Enemigos Intimos [COMPLETA]

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-Yo voy contigo-

-No Daryl, tú te quedas aquí, ya lo hemos hablado, sé bien que todavía quieres cobrarle a Dwight lo que pasó contigo y con Java, pero a pesar de todo, ha resultado bien que él sea el líder de El Santuario, y no quiero estropearlo.-

-Y una mierda, si no fuese él sería otro. Yo no me olvido, y le hare pagar también por matar a Denise...-

Rick cerró los ojos con fastidio y cansancio, no era la primera vez que tenían esa discusión, el tema de Dwight y Negan era una herida demasiado reciente para todos, pero por sobre todo para su amigo, que no cejaría hasta cobrarse de alguna manera lo que había pasado.

-Daryl, ya me obligaste a tener que poner a alguien a vigilar a Negan porque querías matarlo tú mismo, quieres que te ponga niñera a ti también? O peor, quieres que le diga a Java todo esto?-

- No te atreverías!!!- Java está a punto de parir, quieres cabrearla??-

-No, lo único que quiero es que vivamos en paz... y lo qué tu deberías hacer es enfocarte en ese bebé, y tratar de cerrar ese tema... y por lo pronto, con esto de la reunión, vais a tener que suspender un día más el viaje a El Reino, así que ve a avisarle...-

Daryl lo miró furioso, y tras dar unas zancadas, salió de la casa, dando un sonoro portazo. Rick podía entender la furia del arquero, pero en ese momento estaba mucho más en juego que un deseo de venganza, y no podía permitirle revanchismos que destruyesen el tan frágil equilibrio que habían conseguido.

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-Aaron, Rosita, necesito que para mañana a la mañana tengáis preparado un vehículo, y estén alistados, saldremos temprano sólo nosotros tres.-

-Está todo bien? – interrogó con preocupación Aaron.

- Si... eso espero... tengo que reunirme con Dwight, por temas de las comunidades.-

Rosita se turbó al escuchar el nombre, sentía un odio visceral por aquel rubio, ese hombre había ayudado en cierta medida a Negan a matar a Gleen y Abraham, y había torturado a Daryl y a Java... y a pesar que entendía que sin él la paz no hubiese sido posible, ella no olvidaba las cosas que habían pasado. Sin embargo, a pesar de todo el dolor, de toda la rabia contenida, comprendía la decisión de Rick, y lo apoyaría sin dudarlo.

-Cuenta con nosotros- contestó la joven, mientras Aaron afirmaba a su lado con la cabeza.

-Y por favor... no le digan a Tara... Sé que aún no logra superar lo de Denise, y no quiero agregar sal a la herida- les pidió Rick, mientras bajaba la escalera de la torre de vigilancia que se encontraba junto al portón de entrada, y volvía hacia el centro de Alexandria.

Rosita cerró los ojos al escuchar el nombre de la doctora que fuese la novia de su amiga... otra muerte más que agregarle a la lista a Dwight... sentía la sangre hervir en sus venas, habían perdido tanta gente, tanta familia por culpa de los Saviors... y ahora, después de tantos meses, volvería a encontrarse con aquel que representaba tanto dolor para ellos. La mirada se turbó, las lágrimas pugnaban por salir, y sintió como Aaron la abrazaba, no hacían falta palabras, el dolor era compartido por ambos. Era una suerte que la amistad con él se hubiese consolidado de manera tan natural, era un gran confidente y Rosita sabía que podía contar con Aaron incondicionalmente.

Luego de un rato, habían logrado superar aquel momento de dolor, y habían vuelto a charlar sobre nimiedades, compartiendo historias de sus vidas y algún que otro cotilleo de las comunidades.

-Y tú? - la interrogó con cierta picardía - Este mes has viajado tres veces a El Reino, no me vas a decir que no has encontrado a alguien especial allí, porque no te lo creo! Eric dice que en el ranking de las chicas más deseadas de las tres comunidades lo lideras, o por lo menos eso le han dicho a él!-

Rosita se rió ante tal ocurrencia, era liberador conversar de cosas tan superficiales después de tantos sentimientos encontrados.

-Que va... realmente no me interesa comenzar ninguna relación, no ha aparecido nadie ni aquí ni allí!-

-Ya verás... aparecerá cuando menos lo esperes! Así nos pasó a mí y a Eric... un día nos conocimos y eso fue todo... ya anda más importó. El amor de tu vida está allí afuera, y tengo el presentimiento que ya está en camino...-

Rosita sonrió ante el optimismo de Aarón, y volvió la mirada a la calle vacía que se extendía ante la entrada de Alexandria. Aunque no lo dijese en voz alta, una parte de ella ansiaba con secreto fervor que eso fuese cierto, que una vez en la vida pareciese un hombre que la quisiese por sobre todo, y que no la utilizase como un pasatiempo. Sabía que nunca había sido amada de verdad, y eso era una cruel realidad que le escocía en su interior. Ojalá fuese cierto, y aquel hombre ya estuviese en camino para encontrarla...

"Búscame... por favor" musitó, una vez más.