DISTANCIA (Ed Sheeran)

Capítulo 4: Los Angeles

El 20 había llegado, ese día era el gran viaje a Los Angeles. Hasta entonces todo había sido perfecto: el viaje, el trabajo. Ah! me olvidaba, el señor moreno que hablaba con Harry era el productor. ¡El nos contrató! Nos dijo que quería probarnos para darnos un "sí" definitivo, pero lo que había visto en nosotros fue asombroso. La banda sólo hacía covers y EP's, pero si Jonathan (el productor) nos decía que sí, grabaríamos nuestro primer álbum.

Quedaba lo más importante, el trabajo. Estaba super nerviosa, no solo porque nunca había viajado en avión, sino porque voy a tener la oportunidad de verlo a el...a mi más grande ídolo: Ed Sheeran. Nunca en mi vida conocí a un famoso, ni siquiera por que pasaran junto a mí.

-¿Te encuentras bien?-dijo mi abuela mirándome preocupada.

-Sí, estás algo pálida-continuó mi abuelo el que estaba sentado en la banca de al lado.

-No, digo sí-suspiré- Es que estoy algo nerviosa. Nada más.

- Ya estamos en el aeropuerto, no te puedes arrepentir ahora-bromeó Lili.

-Ni se te ocurra ahora Dawney Pena-dijo Felix con una sonrisa burlona.

- No, para nada -reí- No me pienso arrepentir justamente ahora.

*Atención pasajeros: el vuelo número 167 a con destino a la Ciudad de Los Angeles esta punto de partir. Por favor se les ordena abordar por la puerta número cuatro*

Suspiré-creo que esta es la despedida.

- Querida Dawn espero que la pases lindo. Trabaja duro.

- Si abuela, lo prometo-dije y la abracé.

- Chau nietita, diviértete-siguió mi abuelo al cual tambien abracé.

Luego seguía Felix - Toma tu guitarra, con cuidado que adentro guardé tu uña de la suerte.

-¿Uña de la suerte?-¿De qué se trataba eso?...

-Es un pequeño regalo para el viaje-sonrió guiñándome el ojo.

- Aww ven aqui tontito y dame un abrazo-dije extendiendo los brazos con la guitarra en una de las manos y lo estreché contra mí.

-Portate bien petisa, se te va a extrañar mucho-dijo separándose de mi- Llámame cuando puedas.

-¡Sigo yo!¡Sigo yo!-dijo Sophi saltando y extendiendo sus brazos para que la alzara y lo hice.

- ¿Qué quieres que te traiga de regalo?-pregunté a la pequeña

-Solo quiero que me traigas-dijo agarrando mis cachetes-una foto tuya con Ed Chiram.

Sonreí al reaccionar sobre su respuesta-Voy a tratar.

- Bueno, ¿Vamos Dawn?-dijo señalando con la cabeza la puerta nº4.

-Vamos-afirmé-¡Chau los quiero a todos!-grité mientras me dirigía al abordaje.

El viaje duró doce horas. Pero me entretuve escuchando música del Iphone de mi tía, porque la música que tenia el reproductor del avión era algo aburrida. Al llegar al aeropuerto, tomamos un taxi hasta la casa de Lili.

Wow, todo era tan diferente. Era como si estuviera en las películas americanas, absolutamente todo me hacia acordar a eso.

Al llegar al destino nos encotramos con una casa muy bonita color pastel de dos plantas, grandes ventanales, un jardín delantero verde lleno de distintos tipos de flores.

Lili abrió la puerta y se hizo un paso al costado para dejarme pasar. Entre dificultosamente debido a las maletas que llevaba.

La sala era enorme contenia un televisor de plasma de 42' aproximadamente, tres amplios sillones en forma circular, una pecera que dividia el comedor formal (que solo se usa para cenas importantes), la alfombra era de color chocolate y una puerta de vidrio que dividia la cocina con la sala.

- Tía, tu casa es enorme y hermosa-admití.

-Gracias. La decoré yo misma-dijo tomando mis bolsos exepto la guitarra-¿Quieres que te muestre la habitación donde te quedarás?

- Si, por favor-dije entusiasmada.

-Acompañame- dijo tomando rumbo hacia la cocina.

La seguí hasta la cocina, la cocina era linda, nada fuera de lo común, pero al ver detras de una gran puerta de vidrio, vi un patio gigante con piscina y fuentes de agua.

Seguí a Lili por las escaleras hasta llegar al final del pasillo. Entrando por la puerta se color blanco, había una pequeña habitación con un ventanal grande que daba a un balcón. Abrí la puerta para asomarme al balcón y detrás mío venia mi tía.

-¿Te gusta?-dijo mi tia apoyándose en el barandal-Es mi lugar favorito para venir a relajarme. Se puede ver toda la ciudad desde aquí.

El sol brillaba sobre la inmensa ciudad. La casa estaba sobre una gran colina lo que permitía que la vista se extendiera.

No tenía palabras, lo que estaba viendo era hermoso-Podría dormir aquí mismo-dije en broma.

- Y eso que no lo has visto cuando es de noche-dijo y hubo un pequeño silencio.

-Seria mejor que descansaras-reprimió-el viaje fue largo.

- Gracias, voy a dormir una pequeña siesta y luego ordeno las cosas.

-Esta bien. Pero vas a tener que esperar a ordenar.- dijo apoyándose en el marco de la puerta-Te despertaré a las cinco porque más tarde tenemos que ir al teatro a empezar los preparativos-dijo y entramos las dos adentro-¿Quieres algo de comer?-dijo casi abandonando la habitación.

- No gracias, estoy bien-respondí.

-Bueno, ¡acuérdate, a la cinco!-

No mas dicho esto me recosté en la cama de dos plazas y me quede profundamente dormida.