Mis padres.

333 26 2
                                    


(...)

Narra Abigail

Ha pasado exactamente un mes desde que mi padre se ha ido y me siento muy mal. Pensaba que era el mejor padre pero al ver todo desde el punto de vista de mi madre es imposible.

-Hija...-Me gire y la mire.

-Dime madre.-Esta bajo la cabeza.

-Tu padre vino a buscarte para comer un helado y salir a pasear.-Baje la cabeza.

-Voy en algunos momentos.-Esta asintió y salió entro a la casa. Yo estaba en la piscina. Mire a mi derecha y había una carta perfectamente puesta en la mesita donde estaba mi limonada. La tome y la abri. Había una foto mía pero yo estaba de espaldas.

"Te estoy vigilando, no pienses que será igual. No quiero que hables con el a menos que los profesores se lo pidan. Todo lo estaré viendo. Cada detalle de cada minuto estaré apuntando en un papel y desearás no querer vivir."

Anonimo/a

Respire profundo y me coloque el jean corto y una camisa de mangas negra. Entre a la casa y vi a mi padre sentado en el sillón comiendo papas.

-Hey. Padre.-Este me miro y sonrio triste.

-Quería salir a comer un helado o tal vez comer pizza.-Mire su mano izquierda para ver el anillo de la boda de mi madre. Aún lo tenía puesto.

-Ire a ducharme.-Dije y este asintió. Subí las escaleras y mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas al recordar como el salía de su habitación hace un mes con sus maletas. Limpie mis lagrimas y me adentre a mi habitación. Me duche en algunos quince minutos y me vesti con un  jean un poco ajustado. Una camisa color gris y vino. Con mis vans color vino y me cepille el cabello. Tome mi teléfono, una cartera y salí de mi habitacion. Baje las escaleras y escuche las voces de mis padres en medio de una discusión en susurros.

-¿Acaso yo te dije vete con esa puta? No, jamás, son embargo sabes que ella tenia un hijo de 17 años. Tu hija esta sufriendo por tu culpa. No tienes idea de nada. Ella no está comiendo, no está durmiendo y va todos los días a entrenar. Te fuiste.-Los sollozos de mi madre eran evidentes.

-Lo siento Lenin. Yo no quería hacerlas sufrir pero que iba a hacer si esa mujer está esperando un hijo mío hacen dos meses.-Tape mi boca. Hace dos meses.

-Me has engañado incluso un mes antes de separarnos. No sabía que eras asi. Esta será la última vez que ves a tu hija. Esta prohibido verla. Ve con esa mujer y no regreses nunca.- Me adentre a la sala y ellos me miraron.

-Lo vere cuando yo quiera. Además es mi padre. Estoy sufriendo, pues claro. Pero tu no me vas a obligar a hacer algo que no quiero. Una cosa antes de irme, si más bien quieres ayudarme deja que mi padre venga a verme todos los días a la semana. Si no te gusta que me vea entonces me iré a vivir con el.-Esta abrio sus ojos como platos.-Madre te amo, eres mi sol, pero no puedes opacar más mi felicidad. Estas siendo egoísta. Tu sabes muy bien que no me gustan las personas egoístas.-Esta bajo la cabeza.-Son los mejores padres que tengo pero por favor, no peleen mas.-Dije a punto de llorar. Estos se me acercaron y me abrazaron.

-Esta bien hija. Todo lo haré por ti.-Mi madre comenzó a llorar. Nos separamos y mama miro a mi papa.

-No quiero que se enojen más nunca. Me hacen daño cuando pelean.-Estos asintieron. Mire sus anillos.

-Trate de estar junto a ti pero me has...-La interrumpi.

-Ya, no quiero que toquen ese tema más nunca en sus vidas.-Mis padres asintieron. Tome a mis dos padres de las manos y los arrastre para irnos los tres a comer helados por última vez.

The Fat Girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora