(...)
Narra Abigail
-¿Esto se ve bien en mi?-Mire a Sophia que salían del probador con un jean gastado, una camisa de color negro mostrando un poco su barriga.
-Te ves bien, con todo literalmente. Solo que algunos colores no son adecuados para el tipo de piel que tienes.-Tome una camisa de color rosa.-Por ejemplo el rosa chillón.-Esta asintió.
-Lo se, me veía ridícula con esa mini falda rosa.-Negué.
-Tienes que valorarte, te veías bien pero exponias mucho al mundo.-Se carcajeo y entro al provador. Luego de algunos minutos salió con una falda pegada de color negro que llegaba hasta sus rodillas y un top crema.-Te ves preciosa.-Asintió sonriendo con alegria. Entro de nuevo y de tantos cambios que se hizo se me canso la vista y la voz.
-Bien es hora de ir al auto guardar esto y volver.-La mire y asenti. Compro la ropa que le dije, la que se midió y zapatos bajitos, tenis y accesorios pequeños. Fuimos al su auto y pusimos todo en la cajuela para luego volver. Fuimos a una tienda de trajes, para fiestas, para cenas y para incluso estar en tu casa. Tome cuatro vestidos. Uno negro, uno blanco que se pega no mucho alcuerpo, uno para ir a la playa, otro para que ella fuera a cenar con sus padres de color crema con una falda hermosa y un traje no tan corto color vino. Se los probó y todos le quedaban perfectos. Tome dos trajes para que fuera a las fiestas que hacían. Tome uno rojo sangre largo que se abría en una pierna y uno color violeta claro corto que se pegaba un poco a su piel. Al fin fe cuentas ella le gustaron todos y se los llevo. Volvimos al auto dejamos las compras y me miro.
-Tengo hambre.-Asintió pero yo la detuve.-Yo pago y yo se donde llevarte.-Esta sonrio y se dejó guiar de ti. La lleve a la casa de las hamburguesas. Esta sonrio con alegria.
-Aquí venía después del instituto sola para que nadie me viera comer como cerda. Pero ahora me vale.-Caminamos adentro de la tienda y pedimos dos hamburguesas de queso, con tocineta, lechuga, tomate, pepinillo y cebolla. Unas sogas y dos mantecados de chocolate grande. Luego de que tomaremos dos bandejas cada una nos fuimos a la mesa más grande para comer comodas. Ella comía como nunca antes pero con un poco de cuidado para no dañar la ropa si se caía algo. Termine mi hamburguesa, termine mi soda y el mantecado no me cabía así que lo deje con Sophia para ver peliculas más tarde. Salimos de la casa de las hamburguesas y caminamos hasta el auto. Nos subimos y ella lo encendió después de que se sintiera un poco vacia. Aceleró con cuidado y nos fuimos. Ella cantaba una canción que jamás había escuchado y me miraba.
-¿Como se llama esa canción Sophia?-Esta bajo la radio y me miro.
-7 years old. Mi padre la escuchaba. Una vez estaba con mi padre y camino a casa le dio un ataque al corazón y esa canción era la que sonaba, el la cantaba a todo pulmon y me hacía reir hasta que comenzó a toser con fuerzas y el auto se desvio. Chocamos con fuerza y el murio. Yo solo me golpee en la cabeza quedando en coma cuatro meses. Jamás me sentí tan vacía cuando desperte del coma y ver a mama llorando. Unas horas más tarde mi madre se suicidó, mi hermano se fue del país y yo me quede sola.-Lloraba mientras me contaba.-No me molesta vivir sola por que así organizó fiestas pero en las noches, solo necesito que mi padre entre a mi habitación y me diga:"buenas noches mi querida princesa". Eso es lo único que necesito. Por eso cargo tanto vacío encima. Jamás pensé estar así de rota, pero la vida es así.-Dijo secándose las lagrimas. Mire hacia el frente y tire del manubrio para que no chocaramos con el camion. El auto dio unas vueltas hasta quedar paradas en el medio de la caye. El camión chocó con un poste y luego el señor se bajo para saber si estábamos bien.
-¿Están bien?-Asentí ya que Sophia estaba en shock.-Llamaré a una ambulancia como quiera.-Asentí de nuevo para que el señor se fuera.
-Sophia.-Esta me miro con una mirada culpable.-No es tu culpa. Todo está bien Sophia. Estoy bien mira.-Tome su mano y esta asintió aún descolocada.
-Me duele la cabeza. Mucho.-Hice que el sillón de ella se acostara para luego de algunos minutos la ambulancia llegar y se la llevaran. Yo lleve las compras a su casa ya que dejó las llaves y antes de irse me dijo la dirección. Vive a tres cayes de la mia. Me baje abrí la puerta principal y ahí había un cabrito muy grande. Lo tome y lo lleve hasta el auto baje la ropa de la cajuela y la puse ahi. El cabrito se lleno demasiado. Una puerta en el primer piso me hizo saber que ese era su habitación. Abrí la puerta y el cuarto no tenía nada de color rosa. Tenía una pared de color negro, un escritorio del mismo color, muchas fotografías de bandas de rock. Abrí su armario y ahí si todo era de color rosa. Tire toda esa ropa al suelo y coloque la nueva. Tire los tacones de color rosa y coloque las tenis, zapatillas y tacones no tan altos de diferentes colores. Después de acomodar todo saque una muda de ropa para llevársela al hospital. Tire a la basura toda la ropa y tacones rosas que tenía y luego me fui al hospital para ver como estaba.
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The Fat Girl
Teen FictionAbigail Armstrong siempre se escondía de los demás por su sobre peso. No todos los días Abigail estaba alegre, siempre estaba callada. De pequeña sufría grandes acosos por su peso, pero ahora es diferente. Bueno no es cierto, sigue todo igual. Sol...