Capitulo 10

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Cepillé mis dientes y peiné mi pelo, envolví mi cuerpo en una toalla y salí del baño.

Eran las siete y tenía que ir a la universidad.
Observé mi armario, opté por unos jeans de talle alto y un blusa corta verde con flores.

Tomé mi mochila y salí no sin antes cerrar con llave la puerta.
Bajé las escaleras  y procedí a prepararme mi desayuno.

Había recibido varias llamadas por parte de Mike, el chico jugador de fútbol de la universidad con el que tuve cita el otro día. Había decidido ignorarlo, ya no tenia sentido que le siguiera hablando si no me interesaba de ninguna manera.

Bebí el ultimo sorbo de jugo y me  encaminé hacía la universidad.

Caminé muy ensimismada en mis pensamientos.
Hasta que escuché un claxon a mis espaldas.
Pensé que ese sonido pertenecía al auto del León pero para mi sorpresa, solo vi una Grace muy enojada.

Era extraño verla por aquí porque nosotras vivíamos muy lejos, era raro nunca había venido a buscarme.

¿Por qué estaba aqui?

Hizo señas para que subiera al auto, hice lo que me pidió.
No muy bien cerré la puerta, arrancó el auto.
Escuché el chillido de la llantas contra la calle.

-¡Eres una maldita!

Chilló como una niña de 9 a la cual le quitaron su golosina favorita.

-¿Yo? ¿Por qué mierda?

-¿Por qué ?  No me engañes, perra. Eres una de las novias del León.- Apretó las manos contra el volante hasta que sus manos se volvieron blancas- Te dije que no te metieras con el.

Estaba a punto de asesinarla como una amiga te habla de esa manera sin ni siquiera preguntar o indagar sobre el tema.
Cuando le dí el derecho de ordenar en mi vida.

Llegamos a la universidad, las personas ignoraban nuestra presencia.
-No te permito, ni por un segundo que me faltes al respeto.- Abrí la puerta del auto, pero no podía irme sin deecirle- Y cariño aquí la única puta eres tú.

Cerré de portazo la puerta, tan duramente que pensé que podría haberla abollado.

Ojalá le abolle el auto.

Me dirigí a la clase correspondiente.

Aspiré con la jeringa el líquido trasparentoso que contenía la ampolla. Elegí un algodón con alcohol, limpié el área del brazo, donde iba a colocar la inyeccion, sin más preámbulos introduje el bisel  después la aguja completa, aspiré un poco y luego liberé toda la vitamina K contenida, retire la aguja y procedí a dejar un algodón sin alcohol.

Respiré con fluidez
-Excelente, Alex -Dijo la maestra de enfermería con una gran sonrisa.

Le devolví la sonrisa  y la clase terminó.
Tomé mis pertenencias y me encaminé a la salida.

De lejos distingo un gentío del cual identifique a Mike.
Agaché la cabeza tratando de no ser percibida.
Sonreí cuando logré salir sin ser vista.

Pero mi felicidad no duró mucho cuando una voz me llamó.

-Alex, detente- Un agitado hombre grita.

Giro y me encuentro con Mike con su inigualable chaqueta de futbolista.

Mierda.

-Uumm...Hola- Respondí rascando la parte trasera de mi cabeza de repente me sentía incomoda.

El parece no notarlo.

-¿Por qué no has respondido mis llamadas? Luego de haber declarado tu amor por mi pensé que querrías salir conmigo.-pregunta dudosamente se acerca unos cuantos centímetros.

¿Mi amor por el? Esta loco.

- No se quien te crees que eres, idiota
Pero deberias bajarle 2 rayitas a tu egocentrismo de mierda.-Lo apunte con el dedo medio y comencé a salir del estacionamiento.

Mientas caminaba vi otra persona que por supuesto era la última que quería ver.
El León estaba recostado en su moto negra se veía tan violable. Dios con su chaqueta que llegaba hasta tres cuartas de su brazo mientras que su tatuaje se hacian visibles  y sus ajustados jean marcando un apretado y redondo trasero.

Cristo.
Parecía sacado de una película porno.

Tranquila....
Ni tan bueno que está sus ojos azules no son tan azules y su nariz no es tan perfecta.
Bah Idiota.

La gente cuando se percataron de su presencia comenzaron a ralentizar el paso e inclinar la cabeza.
No, de nuevo.

Me escabullía en las espalda de los que seguían caminado hasta que el que están delante de mi freno en seco y yo choqué contra el provocando que cayera de culo mientras que la atención del León se fijó en mi.

Sonrió seductoramente y comenzó a caminar hacia mi dirección.
Me puse de pie rápidamente y le hice frente ahora que quería el.

-Estas tratando de escapar de mi- Sonrió entre dientes y acomodó su liso cabello- Sabes que no puedes.

Ruedo los ojos.
-Dejame en paz, porque te empeñas en seguirme.

Soltó varias carcajadas y le ordenó al chico que estaba a mi lado que se marchara.
-¿Quién te dijo que estoy aquí por ti? Desde cuando eres tan importante.

La vergüenza se tiñó en mi rostro con el color rojo, mi instinto me dijo que en ese instante parecía un tomate.

-Eres un gran hijo de...-Cerré la boca antes de terminar de decir algo que más tarde me arrepentiría.

Rodé los ojos y apreté los labios en una línea.

-¿Tienes un tic?

-¿Un qué?

-Un tic. Tus ojos no dejan de dar vueltas- Se rió cuando lo mire mal-. Aunque lo bueno es que tienes unos ojos jodidamente hermosos-dijo, inclinandose a escasos centímetros de mi cara-. A ver... ¿De qué color son?¿Mieles?

Retrocedí rápidamente.

-Vamos a mi apartamento. Tienes trabajos que hacer- Tomó mi antebrazo -. Vamos.

Me zafé de su agarre quién le dió tal derecho ante mi.

-Yo no tengo nada que hacer, lo terminé la noche anterior cuando te fuiste  -Me zafe de su agarre-. Y si me disculpas alguien me espera.

Su cara era un poema.
Al parecer nadie lo había rechazado
Me giré y con la mirada busque a Mike.
¿Dónde estas? Ese bueno para nada.

Lo vi muy ensimismado en una esquina ajeno a todo.

-Mike cambie de parecer, puedes llevarme contigo. -Abrí la puerta del auto y observé de lejos al León que observaba con los puños cerrados y cara enojada.
Pensé que vendría por mi, pero se quedó estático.

-Vamonos.

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Hellouuu Mujeres y hombres bell@s.
Aquí les traje otro capítulo y les traigo novedades actualizaré todos domingos.
Gracias por el apoyo.

León (Sons of Delvilry  #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora