La solución es arrancarle la medula

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-No. No. No. Esto no puede estar pasando- dice mi madre tomándose del pecho.
-Mamá...-se acerca Edward-...Todo está bien. Esta mujer está equivocada.
-Es un término. No es el amor que siente Edward por Danielle o Jane por Cameron.
-¡Alto ahí! Yo no siento amor por Cameron- corrijo.
-Jane, estás perdidamente enamorada de ese tipo- bufa la psicóloga.
-Por favor, dígame que no es cierto- mi madre está a punto de llorar.
-No. Pero tampoco es lo que piensa. Es un término que se usa en la psicología.
-¡Por ahí debió empezar!- reclama mi madre, yo ruedo mis ojos. Esta mujer sólo crea dramas, quiere matar a mi madre del corazón.
-Son gemelos y han crecido muy juntos. Su amor no es físico ni carnal. El punto es que él es muy dependiente psicologicamente de ella, siente que sin ella su mundo se derriba. Y ella lo controla demasiado que necesita una vía de escape para sentir que lo recompensa; es entendible. Es un trastorno mental de dueño y esclavo, normalmente sucede con cierto tipo de personas; las que sacan de la pobreza a alguien necesitado, por ejemplo. En este caso no es un estado físico sino emocional.
-¿Me está diciendo que mi hijos tienen problemas mentales?
-Es un estado emocional complicado, no están locos, sólo que las circunstancias los han llevado a esto. El silencio de ambos me indica que no me he equivocado- nos mira. Edward está nervioso, yo no sé que pensar. Nunca lo había visto de esta manera, pero creo que tiene razón.
-¿A qué conclusión llega?- dice Amber.
-Ambos dependen del otro pero de diferente manera, necesitan darse cuenta que son dos personas individuales y deben hacer su vida como tal.
-¿Qué me recomienda?
-Que los separe, no por completo pero lo suficiente- ¿Qué? ¿Separarme de Edward? Eso no, no podría. Edward y yo nos miramos y el pánico nos envuelve ¡Me rehuso!
-¡No! ¡¡No puedo estar sin Edward!!- admito.
-No les digo que vivan separados, pero lo más saludable es que no se vean mucho en el día, además deben darse cuenta que no necesitan tocarse más de lo debido para mostrarse cariño. El contacto físico para ustedes es como pagarle al otro por lo que hace por cada uno. Si no se deben nada, no deben pagarse nada.
-Muchas gracias, doctora- se levanta mi madre.
-Un placer- estrecha su mano- Espero haber sido de ayuda.
-Mucha- ¿Ayuda? ¡Dale el maldito cheque que es lo que le interesa!

El camino fue silencioso e incómodo, yo pasé molesta. Ya llegamos a la casa, Cameron no está, sólo Danielle.
-¿Dónde fueron?- pregunta ella sonriente.
-Que te importa, Sherlock- subo las escaleras y me tiro en mi cama. Extraño a Cameron, quiero besarlo, se me eriza la piel al recordar lo de esta mañana. Quiero perderme en su piel, es lo único que me hace olvidarme de todo. Minutos luego mi madre entra, yo no puedo estar más fastidiada ¿Quién es esta tipa? No es la Amber Dallas que vivía con Dallas, Edward y yo en Londres, ha cambiado...cañón- ¿Qué quieres?
-Jany, Jany. Aún no te ha quedado claro mi postura- me hala del brazo con fuerza, me lastima.
-¿Quién? ¿Ahora te darás de la madre estricta? Cuando tú eras quien iba contra mi padre para dejarme tomar, drogarme y desaparecerme tres días.
-Toma, drógate, desaparece tres días...Pero a ser zorra yo no te he enseñado.
-Yo no quiero ser tu retrato, Amber.
-Ni yo quiero que lo seas. No hay necesidad de ser perfecta. Pero quiero que sepas que la vida que tuve no me enorgullece para nada, y creéme que has pasado cualquier límite que yo pude haber trazado para tí.
-¡No lo entiendo! ¡¿Qué carajos quieres de mí?!
-¡¡Decide!!- me agita de hombros y me fulmina directo a los ojos-...¿Jack, Cameron o cualquier otro purro del mundo? ¡Elige sólo uno, maldita sea!
-¡Mañana tendré 18 y puedo elegir estar con todos ellos si me place! ¡¡Incluso con tu queridísimo Jc!
-No serías capaz- No tienes idea de nada, mami y es mejor que no la tengas.
-Pruébame- alzo una ceja, ella me lanza una bofetada- ¿Sabes una cosa? ¡Si Dallas no regresa y se hizo el muerto es para no verte! ¡¡Estoy por largarme yo también!!
-¡Apartir de mañana puedes hacerlo! ¡Pero no con mi dinero!
-No, con el de mi padre.
-Tu padre no existe.
-¿Desde que Jc apareció?- Ella levanta la mano de nuevo y yo aparto mi rostro pero no me golpea.
-Te lo preguntaré una vez más...¿Cameron, Jack o qué otro?
-Edward- digo para fastidiarla, sé que eso le pondrá los pelos de punta- Quiero a Edward.
-¡Por Dios, Jane! ¡¡Estás enferma!!- azota la puerta y sale. Yo me lanzo al suelo de rodillas y presiono mis puños contra mi cara.
Jack, Cameron, Jc, Sam, Matt ¿Qué es lo que deseo? ¿Sin cual de ellos no podría vivir? Cameron, pienso inmediatamente. Jack es un esclavo, Jc una aventura y Matt una diversión. Llamo a Cameron, necesito oír su voz.
-¿Hola?- responde.
-Cameron ¿Dónde estas?
-En la universidad, necesitaba arreglar unos asuntos ¿Qué pasa, hermosa? No te escuchas bien.
-No lo estoy, necesito verlo ¿Puedo ir?- hago lo posible porque mi voz no se quiebre.
-C-Claro ¿Vendrás con Edward?- su nombre resuena en los rincones de mi purro imaginario.
-No. Quiero estar sola- susurro.
-Te espero- cuelga.
Bajo y Edward ya está en amores con Danielle, esto libera la bilis en mi estómago.
-Mamá salió- notifica Edward.
-Grandioso- digo sarcástica.
-¿Dónde vas?- pregunta Danielle.
-A capar un par de prostitutos. Soy inquisidora- salgo. Camino unos buenos kilómetros y encuentro un taxi. Llego a Mánchester y me siento acogida. La recepcionista me reconoce.
-Disculpe, señorita...No puede pasar- me detiene.
-¿Cómo que 'no puede pasar'?
-Sin cita, no- niega. Miro hacia atrás y no hay nadie de seguridad, me acerco a la mujer y le lanzo un golpe seco, rompo su nariz, esta sangra y yo corro dentro- ¡¡Seguridad!!
-Me la metí en el trasero- río mientras corro. Llego a la oficina, hay una tipa nueva en el escritorio de Sasha.
-Buenas tardes- sonríe confundida.
-¿Quién eres, engendro?- frunzo el ceño. Es rubia, bastante rubia, pero es natural, tiene pecas y no se ve tan mala, ése es el problema.
-¿Disculpe? Mi nombre es Louise Anderson ¿Tiene cita?- teclea.
-¿Dónde está Sasha?- exploro la oficina con la mirada.
-La subdirectora está en su oficina ¿Su nombre?
-No. No. No es a ella a quien quiero ver. No se moleste, yo me reporto sola- me dirijo a la puerta de Cameron, ella se levanta y me detiene ¿Qué pasa con las recepcionistas hoy? Están más igualadas que nunca.
-No puede pasar, disculpe.
-Yo paso cuando quiero- como era de esperarse es más pequeña que yo a pesar de los taconazos que trae.
-No, las cosas no son así- la puerta se abre y Cameron se asoma. Oh por Dios ¿Está más guapo que en la mañana? Amo su traje de director responsable.
-Jane- suaviza su expresión.
-¿La conoce?- jadea Louise.
-Claro. Ella puede pasar cuando quiera, Louise.
-Lo siento- dice apenada- Soy nueva y no sabía que..
-¡Si como sea! Sasha era más eficiente- me pavoneo hacia la oficina de Cameron, cierro la puerta detrás de mí, él regresa a su escritorio y trabaja, está bastante ocupado ¡Pues es tu día de suerte, Lí-Sellers! ¡Aquí viene tu distracción!
-Ten compasión de Louise- me sonríe. Me siento frente a él.
-Debo contarle muchas cosas.
-Te escucho- dice con la vista en la pantalla.
-Mi madre me llevo al psicólogo y la muy perra le dijo que Edward y yo estamos enamorados- Cameron alza su vista inmediatamente con pánico-...Relájate, Lí, estoy enamorada sólo de t...-Me detengo antes de terminar la oración que ni siquiera medité, Cameron sonríe y alza una ceja-...¡En fin! Nos mandó a separarnos porque dice que somos muy dependientes el uno del otro.
-Tu hermano se va a mudar a partir de pasado mañana. Supongo que con Danielle.
-Eso creo- ruedo mis ojos. Un sonido sale de la impresora seguido de un papel, Cameron se voltea en su silla y toma el papel, lo lee y me lo entrega- ¿Qué es?- lo reviso.

Mala JaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora