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Rosita contempló como D. caía desvanecido sobre el suelo de la cabaña, la sangre comenzaba a brotar de manera incontrolable sobre el estómago y el pecho de él, tiñéndolo todo de profundo escarlata. "No no no... por favor... tú no... no me dejes" susurró desesperada, se había arrodillado a su lado, aquello no era posible, no podía dejarla, no ahora, no después de haberlo encontrado...

Apoyó su mano en su estómago, tratando de detener inútilmente la sangre que brotaba por la herida, supo que si no hacia algo de inmediato él simplemente moriría... y ella casi podía sentir su corazón rompiéndose en irrecuperables trozos que se esparcían en un océano de desesperación....

"Tengo... tengo que llevarte"  fue la primera idea que se abrió paso en su mente, y comenzó entonces a arrastrarlo, tomándolo por debajo de sus brazos, necesitó de toda su fuerza de voluntad para no romper en llanto en ese mismo instante, podía ver cómo la vida se iba con angustiosa y lenta determinación del cuerpo de él, y ella se dio cuenta en ese momento que si algo le ocurría a ese hombre, ella ya no soportaría sobrevivirle...

Poco a poco logró arrastrarlo, sacándolo de la cabaña, y sobre la fría nieve lo condujo, el cuerpo de Dwight comenzaba a perder color rápidamente, y Rosita creía que enloquecería de angustia, una opresión en su pecho apenas si la dejaba respirar, y lo peor era que, a medida que se hacían camino hasta el auto de ella, la muchacha podía ver como a su paso dejaban un estela roja de sangre que comenzaba a atraer a los walkers que aún pululaban por el bosque.

Casi con febril urgencia trataba de acelerar su paso, pero el cuerpo de él excedía sus fuerzas, y en más de una ocasión cayó de rodillas, desesperada ella intentaba recomenzar su camino, aferrándose al inerte hombre al que buscaba salvar a como diera lugar.

"No me dejes Dwight... por favor... te quiero... te necesito... " susurró en su oído, pero D. ya no podía escucharla...

Con un esfuerzo sobrehumano logró al fin llevarlo hasta su auto, y casi sin poder creerlo lo subió en el asiento delantero, sacándose su abrigo lo presionó sobre el estómago del hombre buscando detener de alguna manera aquella enloquecedora hemorragia que se estaba llevando la vida de único hombre que había llegado a iluminar con tan sólo una mirada de zafiro lo más profundo de su alma.

Cuando al fin se puso en camino se dirigió hacia El Reino, pues sabía que si existía una sola y remota posibilidad de que él fuese salvado sólo allí sería posible, con los ojos llenos de lágrimas que apenas le dejaban conducir presionó a fondo el acelerador, mientras el motor rugía, en una enloquecida carrera contrarreloj.

El paisaje que los rodeaba pasaba de manera borrosa a su alrededor, y de improvisto Dwight abrió los ojos, mientras tosía sofocado, la sangre comenzaba a salir de su boca, ahogándolo, Rosita casi creyó perder la razón cuando vio que en él sólo quedaban exiguas fuerzas... la luz de sus ojos se iba apagando poco a poco, y aun a través del dolor, él la miró sonriendo...

- Estas a salvo... sólo eso importa... te dije que quería estar contigo hasta el último suspiro de mi vida... -

-No Dwight... por favor... no me dejes... -

-Te amo... no me olvides... al fin te encontr...-

Y en medio de aquello que le estaba diciendo, nuevamente él perdió el conocimiento, mientras ella sentía como su interior colapsaba sin remedio, de dolor.

Cuando creyó que ya todo estaba perdido, la muralla que rodeaba El Reino apareció al fin frente a sus ojos, y con enloquecida insistencia comenzó a tocar el claxon, hasta que logró llegar a los portones del lugar.

En cuanto detuvo su vehículo un grupo de hombres que custodiaban el acceso se apresuraron a llegar hasta ella, y con celeridad sacaron el cuerpo del hombre del vehículo, conduciéndolo hasta el improvisado hospital que allí se había conformado. Ella trató de seguirlos pero las piernas le fallaron, y sobre el frío camino que conducía al interior de aquella comunidad cayó de rodillas, mientras sentía como las lágrimas al fin corrían libres sobre sus mejillas. Poco después unas gentiles manos la alzaban, abrazándola, y conduciéndola con ternura hasta el interior de uno de los edificios que la rodeaban. Cuando ya habían transitado varios metros levantó su vista, y se sorprendió al ver a Morgan que con un rostro cargado de insondable emoción la estrechaba con fraternal protección.

-Por favor... - rogó ella con un hilo de voz- llévame hasta donde llevaron a Dwight...-

Vio cómo él asentía, comprendiendo en silencio todas aquellas emociones que a la joven le eran imposibles de articular siquiera, y poco después se encaminaron hasta el interior del lugar.

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Pasaron algunas horas, ella estaba sentada al lado del lugar donde estaban luchando por ayudar a D., acurrucada en el frío piso de la que había sido acondicionada a modo de sala de espera, abrazada a sus piernas, mientras sentía cómo su corazón lo clamaba con cada latido. Morgan había permanecido todo el tiempo a su lado, en silencio, y cuando Rosita creyó que ya todo estaba perdido, uno de los médicos salió al fin del improvisado quirófano, y se acuclilló frente a la temblorosa joven, que con mirada llena de agitación y resquemor lo escrutó.

-No voy a mentirte – comenzó diciendo- él está muy grave... ha perdido mucha sangre, y uno de los bazos tuvo que ser extirpado... las esquirlas causaron mucho daño en su interior... si logra sobrevivir las primeras cuarenta y ocho horas quizás... quizás tenga una esperanza.. Sólo queda rezar...-

Unos instantes después sintió como el médico se ponía de pie, alejándose...

"Quizás"... de el hombre que había comenzado a amar la separaba un quizás... Todo aquello que se había atrevido a soñar quedaría sólo en eso, en una dulce ilusión que ya casi era imposible que se volviese una realidad.

Con sus últimas fuerzas se puso de pie, y con vacilante paso se aproximó a la ventana, allí pudo ver cómo los últimos rayos del atardecer teñían el horizonte, y en ese mismo instante, junto con el sol que se alejaba, la esperanza de volver a sentirse amada entre los brazos de Dwight se desvaneció.

"Te amo... y nunca lo sabrás..." fue lo último que pudo articular, y sin poderse contener ni un minuto más, se dejó caer al fin en el profundo abismo de la desolación.

Enemigos Intimos [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora