-Bueno...la mala noticia es que me vas a aguantar un tiempo mis tonterias en Argentina-yo tenía una cara de confusión terrible y entonces decidió aclarar- Porque la buena noticia es que me voy a tomar un mes de vacaciones para irte a ver.
Mi cara se transformó en una fiesta de alegrías. Me paré junto a Ed y lo abracé. Podía sentir como mi garganta formaba un gran nudo lentamente haciendo que mi voz se quebrara. Luego mire a mi alrededor y me di cuenta que varias personas nos miraban. Me separé repentinamente y me volví a sentar algo incómoda por como me miraban.
-No importa lo que digan los demas, tu felicidad es todo para mi-dijo Ed agarrando mi mano.
Después de cenar nos dirijimos a la fiesta que Ed me habia comentado. Era en un destacado club de Los Angeles llamado "Countdown". El lugar estaba repleto de personas por donde quiera que mirara. Ed tomó mi mano y me llevó directamente hasta la barra. Todas las sillas estaban ocupadas exepto una donde Ed se sentó rápidamente. Miré hacia ambos lados buscando una silla y no había ninguna desocupada. Miré a Ed y éste me agarró de las caderas sentándome en sus piernas. Largué una carcajada al estar sentada en sus piernas.
-¿Qué quieres de tomar?-susurró en mi oído.
-Pide tú por mi-dije y el asintió con una sonrisa.
Hizo una seña al barman para que se acercara y le pidió dos tragos. Después de un minuto, el chico se acercó con los tragos. Tomé el trago y lo levanté.
-Quiero brindar...por la mejor semana que he tenido en toda mi vida-lo miré y el hizo lo mismo.
-Y yo quiero brindar por lo mismo. Y también por la mejor chica que ha entrado en mi vida- sonreí algo sonrojada y chocamos los vasos- Salud.
Ambos vertimos la bebida, pero yo lo hice un poco más rápido que él.
-Oye tranquila, te quiero tener despierta toda la noche-dijo con una sonrisa burlona y acercó su cara hacia mi mejilla para besarme.
-No te preocupes. Yo se cuidarme.
-Si te supieras cuidar, no te hubiera encontrado en ese bar, y tampoco te hubiera salvado-dijo y besó una vez más mi mejilla.
Me puse de pie en un solo salto, tomé a Ed de la mano y señalé a la pista de baile con la cabeza. El negó y no se movió de dónde estaba.
-¿Por qué no?-pregunté apenada.
-No, no me gusta bailar. Soy pésimo-dijo avergonzado.
-Vamos- insistí. Sería muy en vano que hayamos venidos aquí y no bailemos.
-No- se negó.
- Si.
- No me pienso mover de aqui.
-Uff-bufé-Hazlo por mi-hice un puchero- Y porque es nuetro último día juntos.
Volvió a negar con la cabeza y bajó la mirada.
-Lo siento.
-Bueno, si no quieres ir...yo ire sola-sonreí y me dirigí a la pista de baile.
Ese era tan solo un truco. Sabía que si yo bailaba con otra persona que no fuera él, vendría aquí.
Me adentré entre todas las personas, caminando, mientras movia las caderas al ritmo de la música. Necesitaba llamar la atención de alguien que se ofrezca a bailar conmigo. De repente, alguien ya habia agarrado mi mano.
-Hola, linda.
Me di vuelta y había un chico muy guapo. Tenia cabello castaño peinado hacia arriba, ojos marrones y era musculoso.
-¿Quieres bailar?-preguntó sonriente.
-Claro...¿Como te llamas?- pregunté mientras tiraba de mi mano.
-Cameron... Cameron Dallas. ¿Y tu?
-Dawn Pena- sonreí- Eres más caballero que muchos otros chicos que invitan a bailar a las chicas.
-Son mujeres-contestó-Hay que tratarlas bien-tomó mi brazo dándome una vuelta y sonreí.
Comenzó a sonar otra canción y Cameron me tomó de las caderas pegándose a mi. Miré a Ed de reojo para que no me viera, y el no apartaba la mirada seria de mi. Está funcionando.
Segumos bailando, aproximadamente diez minutos, y Ed no sacaba la mirada de nosotros. Cameron volvió a darme otra vuelta tomando mi brazo, pero, esta vez, cuando volví la mirada hacia él se acercó mucho más a mi. Cuerpo con cuerpo. Cara con cara. Y ¡bam!...otra mano me tomo del brazo separándome de Cameron.
-¡Oye!...¿Qué haces?-gritó Cameron enfadado.
-Perdóname amigo...pero ella vino conmigo.
Ed rodeó mi espalda con su brazo y me comenzó a alejar. Volteé para ver a Cameron y el me observaba sin comprender.
-Lo siento-modulé y el levantó la mano despidiéndose.
Ed paró en medio de la pista en frente mio. Coloco ambas manos en mis caderas y miró a mis ojos. El olor de ebriedad, brotaba de su cuerpo.
-¿Celoso?
Negó sonriendo-Cállate y baila-exclamó moviéndose lentamente.
Acompañé sus movimientos.
-Estas ebrio-dije rodeando su cuello con mis brazos.
-No lo suficiente como para saber que estas conmigo-apretó aún más el agarre y mi cara estaba a solo centímetros de la suya.
Después de un rato de estar bailando, miré a mi alrededor y noté que, más de la mitad de las personas nos observaban.
-Iré por un par de tragos-dije separándome de su agarre.
-Esta bien, pero no te tardes-dijo sonriente y besó mi mejilla con ternura.
Di la vuelta y me volví a la barra. Llamé la atención del barman y le pedí los dos tragos. Me los devolvió rápidamente. Tomé los vasos y miré hacia la pista. Mi cara de felicidad se transformó en una de bronca. ¡Eran esas zorras otra vez!...Las mismas que rodeaban a Seba después que lo dejé solo en la pista. Esta vez estaban rodeando a Ed. Todas hacian una risita tontas cada vez que Ed terminaba de hablar. ¡Agh! Necesitaba desquitarme. Miré los dos vasos en mi manos y no lo pensé dos veces. Primero tomé rápidamente el derecho, lo apoyé en la barra luego de terminarlo, y después bebí el izquierdo. Cuando abandoné el segundo, caminé rápidamente -con enojo- hacia el baño.
Apoyé mis manos sobre el lavamanos y miré mi rostro en el espejo.
-¡No puedo creer que este haciendo esto otra vez!-grité pero nadie me escuchó.
Volví mi mirada al piso con las manos aún apoyadas en el lavamanos, y reflexioné.
-Tu eres fuerte Dawn- dijo una voz dentro de mí-No metas al alcohol en tus problemas-miré mi reflejo en el espejo-Ahora sal y compórtate como una guerrera.
Saqué un poco de maquillaje de la cartera y retoqué un poco mi cara. Luego salí y me dirigí rápidamente hacia dónde estaba Ed, aún, rodeado de mujeres.
Empujé a dos de ellas pasando por el medio y lo tomé de la mano.
-Perdonen...pero él vino conmigo-desvíe la mirada del grupo y empecé a caminar tirando de la mano a Ed.
Detuvo el paso tirando de mi mano y me atrajo hacia él hasta que choqué con su cuerpo.
-¿Celosa?
-Solo...- levanté la mirada hacia sus ojos- Cállate y baila.
Varias horas después y varios tragos después. Ya no podía mantenerme parada. Estaba muy ebria, traté de absstenerme a beber pero ya no podía ni controlar mis movimientos.
-Ed, vamos...no me siento bien-dije sosteniéndome en sus brazos.
-Bien, te llevaré a casa-me levantó en sus brazos y apoyé mi cabeza en su hombro inspirando su olor a perfume de hombre. Pero tenía que pararlo para decirle que tenía que ir a dormir a casa de Cher, aunque todo se volvió borroso otra vez y no pude decirle nada. Sentí una puerta de auto que cerraba, una voz muy cerca de mi oído que me calmaba y suaves caricias en mi cabeza. Y luego...nada, quedé completamente dormida.
ESTÁS LEYENDO
DISTANCIA (Ed Sheeran)
FanficDistancia, primera parte Ella es Dawney Pena, una chica digamos, como cualquier otra chica de 18 años. Tiene sueños, estudios, algunos problemas en casa, amigos, y toda una vida poco resuelta por delante. Como dije anteriormente tiene sueños; como...