En cuanto atravesó el umbral la vio de pie en medio de la cabaña, la tibieza del aire y el crepitar del fuego daban una inigualable sensación de hogar a aquel lugar, y con la paz que le producía verla le sonrió, pero sin embargo la mirada llena de terror que ella le devolvió no se conjugaba con lo que él había esperado durante el tiempo que habían estado separados... y con la sensación de presentir que el destino estaba por cobrarle de una sola vez los momentos de felicidad y solaz que entre esas paredes había hallado, girando la cabeza hacia el otro extremo de la habitación vio como un hombre andrajoso los apuntaba, había algo extrañamente familiar en él...
-Llegaste al fin, gilipollas... tu zorra y yo ya nos estábamos preguntando cuánto más tardarías...-
Una descarga de adrenalina y odio sacudió a Dwight por entero en cuanto escuchó la voz de aquel hombre... y un recuerdo efímero de Aaron, en ese mismo lugar, reclamándole por qué no había matado al alborotador que hacia unas semanas había tenido que echar de El Santuario cruzó fugaz por su mente... El alexandrino había tenido razón, pero ya era demasiado tarde...
-Johnson...-
-Así es... veo que me recuerdas, maldito... y espero que también recuerdes lo que te prometí el día que, como a un perro, me echaste de El Santuario... te dije que me las pagarías...-
D. volvió con desesperación la mirada hasta Rosita, aquello que estaba pasando era puramente su responsabilidad, una parte de él se había aferrado a las viejas reglas de moral de un mundo que no existía, y si hubiese tenido el valor suficiente para matar a ese hombre en lugar de simplemente dejarlo ir, ella ahora no estaría en peligro...
Si algo le pasaba sólo sería su culpa, no podía resistir esa sensación de desazón que lo invadía, la vida le había dado una segunda oportunidad para amar y la había jodido... Pero tenía que protegerla, era lo único que importaba, ella no pagaría por sus errores, la vida de Rosita valía mucho más que la suya, y a como diera lugar lucharía a por ella, cada instante de felicidad que ella le había regalado con cada caricia, con cada beso lo valían... había recibido su porción de cielo en la piel de la joven, y ahora había llegado el momento de pagar por ello.
-Déjala ir... ella no tiene nada que ver... esto es sólo entre tú y yo...- dijo, caminando muy despacio con las manos en alto, hacia donde estaba ella, la cubriría con su propio cuerpo a como diese lugar...
Johnson se sonrió con obscena satisfacción, verlo suplicar con terror era delicioso...
-No... Creo que también me cobraré con ella... antes de matarla, por supuesto... -
Una furia ciega nubló entonces la vista de Dwight en cuanto escuchó lo que aquel ser despreciable pronunciaba, la sola idea de que la rozase siquiera lo enloqueció, y sin meditarlo siquiera un instante , con un grito lleno de ira que salía desde lo más profundo de su ser se abalanzó sobre el harapiento hombre, cayendo ambos hacia atrás, trenzándose en una encarnizada riña que los hizo rodar por el lugar, Rosita se lanzó a por su arma que aún estaba sobre la mesa, y mientras sentía que sus manos temblaban llenas de angustia, dirigió su semiautomática a los hombres que se golpeaban mutuamente con saña y odio visceral, pero no lograba apuntar de manera segura, y cuando Dwight al fin logró mantenerlo durante unos instantes en una posición que le permitía realizar un disparo seguro, deslizó su dedo sobre el gatillo, y en ese instante que transcurrió hasta que el disparo de su arma se produjo, el sonido de otro disparo se adelantó, retumbando entre las paredes de la cabaña...
Rosita temblaba sin poder controlarse, y bajando el arma se adelantó hasta donde se encontraban los hombres, ella había dado un tiro limpio, en el blanco, y de la cabeza de Johnson sólo salía un hilo de sangre que cobraba mayor dimensión poco a poco, y sobre el cadáver de aquel aun estaba Dwight a horcajadas, tratando de recuperar el aliento...
Sus miradas se cruzaron llenas de alivio, y una sonrisa se dibujo en sus rostros, pero unos instantes después de comprobar que ella estaba salvo, D. bajó la vista hasta su propio cuerpo, y entonces Rosita, presa de terror, como si estuviese dentro de una pesadilla, pudo ver como una mancha roja comenzaba a expandirse sobre el estómago de él...
-Creo que si logró cobrárselas...- dijo Dwight, y antes de que Rosita siquiera lograse articular un solo sonido, él había comenzado a caer sin sentido sobre el suelo de la cabaña.

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Enemigos Intimos [COMPLETA]
Fanfiction''Ella sentía como el deseo se expandía en cada rincón de su cuerpo, y arqueó su espalda ante el roce de sus manos en su piel, había contado cada segundo que había permanecido separada de él como si fuese una cruel agonía, y ahora su piel clamaba po...