Capítulo 13

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Un buen y exquisito plan.

Me intento sacar de aquel lugar pero no podía irme antes de avisarle a las chicas las cuales me miraron horrorizada también inclinaron la mirada para no hacer contacto visual con el.

Ellas asintieron de inmediato sin pedirme explicaciones al parecer el dejaba sin habla hasta a los más parlanchines.
Haló mi brazo y me arrastró hasta la salida de la discoteca, me acompaño hasta su Volvo el mismo que había abollado pero estaba en perfectas condiciones.

—¿Te acuerdas de este auto?—Preguntó irónicamente, yo sólo asenti y deje escapar una risita—. Encontré algo escrito en la piedra que arrojaste.

Abrió la puerta.
Y procedió a entrar en el vehículo lo encendió y bajo el cristal.

—¿No piensas entrar?—preguntó descaradamente. Lo mire enojada por su estupido sarcasmo y su mediocre burla.

—Pensaba que eras un caballero.—Murmure mientras daba la vuelta para entrar al lujoso auto.
Nunca había estado en un carro tan hermoso.

—Y tu no eres precisamente una dama.

Solté unas carcajadas evidentemente falsas para que el se diera cuenta que su chiste no me hizo gracia.
De repente se acercó a mi y los nervios me recorrieron la columna vertebral.

¿Me iba a besar?
¡Me iba a besar!

Cerré los ojos de golpe pero nunca sentí el contacto al contrario escuche un sonido de algo abriéndose.

—Tranquila Fiera, no hay necesidad de tener esos nervios.

Abrí los ojos lentamente, el tenía la guantera abierta y de ahí sacaba algo parecido a una piedra.
¡Un momento!
No es una simple piedra, es mi piedra del odio.
Se recosto en su asiento y leyó la piedra.

—Odio al León es un imbécil y estúpido hombre con complejo de rey, se cree mejor que todos y el no es un León es un leoncito con la polla muy pequeña.—Toda la sangre de mi cuerpo llegó hasta mi cara seguramente parecía un tomate, mierda como no pensé que el la podría tener, yo y mis malditos impulsos—.Entonces piensas que soy un idiota y que además tengo la polla corta.

Respire profundo pero esto no logró alivianar la tensión entre nosotros.
Era tan fuerte que podía ser cortada con una tijera.
Me arme de valor y las palabras venenosas se deslizan por mi boca.
—Un hombre que piense que es tán grande, es porque debe ser muy pequeño.

Sabía que lo estaba llevando al final de su control y es que algo que hacia enojar a las personas es decir algo que no ha hecho o en este caso que no tiene.
Supongo.

—¿Por qué no vienes aquí y lo averiguas?.

Colocó sus manos detrás de su cabeza y se recosto en el asiento.
Dejando en claro su invitacion.
Yo negué rápidamente estába loco si pensaba que lo haría, primero necesitaría 2 vasos de un alcohol fuerte o si estuviera lo suficientemente caliente.
De otra manera no lo haría y como no estoy ni ebria, ni excitada.
¡Paso!

—No gracias, la verdad es que estoy en contra del abuso y tu estas un poco viejo y es normal que quiera demostrar que eres un macho con el pecho tatuado y eso, pero conmigo no tienes que fingir, yo te entiendo.—Mentí en realidad el era un hombre exquisito y en realidad me llevaba algunos años pero no para etiquetarlo como un viejo, pero el al parecer se lo creyó tan fácil y está vez eso fue la gota que reboso el vaso.
Encendió el auto rápidamente y se adentró en la carretera, creo que está vez si me pase yo y mi gran bocota.
¿Por que no pude ser alguien normal, dejar de ser tan impulsiva y bocazas?

—Da gracias a que eres así sino nunca me hubieses interesado.

Dijo de la nada el León, acaso lo dije en voz alta.
—¿Perdón?—Pregunté levemente y reafirme que si definitivamente lo dije en voz—No era para ti estoy hablando para mi misma.

Este me ignoro, centro su atención en las calles y no volvió a dirigirme la palabra.

Cuando llegamos me desmonte del auto, ya el León estaba en la puerta del gran residencial que era exclusivamente para miembros del club.
En el se observaba todo tipos de chicos malos desde grandes hasta pequeños y  desde tatuados hasta  muy tatuados.
El León se giró hacia mi como tal León acecha a su presa llegó rápidamente con rápida gracia y se agacho frente a mi, tomando mis pies y alzandolos de manera que estaba sobre el como bolsa de papas.

Patalee y grité pero este hizo caso omiso a mis gritos en cambio lo unico que habia conseguido era llamar la atención.
Le di un fuerte golpe en el trasero intentando así que me soltara.
En cambio lo que recibí fue un azote en mis nalgas.
Gemí de dolor, pero sentí que una corrientes de ligero placer al mismo tiempo. Lo raro fue que el no retiro su mano sino las dejó acariciando mi trasero.

—Quita tus manos de mis nalgas, maldito pervertido—Chillé y el sólo respondió con unas carcajadas mientras se adentran al lujoso ascensor—. Bajame idiota no soy un saco de papas.

El mantuvo el silencio ignorando mis gritos y reclamos.
Al parecer quería que fuera una sumisa y no protestara por nada.
Pero ¡No señor!

El me iba a conocer.
Comencé a moverme y gritar hasta que se vio obligado a dejarme en el suelo.
Me miraba amenazanteme.

—¿Por qué eres tan imposible?

—¿Debería tenerte miedo?

Se acercó sigilosamente y me atrapó en una esquina del ascensor.

—Si.

—No me asustas para nada.

Rápidamente al escuchar mi respuesta colocó sus manos en mi garganta apretando pero no lo suficiente para hacerme daño.

—¿Qué dirías? Si te cuento que puedo forzar mi agarre y aplastar tu garganta en un segundo.

—Diría que quieres hacerme muchas cosas y matarme o herirme no es una de ellas.

El sonrió y me soltó, el ascensor estaba abierto.

—Malditamente correcto, nena.

Me dió un beso en la frente.

.....

Quiero que me cuenten les está gustando la nove.
Me encanta cuando dejan sus comentarios diciéndome lo que piensan.
Perdonen las faltas ortográficas trato de corregirlos pero siempre se me escapa algunas.
Las quiero y gracias por el apoyo.

Domingo espectacular.

Datos curioso.
¿Como dirían en su pais?

—Eso fue algo fantastico.

En la jerga de mi país se dice
—Una vaina vakana.
Jajaj a bay Feliz Semana

León (Sons of Delvilry  #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora