«Cuando te enseñe el dedo corazón, echa a correr. Acabo de decirte cuántos segundos te quedan de vida».
León
Mi Alex
Mi pequeña fiera
Solo mía.- ¿Dónde diablos estas?
Grité mientras golpeaba el volante y mis dedos se tornaba blancos por la presión que ejercía.
Se había escapado.Hace dos días.
Esa niña malcriada había logrado burlar a mis hombres.
Por un instante mi pecho se hinchó de orgullo, era una mujer jodidamente fuerte, pero el maldito problema era que no sabía su paradero y eso me preocupaba.Más que preocuparme me estaba volviendo loco e irracional un sentimiento que nunca había sentido, lo cual, estaba causando problemas en mi control como cuando los idiotas me llamaron para decirme que MI Alex había desaparecido, vi todo rojo.
Lo último que recuerdo fue una ambulancia, nunca había lastimado a los míos, pero Alex se había convertido en mi prioridad.Tomé el teléfono y marque a Niza un viejo amigo de siempre.
- Necesito que encuentres a Alex me importa una mierda, si llamas a la Guardia Civil o al maldito ejército, pero espero que esa jodida chica este conmigo lo más pronto posible.
Escuché un gruñido desde el otro lado de la línea.
- Calmate ¿Crees que los del S.F la tengan? O ¿Su madre? Estuve investigando, ella está con un maldito mafioso que trafica con drogas y mujeres, toda esa mierda.
- ¿Qué quieres decir, Niza?
- Nada, sólo que Alex está muy buena, cualquier hombre incluso yo pagaría por ella.
Niza, estaba en territorio peligroso, tan sólo la idea de Alex con otro hombre me hacía hervir en ira.
- Nadie la toca, ni siquiera puedes mirarla, cuida tu maldita boca, cuando hables de Alex, si no quieres.
- Entendido, hombre.
- No estoy de humor para bromas. Llámame cuando sepas algo.
Aceleré, rebasando la mayoria de los coches y pasando algunas luces rojas, ¿Quién sabe si mi Alex me necesitaba?
Esa chica me poseía y ella lo sabía, había cerrado su futuro en el momento que había entrado al bar Blue y me retó. Tenía una fuerza de voluntad maravillosa pero aún así era débil y yo estába para protegerla para siempre.
Hubiese deseado que en mi niñez alguien me hubiese cuidado, mi padre era un siervo de uno de los magnates más terribles, Buzzier el maldito anciano apestoso tan podrido por dentro que dañaba todo lo que tocaba y eso hizo con mi padre.Lo convirtió en un matón, un asqueroso súbdito que hacía todo lo que el ordenaba.
Sólo mi madre me quedaba y todo se fue al infierno cuando el anciano la observo- y es que esa mujer era una ninfa, era tan hermosa por fuera como por dentro, el la deseo en el primer instante que cruzó mirada con ella, mi padre si se puede llamar así simplemente se hizo a un lado y permitió que ese enfermo la violara, la maltratara y la matara.
Yo intenté salvarla, LO JURO, pero fue en vano lo unico que conseguí fue un disparo en mi pierna cuando intente impedir que Buzzier llegará a ella.
Lo odié tanto, a ambos, a todos y cada unos de los que trabajaban para el, por permití que hiciera eso, por permitir que tocará a una mujer inocente, que no merecía eso.
Crecí con un corazón y ese día se me fue arrancando yéndose con mi madre, la única mujer que he amado en mi vida.
Desde ese momento juré que me vengaría y cumplí mi promesa, joder, que lo hice. El primero fue Buzzier una muerte lenta y dolorosa, deje que observará como cortaba sus extremidades mientras el gritaba del dolor música para mis oidos y en su agonía se desmayó y nunca despertó.Mi padre fue el siguiente, no crean que soy cruel y lo soy pero no por eso, pero si asesinar a un violador tambien conspirador que vendió a sus propia esposa e hijos, entre otras cosas más, era un delito pues que me encierren y tiren la llave, por que no siento ni la más mínima culpa, el se lo merecía, luego uno por uno fueron eliminados hasta desmantelar aquella organización, dejándola sólo en polvo y cenizas.
¿Qué más puedo decir? me gane el respeto y el temor de muchos hombre que hoy trabajan para mí, jurandome su lealtad.
La pequeña ciudad estaba dominada por uno de los que seguían a Buzzier y yo me encargué de que fuera mía y es que soy un verdadero líder.No crean que lo que se dice de mi, no es cierto y que cuando cobre venganza me volví un ángel y que hay un hombre redimido dentro de mi, golpeando las parecer para salir, porque se equivocan lo único que se hacer es matar y aterrorizar, lo seguiré haciendo hasta el final de los tiempos o eso supongo.
Y no me arrepiento, bueno hasta que mi pequeña fiera entró a mi vida y odie cada fibra de mi ser por hacerle daño, por cuanto dolor le infligí, me odie tan mal, que cuando observé las marcas que deje en su cuello sobre su piel de porcelana sólo quise arrodillarme, pedir perdón y jugarle que nunca la lastimaria a ella, sólo a ella.
Los otros podían irse al infierno
No soy un demonio que busca algo para ser redimido, sólo soy uno que encontró un ángel que necesita ser protegido.
Todos los sentimientos protectores y posesivo habían crecido convirtiéndose en mi razón de ser.
Por y para Alex.Observé el cutre y mugriento lugar donde mi pequeña fiera vivía y entre apresuradamente, ya había revisado allí, pero tenía la esperanza de encontrarla ahí, no sabía a que otro lugar ir.
Abrí la puerta y todo estaba intacto, está situación me estaba enloqueciendo, la llamé pero como de costumbre nadie respondió.
Subí las maltratadas escaleras de madera y fui hasta su habitación.
Me senté en su antigua cama y revisé mi celular no habían noticias nuevas.- ¿Dónde estás, Alex ? Te necesito, mi terca niña.
Susurré en voz baja.
- Yo te necesito.
Escuché un gemido de sorpresa, dirigí la vista hacia la puerta, saltando de la cama encontrándome a una muy lastimada Alex con magulladuras en su rostro y una herida sangrante es su brazo, y su ropa estaba hecha jirones. Casi se desmaya pero mis reflejos fueron más rápido y la sostuve, abrazandola sin lastimarla.
- Ellos vienen- Susurró , mientras su voz temblaba, se apretó hacía mi.- Les dije que tu me protegerías, ya estoy a salvo.
Se desmayó.Mi pequeña estaba herida y había llorado, sentí la cólera y la ira inundando mi cuerpo, la persona que le hizo esto pagaría, y lo haría con su sangre.
- La zorra está aquí.
- No puede esconderse, no escaparas porque no llamas a tu salvador, perra, lo necesitaras.
Las voces acompañadas de risa hizo que viera rojo.
Acomodé a la pequeña fiera en la cama y saqué mis dagas del bolsillo.
Ellos conocería porque me llamaban el León.
Un maldito guerrero sanguinario.
Pronto rogarían por su vida.
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León (Sons of Delvilry #1)
Teen FictionCuenta la leyenda: Que allá en los suburbios, en la ciudad más desdichada y baja de los Estados Unidos, en la supuesta ciudad olvidada por Dios. Vive un hombre apodado "León" y nadie sabe su nombre, porque nadie ha tenido el valor de preguntar. El h...