Los rayos del sol perezosos se desperezaban entre las nubes, mientras Dwight contemplaba como los colores del amanecer daban paso a un nuevo día. El sonido de la cascada hacía ecos en las paredes que rodeaban el remanso de agua, mientras el arroyuelo se perdía entre los arboles del bosque que rodeaba aquel lugar. Había llegado hacia un largo rato, allí se encontraría con Rick, habían elegido ese sitio pues se encontraba entre Alexandria y El Santuario, y estaba lo suficientemente lejos de la carretera como para que nadie los avistase.
Cuando el cielo terminaba de clarear, D. pudo escuchar como las ramas del bosque anunciaban con quedos quebrantos la llegada de los alexandrinos, y cuando se volteó buscando la ubicación de aquellos sonidos, pudo ver como Rick, Aaron y Rosita aparecían de entre los árboles, entonces se desmontó de la motocicleta, y con un simple movimiento de cabeza, saludó al líder de aquel grupo, para luego casi instintivamente posar su vista en la joven latina.
A pesar que el otoño promediaba la muchacha vestía una remera corta, anudada despreocupadamente sobre su vientre, él siempre había percibido en aquella mujer un magnetismo irresistible, y no supo por qué al verla de repente allí, y contemplar la suave piel y el delicado ombligo lo hizo sentir extraña y súbitamente ávido por deslizar su mano por él...
Rosita sentía la acostumbrada ansiedad que salir de los protectores muros de Alexandria le producía, a la par que no perdía de vista los alrededores de aquel claro, en busca de señales de peligro; y fue que cuando recorrió visualmente al líder de El Santuario, se sintió impensadamente abrumada por la intensidad de aquellos ojos de zafiro, no había vuelto a verlo desde que terminara la guerra, y a pesar que una catarata de dolorosos recuerdos la inundó, ese instante la hizo sentir inquietamente turbada, sus miradas se encontraron, y sin poder resistir la profundidad y la electricidad que vibraba en el aire, desvió sus ojos, mientras sentía como el rubor corría por sus mejillas.
El sheriff hizo un ademán con su mano, invitando a Dwight a adentrarse en el bosque, ya que a pocos metros de aquel claro había una cabaña que en sus buenos tiempos había sido utilizada por los cazadores durante las épocas que se levantaba la veda, o como refugio cuando el intempestivo invierno se hacía presente con brutalidad durante alguna salida de los mismos.
-Gracias por venir- comenzó Dwight, un tanto nervioso, aún se sentía intimidado de alguna manera por la presencia de Rick – Solicité este encuentro porque ayer tuve que echar de El Santuario a un hombre que buscaba reorganizar y levantar a la gente para luchar y recuperar la situación que se tenía cuando Negan estaba al mando.-
Rick se revolvió incómodo en su asiento, era consciente que la situación en la comunidad que lideraba D. era complicada y frágil, y la noticia no lo sorprendía en absoluto, pues lo esperaba en cierta medida, pero aún así se sentía hondamente preocupado... Las tres comunidades habían pactado mantenerse al margen del gobierno y de comercializar con El Santuario, pero vigilantes de cualquier desvío del mismo.
- Y por qué no lo eliminaste y lugar de de expulsarlo!? Nos pones a todos en riesgo con alguien así libre por la región! – exclamó Aaron, que realmente se fastidió de sobremanera al enterarse lo que Dwight había hecho.
- Porque aunque no me creas, no quiero ser un maldito asesino, no me gusta tener que quitarle la vida a alguien si puedo evitarlo, y también por eso me comuniqué de inmediato con Uds., para ponerlos en sobre aviso, porque no quiero que haya más muertes de las que ya hemos tenido. – replicó molesto.
Rosita lo miraba desde un rincón, y de repente se cruzó por su mente una secreta inquietud, se preguntaba cómo era posible que aquel sujeto fuese el mismo que había estado tanto tiempo bajo las órdenes de Negan... Ella conocía superficialmente la historia de él, y cómo había aceptado ser parte de los Saviors a cambio de mantener con vida a su ex esposa... sin duda la había amado demasiado, y sintió una punzada de envidia por aquella mujer que nunca había conocido... Ella también quería encontrar a alguien que la amase así, a alguien que lo diese todo por amor a ella...
Luego de dar una descripción del sujeto a Rick, para que ninguna comunidad lo aceptase en su seno, Dwight comenzó a refregarse nervioso las manos, pues tenía que hacer un pedido especial al líder de Alexandria.
-Rick, sé las condiciones que se impusieron sobre nosotros luego de la batalla, pero tenemos un problema que no podemos solucionar... y es el hecho que desde que el Dr. Carson volvió a Hilltop nosotros no tenemos atención medica, y hay algunas personas que necesitan verlo... hace pocos días una mujer empezó a enfermar, y no pudimos hacer nada... y me temo que ese puede ser uno de los detonantes para una posible revuelta... si no es por humanidad, te lo solicito por seguridad, podrías hablar con Maggie o con el Rey Ezequiel sobre esto?
Grimes asintió con la cabeza, comprendía que el pedido era razonable, y luego de pedirle unos días para darle una respuesta, y cuando ya todo estaba dicho, todos se dirigieron hacia la salida de la cabaña. Primero salieron Rick y Aaron, y cuando Rosita se levantó de raído sillón desde donde había estado observando todo aquel encuentro, desde uno de los bolsillos se le cayó sin que se diera cuenta un pequeño pañuelo blanco con florecitas bordadas.
-Rosita...- la llamó con suavidad.
La muchacha se dio vuelta, ya solo quedaban ellos dos en aquel lugar. Vio como el rubio hombre dueño de los ojos más azules que había visto sostenía en una mano su pañuelo, con una media sonrisa en su desfigurado rostro.
Ella se acercó con una mezcla de molestia y nerviosismo hasta él, y cuando quiso tomar el pañuelo de la mano del hombre, D. cerró la mano atrapando la de ella, y con un tirón de su brazo la acercó hasta él.... Sus cuerpos estaban a pocos centímetros, el aire se había cargado repentinamente de nuevas y confusas sensaciones para ambos, y la mirada almendrada de ella se fundió con sus ojos de zafiro, y cerrando los ojos, D. se dejó envolver por el perfume de ella...
Vainilla y caramelo....
Dwight sentía la garganta reseca, allí estaba el aroma del que estaban hechos los sueños que durante tantas noches lo habían desvelado, su piel hambrienta la reclamaba para sí, ya casi podía sentir en su boca como sabría la piel de la muchacha... Pero fue tan grande la sorpresa y el pesar de darse cuenta que ella estaba más allá de sus posibilidades, y aunque hubiese en este momento una paz forzada entre ellos, él sabía que había ayudado a causar demasiado dolor en personas que ella amaba.
Abriendo los ojos lentamente la soltó, volviendo a perderse en sus ojos de almendra, que lo miraban con cierta nota de confusión y miedo.
Vio que daba un paso hacia atrás, veía la respiración turbada en ella, y pudo observar cómo se giraba para salir deprisa de allí... dejándolo solo, quizás más solo de lo que había sentido en mucho, mucho tiempo.

ESTÁS LEYENDO
Enemigos Intimos [COMPLETA]
Fanfic''Ella sentía como el deseo se expandía en cada rincón de su cuerpo, y arqueó su espalda ante el roce de sus manos en su piel, había contado cada segundo que había permanecido separada de él como si fuese una cruel agonía, y ahora su piel clamaba po...