Igual que tampoco la conocía Jimin, pensó perezosamente, reclinándose contra el respaldo delsofá y recuperando la anterior imagen en la que él estaba indefenso en el sofá de cuero verde. ¿Qué pensaría él si pudiera compartir esa fantasía? ¿Le gustaría? ¿Se quedaría horrorizado? ¿Se enfadaría? Se dio cuenta de que no lo sabía. Aceptó que ella tampoco sabía demasiado sobre él.
Lo conocía tan poco que ni siquiera estaba segura de si mantendría aquel acuerdo tan poco convencional que habían establecido. Tampoco es que pudiera emprender acciones legales en su contrasi se echaba atrás.
Todo aquello, de hecho, podría acabar siendo lo que él entendía por una broma cruel,un ejercicio de poder. Y ella no sabría la verdad hasta que hubieran finalizado los noventa días.
Cuando sonó el teléfono a primera hora de la mañana del miércoles, lo descolgó con una ciertaexpectación, sospechando que era Jimin. Él la sorprendió al preguntarle cómo estaba y supuso que la estaba llamando desde un lugar más público de lo usual.-¿Estás libre este sábado?
Aquello la dejó casi anonadada.
-¿Estás preguntándome?
-En efecto. Me había olvidado de que tenía una invitación para el Fennington y necesito unapareja. Es la fiesta anual, y si aparezco sin acompañante acabaré atrapado por una vieja arpía o unaclienta aburrida. -Hizo una pausa-. Si me acompañas te prometo una cena espléndida y un bailetradicional.
-Bueno, vale -aceptó ella, intentando no parecer demasiado entusiasmada. ¿Una cena en el hotel
Fennington? ¿Cómo iba a negarse? Tenía fama de ser excepcionalmente caro.-Será una cena formal -añadió él-. Se espera que brilles. Sería de agradecer que te pusieras diamantes.
-Mi fondo de armario no es demasiado formal -dijo ella-, solo el clásico vestidito negro. Y
tampoco tengo diamantes.-Ya me ocupo yo -se ofreció él-. Se me da bien elegir ropa, ¿no te has fijado?
-Si estás pensando que voy a aparecer en el Fennington con una minifalda de cuero y un top escotado, ya puedes ir olvidándolo -advirtió con serenidad-. Tengamos un acuerdo o no, eso estádescartado por completo.
Él se rió.
-No te preocupes. Si no te gusta mi elección puedes comprarte lo que quieras a mi cuenta. Te entregarán algo mañana por la tarde.
Le dio la impresión de que era sincero, pero ahora conocía a Jimin algo mejor y lo primero quehizo fue llamar al hotel. Le sorprendió que confirmaran la historia; estaban completos porque secelebraba la cena y el baile anual de la Gran Orden de los Caballeros de la Bandera. Solo se podíaasistir por invitación. Respondieron a todas sus preguntas y la informaron de que los Caballeros era unaorden benéfica de rancio abolengo que llevaba más de cien años en activo.
Con la ropa prometida llegó la constatación de que la invitación era sincera. Era un diseño clásico
de alta costura, confeccionado en pesado raso verde oscuro con una larga cremallera oculta en la
espalda. Le recordó a los vestidos que llevaban las estrellas de cine en los años veinte y, aunque la falda
caía hasta los tobillos y el escote no enseñaba mucho, se preguntó si algunos de los venerables miembros
de la Orden de los Caballeros de la Bandera lo considerarían demasiado moderno. Dibujaba su figura sin
ceñirla, por lo que no era provocativo ni marcaba la ropa interior. No disponía de ningún sujetador sin
tirantes, pero el encorsetado corpiño lo hacía innecesario. Jimin había enviado además guantes ajuego, zapatos forrados de seda verde con un respetable tacón alto y un culotte suelto de seda. No había medias. Pensó que el culotte tenía una textura muy agradable que se correspondía perfectamente con el estilo del vestido.
El paquete contenía además otra caja más pequeña que encerraba una pesada gargantilla dediamantes y una pulsera a juego. Brillaban tan intensamente que supo que debían ser falsos; si fueran de verdad tendría una fortuna entre sus manos. La gargantilla se ceñía demasiado a la garganta y la obligabaa llevar la cabeza erguida; resultaba un poco incómoda. La pulsera era ancha, para usar por encima delguante y parecía una esposa.
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90 DÍAS (JM & ___)
Hayran KurguPark Jimin es un arrogante y mundano hombre de negocios que siempre consigue lo que quiere. Y lo que quiere es que ____ se pase los próximos noventa días sometiéndose a sus deseos... Una oscura y sensual historia de amor y obsesión. ¡HIS...