Capítulo 28

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Once meses después

Observe la multitud de hombres y mujeres bailando y tomando todo tipo de cerveza, algunos inconscientes en el piso de tanto beber, pero sin dudarlo el ambiente reflejaba un aura de felicidad y yo también lo era, jodidamente mucho. León estaba en un circulo de compañeros todos reían y gritaban, lo miré fijamente era un hombre muy apuesto.

Con su barba incipiente, sus vaqueros ajustados y sus pequeñas sonrisas, estaba enamorada. Y podía gritarlo al viento, lo amaba. El sintió mi mirada y se giro hacia mi dirección, me sonrió y volvió a hablar con sus amigos.

Yo estaba con las chicas charlando acerca de la fiesta de cumpleaños de Angie una de las más jóvenes del club. Ellos eran buena gente aunque aveces un poco peligrosos pero nada de lo que no podía lidiar.

Me excuse y camine hacia el baño, sentí un ligero mareo, debía ser el alcohol. Cuando cerré la puerta y me adentre en el inmenso baño. Me mire en el espejo. ¿Esta era yo? Una chica viviendo al maximo, estando en fiestas, aventuras y perdiéndose en una alocada vida. Si, soy yo. ¿Pero por siempre? Cuando tenga mis hijos ¿Quiero que vivan de esta manera? Abrace mi estómago ¿Tendré hijos alguna vez? La puerta se abrió de par en par.

- Fierecilla, nena te he estado buscando.

El me abrazó por la espalda y me fijo en mi posición. - La privacidad no existe en tu diccionario -Dije entre risas mientras el mordía el lóbulo de mi oreja.

- ¿Qué es eso? Nunca había escuchado esa palabra. - Giro la cabeza y me roba un beso casto. - Te tengo una sorpresa, dulce.

-Anja, y ¿A que se debe ese detalle?- Me giro y me besó fuertemente sujetando mi cabello en el mismo lugar. Tomó mi cintura y comenzó a subir mi blusa hasta mi sacarla del camino.

-Hablas demasiado, mujer.- Me subió a la meseta del lavabo, pero no antes de quitarme el sostén. -Están así, por mi. Me halaga, pequeña fiera.

Me besó fuertemente y sonrió entre besos. Comenzó a repartir besos en mi cuello, luego en la clavícula y finalmente lamió y chupo cada uno de mis pezones. Gemí fuertemente por lo maravilloso que el me hacía sentir, mientras trabajaba mis senos deslizó una mano por mi abdomen hasta abrir mi pantalón.

- León ....- Dije acompañado de otras incoherencias. El adentro su mano hasta sentir mi excitación, León se quejó, y luego estabamos besándonos de nuevo mientras sus dedos largos y fuertes invadieron mi coño y se deslizaron al fondo.

Grité ante la invasión, y él se tragó mis gritos con entusiasmo, besándome profundo y largo, probando mi boca con su lengua mientras estaba explorando con sus dedos mi interior.

Me sentía como si hubiera estado reteniéndome por horas, y el placer se ajustaba como un alambre en mi interior, amenazando con romperse en cualquier momento.

El sentimiento de lo correcto al tener las manos en el tan íntimamente me abrumó, y de repente, no
pudo evitarlo. Con un gemido, comence a llegar, montando sus dedos mientras él me frotaba con exactitud de la manera correcta.

Sólo sabía que sus gritos bajos se mezclaron con la musica durante un buen rato, y luego me derrumbe en su contra, jadeando.

- ¿Esta era mi sorpresa? Me encantó- Me ruborice de inmediato mientras el se reía bajo lo que provocaba que su pecho vibrara contra el mío.

-Niña mala, vamos. - El se ocupó de vestirme nuevamente y llevo sus dedos hacia su boca, cerrando los ojos y gimiendo- Dulce.

-Ya te he dicho que no hagas eso, es raro. - El se encogió de hombros.

- Y yo te dije que no me importa, vamos.- Me tomó por las piernas y me llevo cargada hacia la salida, afuera un montón de gente esperando para entrar. Yo oculte mi rostro en su camisa. Mientras escuchaba frases como "Así se hace" " Eso es".

Trágame tierra y escúpeme en Dubai.

Cuando pasaron varios minutos, por fin llegamos al lugar. Donde el León quería mostrarme algo.
Él abrió la enorme puerta de hierro, y allí una de mis peores pesadillas.
Un hombre atado a una silla con moretones en todo el cuerpo y sin algunos dedos que obviamente habían sido extirpados a sangre fría, y recientemente pude notar.

Tire un grito aterrorizado y rápidamente quise huir, pero León me sostuvo en mi lugar.

-Mira- Negué con el rostro y quise voltear pero el no me lo permitió y sujeto mi cara.
- Este hijo de perra, fue el que organizó tu secuestro y esos tipos que te siguieron trabajaban para el- El agarró un cuchillo y lo señaló.

-¡No! ¿Qué haces? - El me secuestró pero lo que el León le haría no estaba bien, lo mataría a sangre fría y yo sería una complice.

- ¿Qué pasa, fiera? No quieres que le haga daño. - Dirigió el cuchillo hacia mi dirección- ¿Lo conoces?

-Nnnoo... Nunca lo he visto antes. Solo que no puedes matarlo, no así. Porque no lo llevas a la policía o algo.- Tartamudee y me alejé varios pasos y las lágrimas recorrían mi mejillas.

Su mirada se suavizó -Olvide que tienes un gran corazón- El me sujetó el rostro y besó mis lagrimas- Vete, bebé. No quiero que veas esto.

Salí casi corriendo de la sala. Llorando y jadeando. Matarían a un hombre por mi. ¿Pero era en realidad por mi? O el tenía miedo que ese señor se convirtiera en un fiero enemigo.
Vi en su mirada algo diferente cuando me amenazó. ¿Sería capaz de cumplir esa promesa silenciosa que hizo cuando puso el cuchillo en mi dirección?

El amor no debería ser así ¿verdad?

León (Sons of Delvilry  #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora