Capítulo 24

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De nuevo intente romper la cinta que rodeaba mis dedos con el crucifijo.
No pude hacerlo.

La puerta se abrió de repente.
Un hombre un tanto viejo con cabello canoso, con una cicatriz espantosa que atravesaba de la comisura de su labio hasta el lateral de su frente, el llenó el umbral, era espantosamente alto y fuerte con brazos de leñador.

Sacó un cuchillo de su bolsillo y me señaló. Nunca creí que todo terminaría así, pensé que seria una muerte común, de vieja con mis dos o tres hijos despidiéndose de mi, recordé todas las oportunidades que tuve y no las aproveché, las veces que quería decir o hacer algo y no lo hice.

Pensé una oración silenciosa, viendo acercarse mi fin. Por lo menos moriría siendo lo que siempre fui, una bocazas impulsiva que no tiene control.

—Atrévete, hijo de puta, quizás yo no pueda defenderme pero León lo hará y te matara.

El se acercó y lo miré fijamente, el último momento de mi vida.

— Muy valiente, jovencita. — Murmuró y se puso en cuclillas frente a mi — Y lo sé. Así que escúchame atentamente, León a levantado un maldito ejercito que te está buscando y tarde o temprano te encontrara, por eso cortaré las cintas y escaparas por el pasillo que está a la derecha, ese te guiará hacia la salida.

Con su monstruoso cuchillo corto mis ataduras.

— Si sabes que el me encontrará ¿Por qué me sueltas?.

- ¿Cómo te llamas ?— Le dije mi nombre y froté mis manos, me puse de pie, preparada para huir si intentaba algo — Bueno Alex, dije que el te encontraría pero no dije viva y si pasa eso una masacre azotará el estado, nos matará a todos nosotros, ya pasé por esto con las otras, no seré testigo de una catástrofe más.

— ¿Qué quieres decir con las otras?

— Hable demasiado solo dile que Caillou te ayudo y esta de su parte. — Me empujo a la salida —Ahora vete, no mires atrás.

Lo dejé estar, eso seria preocupación de otro día.

Rápidamente corrí había oscuros pasillos con poca iluminación, al parecer estoy en un lugar abandonado, las luces parpadeaban digno de una película de misterio, también escuché ligeros gritos y sollozos de personas llamando para que sacarán el dem...

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Rápidamente corrí había oscuros pasillos con poca iluminación, al parecer estoy en un lugar abandonado, las luces parpadeaban digno de una película de misterio, también escuché ligeros gritos y sollozos de personas llamando para que sacarán el demonio del cuerpo de jóvenes.

No me detuve, porque mi vida de ello dependía, cuando me detuve observé a dos de ellos caminar el pasillo, me escondí detrás de unas cajas.

— Claro, viste esos pechos. — El otro lo detuvo cuando puso su mano en su hombro, por un instante mi respiración se paró, pero el solo se estaba riendo a carcajadas— Parecen melones.

Malditos enfermos.

— Porque no vamos y hacemos que nos enseñe porque el León la quiere tanto.

León (Sons of Delvilry  #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora