1-3 Historieta Erotica

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El primer sobre de plástico contenía un dibujo a lápiz. El boceto a carboncillo era una de las
especialidades de Ricky, pero no fue la habilidad de la interpretación casi fotográfica lo que la
sorprendió; fue el tema.
Un soldado con uniforme del siglo XVIII estaba con una joven en una cama de cuatro postes. Era
evidente que la pareja estaba retozando. Los grandes pechos de la chica habían quedado al descubierto y
las voluminosas faldas de volantes se encontraban enrolladas alrededor de su cintura. Llevaba unas
medias oscuras hasta medio muslo y el hombre estaba arrodillado entre las bien proporcionadas piernas,
sosteniendo los tobillos separados. La chaqueta y la camisa del soldado estaban abiertas y, aunque se
percibía la erección a través de la abultada tela de la bragueta de los pantalones, era evidente que él se
inclinaba por realizar sexo oral y no una penetración.
Ricky había pintado los erectos pezones de la mujer y su sexo con todo lujo de detalles. En la
expresión de la joven se adivinaba cierta sorpresa y una leve curiosidad. Parecía como si ella jamás
hubiera experimentado aquella clase de satisfacción sexual, mientras que la cara del hombre reflejaba
anticipación. La media sonrisa y la punta de la lengua que asomaba entre sus labios sugerían que sabía
muy bien lo que se traía entre manos, y que se iba a asegurar de que su pareja disfrutara tanto como él.
Para su sorpresa, encontró la escena excitante porque sugería lo que estaba a punto de ocurrir en vez
de mostrarlo. Daba pie a que el observador utilizara su fantasía. Un hombre podía imaginarse saboreando
el hinchado sexo de la mujer, podía verla contorsionándose de placer cuando la sometiera. Por su parte,
una mujer podía recrear la sensación que provocaría aquella experimentada lengua en el momento en que
la llevara al frenesí, conteniendo la liberación final tanto como fuera posible, hasta que suplicara un poco
más. Superpuso la cara de Jimin a la del soldado. Entonces, furiosa consigo misma, pasó la página con rapidez.

La siguiente imagen mostraba a la misma pareja, pero en esta ocasión la cabeza del hombre estaba
enterrada entre los muslos femeninos. Había deslizado las manos bajo las nalgas para alzarla hasta sus
labios. La joven, por su parte, dejaba caer la cabeza hacia atrás con expresión orgásmica al tiempo que
se acariciaba los pezones.

-¿Están genial, verdad? -Ricky la observaba-. Como te he dicho, los originales tienen mayor tamaño.

Ella le lanzó lo que esperaba fuera una mirada desdeñosa. Consideró la idea de cerrar el portafolios
y decirle a Ricky que no estaba interesada en aquellos perversos dibujos, pero no sería cierto, quería ver más.
Pasó la página.
Los personajes habían cambiado. El hombre era ahora un oficial. ____ sintió una leve -y deliciosa- sacudida de placer al darse cuenta de que en esa ocasión apenas tendría que recurrir a la
imaginación para considerar que Era Jimin. De hecho, Ricky hubiera podido convencerla con facilidad
de que lo había utilizado como modelo.
Si no como modelo concreto, sí al menos como representativo de un tipo de hombre; alto y delgado,
como Jimin, con el pelo algo largo y oscuro y un uniforme militar que seguramente carecería de rigor
histórico, pero que resultaba semejante al de un húsar y servía para otorgarle un aura de autoridad
masculina: pantalones ceñidos, botas por encima de las rodillas y una chaquetilla corta abotonada hasta
el cuello. La mujer era en esta ocasión de origen más aristocrático; de hecho su expresión resultaba
incluso un poco desafiante. Lucía un elaborado peinado, con el pelo sujeto por una banda con una pluma;
el vestido de corte imperio, muy escotado, enfatizaba la generosa curva de los pechos pero cubría el
resto del cuerpo.
El instante que reflejaba no tenía realmente nada erótico, pero era evidente que aquellas dos
personas sabían que eso estaba a punto de cambiar. La mujer tenía la mirada alzada, como desafiando al
hombre a que la tocara, y la posición de este y su expresión indicaban con precisión que él había aceptado el reto y pensaba hacer justo eso... y mucho más.
Una vez más se vio obligada a admirar la habilidad de Ricky. No solo había bosquejado los personajes con exactitud fotográfica, también transmitía sus pensamientos. O, pensó de repente, ¿estaba
viendo en el dibujo únicamente lo que esperaba ver? Observó que la imagen tenía un título que rezaba
Las Fuerzas Armadas realizan maniobras.

90 DÍAS (JM & ___)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora