Eres lo mejor que tengo.
-Jane...-sollozaba-...¿Tú me amas?- escuché tanta vulnerabilidad en su voz. Oh Cameron, debo decirte lo que quieres escuchar.
-Cameron no estoy acostumbrada a decirlo, pero no puedo creer que te hayas dado cuenta hasta ahora de que lo hago- acaricié su mejilla y lo besé suavemente. Un tosido fingido nos separó; Berlín.
-Disculpen...La familia quiere saber si pueden volver a la mesa- puso sus manso en su cintura. Cameron y yo nos miramos; yo le sonreí tiernamente y asentí. Él me dio un beso en la frente, me abrazó por la cintura y caminamos de nuevo hacia adentro; nos volvimos a sentar en el comedor.
-¿Está todo bien?- preguntó la abuela Melissa.
-Sí, esta todo bien, gracias- dije retomando mi plato. Los niños ya no estaban- ¿Dónde están todos los niños?
-En cama, ya es su hora de dormir- Mi psicópata rió a carcajadas ¿Hora de dormir? ¿en qué siglo estamos?
-Dime, Jane ¿Qué estudias?
-Criminología Antropológica- murmuré.
-Interesante ¿Es tu primer años? Berlín está repitiendolo, lástima que no pudo pasar a segundo año- dijo inocentemente Paula. Ay, no me digas que es una burra.
-Jane, es muy inteligente, tiene excelentes calificaciones. Es una genio en las matemáticas- dijo Cameron orgulloso ¡En tu cara Berlín!
-Wow- murmuraron todos.
-Increíble, tal vez deberías darle unas tutorías a Berlín- sugirió su madre. Mi psicópata interna tenía ojos de espiral y se reía como loca desquiciada frotando sus manos.
-Eso estaría muy...apropiado, yo con gusto- Nada como restregarte en la cara que soy mejor que tú en tantos aspectos.
-¡No! No hay necesidad, madre- ella presionó su mandíbula.
-Berlín, no desprecies la buena voluntad de Jane- la regaló su padre.
-¿Por qué Matt no vino?- le susurré a Cameron.
-Él nunca viene a estas cosas, toda la familia lo critica por tener hijos de diferentes mujeres y no tener una pareja estable, como ves aquí cuando nos ajuntamos con alguien se da por hecho que es parte de tí, tú eres parte de mí- me dio un beso rápido en los labios.
-¿Qué otras aficiones tienes, Jane? Disculpa que preguntemos tanto, queremos saber de tí ya que eres quien cuida a nuestro bebé- se burló la que nombró su prima favorita, Cameron se sonrrojó.
-Cameron practica motociclismo- dijo una de las tantas primas que ni el nombre recordaba- Pero el muy tonto no quiso ser profesional desde el incidente- ¿Incidente? Lo miré, él evadía mi mirada.
-De hecho, no soy tan bueno, lleve a Jane al Motocross Mánchester Cicuit Fire Free y me ganó en gp-todos jadearon.
-Esta chica es un tesoro- dijo la otra abuela, Berlón rodó sus ojos ¿Ves, perra? Yo un tesoro, tú una inútil, producto de condón roto y orgasmo mediocre.
-Yo no practico el motociclismo. Soy más de kickboxing, tiro, cocina, montar- no exactamente a caballo, pero esa parte me la reservaré- Soy buena en casi todos los deportes, sobre todo en el skate...pero mi especialidad es el faje- todos rieron levemente.
-Amo tu forma de ser, Jane, eres tan directa, natural, espontánea y alegre; es justo lo que Cameron necesita, ojalá Berlín fuera como tú- dijo la prima favorita ¡Nooo! ¡Que Berlín no sea como yo! ¿Por qué me desean ese mal?
Cuando terminó la cena, todos nos unimos a una fogata en el patio trasero. Enserio parecía una familia, jamás hacía esto, en casa una reunión familiar era que mis abuelos me regañaran, mi madre emborrachándose con Shawn y hablando de faje, mi padre viendo un partido de fútbol recostado en las piernas de mi tía Caro mientras ella hacía sus malas imitaciones de narrador acariciando el pelo de mi padre, Sol regañando a sus dos hijos, o demonios como los llama ella, que segun sé ahora son tres, cada uno de diferente hombre, Mary fumando marihuana en la parte de atrás de la casa, Danielle registrando los mensajes del teléfono de Edward debajo de la cama y Edward y yo en el suelo jugando a las vencidas.
Todos sentados sobre troncos, excepto los abuelos que estaban en una cómoda silla de mimbre acolchada. Todas las parejas permanecían abrazadas, Cameron me tomaba de la mano.
-¿Hace cuánto pasó lo de sus padres?- susurré. Cameron me miró extrañado.
-Hace...-hizo conteos mentales-...cinco años.
-Al menos tenemos algo en común- Papás muertos, somos la pareja ideal- ¿Cada cuanto hacen esto?
-Una vez al mes, nos gusta mantenernos unidos.
-Wow. Las hermanas de mi madre son sus mejores amigas, Sol, tengo siete meses de no verla ni a sus hijas, bueno aunque no es que las quiera ver, Jadesy es una perra más y sus hijos joden más que lo que faja la prostituta más cotizada de Europa...
-¿Cómo dijiste?- me miró perplejo.
-Que sus hijos son mini pirañas...
-¡No!- me detuvo-...¿Cómo se llama la hija de la amiga de tu madre?
-¿De Jade Jadesy...- de repente se puso pálido- ¿Por qué?
-Nada- cabeceó.
-Dígame- tomé su rostro para mirarlo a los ojos.
-Cameron...-lo llamó Liz, todos la miramos-... Amber Dallas me llamó hace dos días, olvidé comentártelo, creo que vendrá pronto- hizo un gesto.
-¿Mi mamá vendrá?- dije emocionada.
-Morimos por conocerla- dijo la abuela Melissa. No lo creo, abuela.
-La mamá de Jane estuvo en coma luego de que su padre muriera en un accidente que Jane provocó- Berlín resaltó la última frase.
-¿Recuerdas ese accidente? ¿Cómo fue?- preguntó Samantha. Yo fulminé con la mirada a Berlín.
-Recuerdo muy poco, yo tambien estuve hospitalizada- dije entre dientes.
-¿Cuándo viene? ¿No te dijo?- Cameron frunció el ceño.
-Mañana- dijo en un tono de culpabilidad.
-¡¿Mañana?!- dijo exaltado ¡Si! ¡Habrá borrachera mañana!
Entre relatos familiares y chistes, la reunión familiar terminó. Íbamos de regreso a casa en el auto. Ya tanto tiempo que no me desvelaba que hasta traía sueño, Cameron conducía en auto serio, yo permanecía viéndolo como tonta. Este hombre es increíble, es el sueño de cualquier mujer. Mi madre nos visitaba mañana, mínimo venía a buscar alcohol porque Caro no la deja tomar, llamaré a Shawn en la mañana para saber sobre su estado, Edward estará emocionado. Ay, Cameron, Cameron...Ya admitiste estar enamorado pero aun tienes control sobre tí mismo, y eso no está permitido. Debo hacer que caigas en mis manos completamente, que confies ciegamente en mí. No quiero quitarte tu poder, tu ser y tu autocontrol, quiero que tú mismo me los entregues, que ruegues por dármelos, y ése es mi trabajo. Yo controlaré tu vida, tus sentimientos, tu pensamiento, tus acciones y reacciones, serás mi pequeño robot.
-¿En qué piensas?- Cameron me miró sonriente.
-En lo que me dijiste hace unas horas- sonreí tontamente. Él expandió su sonrisa, entrelazó nuestras manos y la besó.
-Nunca imaginé decírtelo así- bajó la velocidad. Quiere pasar más tiempo hablando de esto. Aparenta darle lo que quiere y él te dará lo que quieres.
-Me comparó con la luna...Insignificante pero necesaria....Мое солнце, My sun...Mi sol; en el idioma que quiera.
-¿Sol?- frunció el ceño.
-Como usted...hermoso...brillante...caliente- sonreímos-...y la luz de él se refleja en la luna. Sin el sol la luna no sería lo que es- me miró serio- No quiero otro accidente, no despegue la vista-
Llegamos a casa, Edward estaba en el sofá viendo Rugrats. Idiota. Danielle ya estaba dormida. Luego de darle la noticia a Edward de mamá subí a mi habitación.
-¿Quieres tomar un baño antes de dormir?- susurró Cameron detrás de mi oído, mi cuerpo se tensó, no sabía que estaba detrás de mí.
-¿Viene acompañado con alguna otra cosa?- me volteé.
-Ahora...amor- acarició mi mejilla. ¡Mierda! Fuimos a su habitación y comenzó a llenar la bañera.
-¿Por qué te incomodaste cuando mencioné a Jade? ¿La conoces?- dije mientras me quitaba la ropa.
-No. No a ella- se quitó la camisa y me abrazó por la espalda- Amo tu olor- me haló hacia el baño.
Cameron estaba en la bañera detrás de mí acariciando mis hombros, el agua y la espuma me llegaba al pecho. Le sentía tooooodoooo. Estaba bastante alegre.
-¿Qué le dirá a mi madre?- él suspiró.
-No creo que le guste la verdad, pero no hay otra cosa que decir.
-Mejor, no pensemos en eso- me volteé hacia él.
-Te amo, Jane- acarició mi mejilla y me besó. Yo enlacé mis brazos en su cuello y mi pecho se rozaba con el suyo. Cameron acariciaba mi espalda con mucha delicadeza, era tan delicados sentir sus dedos en mí, en mi piel mojada, tan necesitada de él. Yo enterraba mis dedos en su cabello con mis codos en sus hombros. Él me levantó levemente para besar mi cuello y bajar a mis pechos mojados, me tomó de la cintura mientras mordía con suavidad mis pezones, yo sentía como todo mi cuerpo se hacía cada vez más sensible. Su piel era el toque más cómodo para mi cuerpo, era como si su cuerpo estuviera hecho para calzar en el mío. Abrí mis ojos para verlo, él los mantenía cerrados. Ver su rostro enamorado, excitado y cálido me provocó un escalosfrío interno. ¿Qué tal si no es a tí a quién ama? ¿Si está pensando en alguien más? ¿Aún necesitará a Paulette? ¿Pensará en ella mientras yo no estoy o aun peor...cuando estoy? ¿Qué haré si ella regresa antes que haya terminado mi plan? Me parté un poco.
-¿Qué pasa?- vi inquietud en sus ojos.
-No quiero perderte- ¿Yo dije eso? Bueno, sí, lo dije pero ¿Pensé en decirlo? No, no lo pensé. Fue algo instintivo. Es verdad, no quiero perderlo...Pero...¡Por que yo nunca pierdo nada!...Si, por eso. Él sonrió enternecido.
-Jane, soy tuyo en todos los sentidos. No quiero que me controles, al menos no manipuladoramente. Hay una batalla en mi mente entre mi razonamiento que dice 'Cameron, no seas idiota, sólo serás el nuevo Jack, es cuestión de tiempo' Pero hay otra parte de mí que dice 'La amas, desde hace mucho y ahora la tienes ¿Enserio vas a dejarla ir?'' Mandé al carajo el razonamiento porque me atemorizó la idea de no tenerte- No te quieres, Li-Sellers, no sabes el poder que me estás dando. Vamos a hacerte una prueba, Lí. A ver si todo lo que dices es cierto, déjame ratificarlo. Me levanté, tomé la toalla, me envolví en ella y salí de la bañera sin ver a Cameron. Salí del baño y él se levantó inmediatamente- ¿Dije algo malo?- dijo intranquilo. Yo no le respondí.
-Tengo sueño- salí de su habitación y entré a la mía, Cameron me siguió. Primer síntoma de auritarismo.
-Amor, perdóname, no quise decir algo que no te gustara- dijo en un hilo de voz. Yo tiré mi toalla y me puse mi ropa interior. Seguí son contestarle- Jane...- me senté frente al espejo y comencé a peinarme-...mi amor...- Ahora la prueba de fuego, sé que es riesgosa y aún es pronto, no tiene el nivel de docilidad de Jack, pero quiero ver en qué categoría de sometimiento está, quiero ver que tanto poder tengo en este instante. Y quiero ver qué tanto me cuesta arreglar el problema que estoy por crear, voy a hacerte sentir mal hasta que te hartes y te vayas, pero quiero ver cuanto tiempo tardas en retomar cabeza.
-¿Sabes qué es lo que pasa, Cameron?- me levanté- ¡Que yo no soy una de tus malditas amantes! ¡Yo no tengo ese zorrismo de hacer todo lo que tú digas. Estoy acostumbrada a hacer las cosas a mi modo, y ahora quieres que venga y cambie todo ¡No puedo!- lo empujé.
-Pero, Jane, yo sólo trato de que esto funcione- Primer intento. Edward no es el único que hace experimentos.
-¿Qué funcione? ¿Cómo va a funcionar si una vez mas, maldita sea, no me aceptas como soy?
-Sólo quiero que nuestras diferencias podamos aclararlas- sigue humilde. Treinta porciento humilde.
-¿Diferencias? Tú controlas tu universidad, yo mi vida, es igual.
-¿Qué es lo que te molesta?- me tomó de las manos.
-¡Que yo te acepté con todas y tus malditas mañas y tú no me aceptas como soy!
-¡Jane, deje a todas mis amantes por tí! ¿Qué más tengo que hacer?- dijo en un tono de reproche, Oh no, rebelde no.
-¡Yo tambien me he alejado de todos por usted! ¿Me está reprochando? ¡¡Si tanto le duele haber dejado a sus mil hoyos negros, búsquelos!! ¡Vaya por ellos! ¡No vaya a ser que llegue alguien que los rellene primero!- gritaba.
-¡¡Por Dios, Jane!! ¡Eres una insaciable! Acepto todo lo que me pides, te llevo a conocer a mi familia, te digo que te amo ¡¡Y no te parece suficiente!! ¿Crees que no me doy cuenta?- ¡Uy! ¿De qué?
-¿De qué habla?
-Jane, tú no me amas, lo sé ¡¡Sé que no me amas y que estás intentando controlarme!! Sé que lo único que quieres es pasar el rato conmigo y divertirte. Sé que tienes esa sed de control sobre mí, sobre todas las personas ¡Nisiquiera estás intentando quererme y lo sé!
-¿Ahora me acusa de no quererlo? ¿Quién es el insaciable? ¡Yo tambien he hecho cosas por usted! Pero si me cree una loca, controladora, manipuladora, maldita ¡Ahí está la puerta! ¿Cómo putas quiere que yo crea que me ama y todo lo que me dice si usted no me cree a mí? ¡¡Ah claro!! Porque yo soy la desquiciada jactanciosa que juega con la gente, por eso no soy digna de confianza, pero usted que que juega con mujeres, se acuesta con miles y usa su propia oficina como cuarto de prostíbulo y expendedor de condones ¡A ese si hay que creerle! ¡¡Claro, ese si!! ¡Si yo no soy digna de credulidad usted tampoco! Porque si en una cosa usted se equivoca es en que somos diferentes. Somos más semejantes de lo que piensa. ¿Quién me garantiza que no soy un cierre más que usted abrió y que está utilizando? ¿Dejar a las amantes? ¡Gran prueba! Las deja, se acuesta conmigo para hacerme creer que me quiere y cuando se aburre regresa con ellas o se busca otras ¡Eso no cuesta nada! ¡¡No soy estupida, Cameron!! ¡Al menos no como usted me cree! Soy yo quien debería desconfiar del mujeriego que me puede dejar en cualquier momento ¿O es más lógico desconfiar de la 'maldita manipuladora' que le dio su virginidad como prueba? Si fuera una manipuladora ya hubiera dado mi coño a Jack para manipularlo, pero él es así por su propia desición. Yo no pido, demando o exijo el control ¡¡Ellos me lo dan!! Use las neuronas del cerebro y no las culebras locas que trae dentro de las bolas ¡Si yo necesitara control lo buscaría en Jack que es en quien lo tengo completo!- la cara de Cameron se decaía cada vez más. Él había descubierto que yo trataba de manipularlo, de tomar el control sobre sus emociones, pero no sabía que tengo las mejores formas de poner todas sus palabras a mi favor.
-Jane...-dijo cabizbajo.
-¡¡No!! ¡Váyase, a la mierda! Le dije que yo no soy una falsa, hipócrita. Yo muestro mi cara tal y como es y si prefiere una santa vaya por Paulette. Me iré con mi mamá cando venga.
-Jane, no hagas eso...-se acercó a mí.
-Mi desición está tomada. Me ha ofendido con su desconfianza, ahora yo soy quien teme de usted y sus intenciones. Despues de todo es un hombre mayor experimentado, mujeriego. Bonita fama. Déjeme sola- me hice la ultrajada.
-Jane, mi amor, no lo había pensado de esa forma, fui egoísta, lo sé, sólo pienso en mí pero quiero que me des otra oportunidad...
-¡No! ¡Me ha humillado de la peor manera! Ahora váyase, déjeme llorar en paz, necesito descargar todo el amor que siento en lágrimas, y aunque no lo crea porque seguro cree que todo esto es una actuación, lo voy a extrañar muchísimo, pero como sabe mi dignidad va primero- di media vuelta fingiendo dolor, pero no pude evitar escapara una sonrisa de satisfacción por mi arte de engañar pero retomé la compostura antes que se diera cuenta.
-¡No, Jane! ¡No me voy! ¡No pienso perderte! No por un maldito error. Déjame hablar unos minutos, por favor.
-No quiero, quiero que se vaya a la mierda- lo miré.
-Está bien, me voy, espero que podamos hablar mañana- dio media vuelta ¡Nooo! ¿Es todo? ¡Equivocado! ¡Debes arrepentirte y rogarme más! Fui tras él y entré a su cuarto, él sólo me miró. Tomé mi ropa del suelo.
-Perdón, deje mi ropa- comencé a llorar sin sollozar, sólo dejaba que mis lágrimas falsas cayeran. Él me miró con culpabilidad y cuando caminé hacia la puerta él me detuvo.
-Llevas mis bóxer entre tu ropa- ¿Qué? ¡Mierda!
-Disculpe, pensé que no iba a notarlo- saqué sus bóxers. Él sonrió ¡No sonrías, maldito! Tomé el bóxer y fui a gurdarlo a una gaveta, la llave estaba pegada, cosa rara porque nunca lo está.
-¡No, Jane, no abras eso!- Cameron quiso detenerme pero era tarde, ya había visto lo que había dentro...Increíble, maldito bastardo.
-Wow- saqué aquellas fotos. Cameron besando a una chica, se mriaba bastante aniñada, era Paulette.
-No mires eso- quiso cerrar la gaveta.
-¿Aún posee todo esto?- Maldita sea, esto me dolió hasta la ingle ¿Por qué tiene cosas de esa perra? Miré que habían cartas, fotos y...¿¿¿Un anillo de bodas???

Mala JaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora