Fuck u

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-¡¡Maldito!!- comienzo a lanzarle palmadas como loca, me levanto del asiento y busco entre la penumbra mi ropa. Busco la maldita luz interior del auto en el techo pero no tiene, esto debe controlarse desde el volante.
-¿Qué pasa?- dice Cameron preocupado. Logro alcanzar mi sostén y me lo pongo- Amber ¿Qué hice?
-Cállate, no quiero escuchar tu voz- sigo palpando en la oscuridad buscando mi ropa. En mi búsqueda toco ciertas zonas de Cameron. Siento algo que no le encuentro forma y me doy cuenta que son los bóxers de Cameron, los tiro y sigo en mi búsqueda.
-Mi amor...
-¡Mi amor nada! ¡No puedo creer que me hayas hecho esto! ¡¡¿Soy tu maldito payaso o qué?!! Muy divertido tu jueguito, ¿No?- busco su rostro y halo sus mejillas con fuerza.
-¡¿Pero qué hice?!
No le contesto mientras me pongo el vestido, no encontré mis bragas pero eso no va a detener mi salida dramática. Intento abrir la puerta del auto pero no se abre; mierda, olvidé que las había cerrado.
-Abre la puerta- ordeno.
-¿Dónde vas?- me toca la espalda.
-¡Lejos de tí!- me cruzo a la parte delantera y mi trasero casi queda atorado, por suerte esta oscuro y no me ve.
-Amber, eres muy rara, te lo juro- dice entre risas, si no salgo de aquí lo voy a matar y volveré a mi status de viuda.
Toqueteo todo lo que tengo enfrente y se enciende el aire condicionado, la radio, el velocímetro, la bocina, todo menos las puertas.
-¿Dónde está? Mierda- digo mientras sigo toqueteando todo.
-Pero ¿Qué desastre estás haciendo? Por Dios, ¿Qué edad tienes?- se cruza al asiento de adelante, apaga la música, la luz del velocímetro y todo lo demás.
-Treinta y seis ¡Abre la mal...-me volteo para gritarle y soy recibida con sus labios. Me sostiene la cabeza con las manos y me presiona su rostro para profundizar el beso y comerme entera. Luego de unos segundos suelta mi boca y yo quedo deseando más.
-¿Ahora me dices por qué estás gritando como desquiciada?- susurra en mis labios y yo estoy embobada.
-¿Te pusiste la ropa?
-Sí.
-Entonces sí podemos hablar- retomo lo que queda de mi compostura- ¿Por qué inventaste todo esto de la amnesia?
-¿Qué? No es un invento- bufa.
-¿Y cómo es que recuerdas lo de la frase? ¡Estás jugando conmigo, Cameron Dallas!
-No- ríe a carcajadas- No digas eso- siento su mano rozando mi mejilla- Amber, en la portada del video de nuestra boda está esa frase, también en el reverso de las fotos, en mi anillo de casado, y juraría que en el tuyo también...-se acerca y siento su respiración en mi cuello, planta besos húmedos en él y mi piel se eriza- ¿O no?
-Sí- susurro mientras cierro mis ojos dejándome llevar por las sensaciones. De la nada oigo que golpean la ventana y un foco se asoma a través de la ventana. Cameron me suelta y mira la ventana.
-Mierda- enciende las luces y abre la ventana del auto, un policía se asoma.
-Disculpe, señor. Esta en zona restringida- dice serio.
-Perdón, oficial. No lo sabía, no soy de Londres.
-¿Me muestra sus documentos, por favor?- me mira.
-¿Yo qué?
-Que me muestre sus documentos.
-Yo no lo conduje.
-Usted está al volante.
-El auto no está en marcha.
-Muéstrenme cualquier pedazo de papel, lo que sea- dice fastidiado. ¿Qué le pasa a este pedazo de...
-Aquí tiene- Cameron le muestra su licencia y los documentos del auto.
-Cameron Dallas...-lo mira- si, es usted...Sabe que la prostitución está penada en este país- me mira ¡¡¡Qué!!!
-¿¿Prostituta??- me subo sobre Cameron para asomarme por la ventana y encarar al policía- ¡Prostituta habrá sido su madre! ¡Esa es la única prostituta que diario le recetaban un par de estas!- le muestro mis dedos medios.
-¡¡Amber!!- grita Cameron exaltado, y me regreso al asiento- Oficial, ella es mi esposa.
-¿Ah si?- alza un ceja.
-¡Sí! Amber, muéstrale la identificación- ordena Cameron.
-No tengo porque mostrarle nada más que mis dedos a este imbécil.
-¡Qué muestres la identificación!- Cameron busca el bolso en sus pies y saca mi identificación y se la muestra al idiota policía.
-¿Amber Dallas?- pregunta el oficial frunciendo el ceño y me mira- Sí, es usted...¿Dallas?...Dallas,conozco ese apellido.
-¿Perdón?- decimos Cameron y yo al mismo tiempo. El policía está pensativo, de la anda sus ojos saltan.
-¡¡Jane!!- grita ¿¿Jane?? ¿Mi hija?- Jane Dallas ¡Ella!- Cameron me mira y yo estoy congelada.
-Es nuestra hija ¿Cómo la conoce?- pregunta Cameron.
-Ahh, por favor, ella me hizo este tatuaje- se voltea y se baja el pantalón, su enorme trasero muestra un tatuaje asqueroso- ¿Increíble, no?
Me acerco y leo que dice ''Faje'' en letra de carta y una carita feliz. No puede ser.
-Faje- Cameron lanza una carcajada.
-Sí, amo esa palabra. Esa chica es hermosa, amé su tatuaje.
-¡¡¡¿Su qué??!!!

Mala JaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora