Capítulo 27

12K 744 28
                                    


El ascensor se abrió y me encontré con un hermoso jardín de rosas y margaritas.

- ¿Qué es todo esto?

- A Ronny le encantan las flores, así que le construí un pequeño jardín, para ella.

Observé un delicado banco de madera pintado de blanco.
- Entonces mi pequeña fiera, aceptas ser mía para siempre.

- ¿Para siempre? - Retrocedi varios pasos- Para siempre es demasiado tiempo.

No podía creer esto, tal vez esto era un mundo alternativo o esto era una ilusión- Pero.... todo está pasando muy rápido.

- No necesito tiempo para confirmar algo que ya sé, nunca había sentido nada parecido, me complementas eres la parte terca, mal hablada y tierna que necesito en mi vida.

- ¿Qué quieres decir?

Me bajo de su regazo y me dejó en la banca, se puso de rodillas.
- Estaba pensando y buscando la manera de demostrarte que no eres una más y que si eres especial, Alex Rose Gimor ¿Me acompañaría  para siempre y mejorarias mi vida?

Saco una pequeña caja y la abrió
- Se mi mujer. Vive conmigo. Quédate conmigo está vez, porque quieres y no porque te lo impongo.

-  Pero no me conoces.

-    Cariño, el amor no se obliga el cuestión de sentir o no.
Entonces Alex lo sientes ¿O no lo sientes?

Era maldito después de todo lo que me hizo, muestra está fase desconocida de el, el me  humilló, me lastimó, permitió que una mujer con aspecto de hombre me enviara a la sala de un hospital y ahora gracias a él me habían secuestrado.

Y aún asi se atreve a ponerme en esta situación, era un imbécil.

Retrocedí un paso y tan impulsiva como siempre, le propine un puñetazo directamente a su recta y perfecta nariz.
- ¡Eres un estupido! - Su rostro quedó en completo shock, pero lo permitió y con la fuerza que me quedaba le di un codazo en el estómago. - Después de todo lo que me hiciste, ahora me declaras tu supuesto amor.

Todo mi cuerpo tembló por el esfuerzo del golpe, me sentí más adolorida.

- Lo sé y lo siento.- Sujetó su nariz, que sólo un pequeño hilo de sangre, mi corazón se encogió- Se que te pido mucho, pero soy lo suficiente egoísta para decir que no puedo, ni quiero dejarte ir.

Retrocedi más pasos -  No quiero.

El me sorprendió sonriendo y avanzando hasta que su pecho se pegó al mío. Mi respiración se aceleró.

- Tu cuerpo niega, lo que tu boca dice ¿A quién debo creerle?

Acarició mi mejilla y me beso mi frente, me sonrojé al instante, ¡Cuerpo traidor de nuevo!
-  ¿No me quieres, pequeña fiera?

Hay estaba de nuevo el León que conozco, arrogante y dominante.
Me apretó a su cuerpo, con cuidado de no lastimarme.
- Baila conmigo.- elevó mi cuerpo y lo acerco completamente al suyo.

- No hay música.

Comenzó a movernos en una suave danza. Tarareando una vieja canción de amor. - Este no eres tú, tu no amas y no quieres a nadie.

- ¿Eso fue lo que te contaron de mi? ¿No te han narrado la historia de la bella y la bestia? La bestia era un hombre hasta que su corazón se tornó frío, todos le temian- Dio un giro que hizo que mis pies se elevarán , solté una risita- hasta que llegó la hermosa Bella y hizo que la bestia cayera a sus pies ¿Me darías una oportunidad para demostrarte que no hay otro hombre que pueda hacerte sentir como yo?

- ¿Desde cuando el poderoso León lee caricaturas?

- Desde que la pequeña fiera apareció.- El me guío hasta la pequeña habitación que había en el centro del jardín.

Me guió a la cama, me depositó un beso en el cuello y sonrió tiernamente. Se quitó la camisa y mostró un impecable six-pack de abdominales. Mi corazón se aceleró y comencé a sentirme adolorida en donde no debería estarlo.

-¿Quee..ee haces?- Pregunté mientras se desabrocho los pantalones, sonrió y se labio el labio inferior.

- Es evidente, nena.

Quedó en  unos pequeños boxers que mostraban una enorme tienda de campaña, yo casi babeaba, mi corazón latía a mil por horas. El se acercó sigilosamente, como midiendo mi reacción, se colocó encima de mi sin apoyar su peso, unió sus labios a los míos y comenzó una danza de perfecta sincronía, pero decidió aumentar el ritmo, lamí y chupo mi labio inferior.

- Tu sabor es delicioso.

Se detuvo en seco y me miró a los ojos.

- He sido el hombre más detestable contigo, perdóname, nunca había dicho esa palabra y que me maten si alguna vez había sentido esto.

Tomó mi mano y la colocó encima de su pecho, escuché su corazón palpitar rápidamente al parecer iba a salir de su pecho.

- Te amo. Sólo a ti, mataría por ti y me castigaré toda mi vida por lo que te hice y soy un jodido narcisista porque no te quiero dejar ir, aunque se que parezco un maniático pero te rogaría por una oportunidad.

Me dió un pequeño beso.

- Mi pequeña fiera, permíteme estar contigo, mi amor, cariño serías mía para hacerte feliz, porque yo soy feliz si tu te quedas, por favor.

Lo tomé del rostro.
Mis lágrimas cayeron como cascadas.

- Si.

Me besó

León (Sons of Delvilry  #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora