En multimedia Abigail
(...)
Narra Abigail
Abrí lentamente la ventana de mi habitacion y tarde algunos minutos en recordar la pesadilla de hacen días atras. La puerta de mi habitacion se abrio y me gire.
-Hija, Mark a venido a visitarte.-Me fui a vivir con mis padres con el temor de seguir siendo atacada.
-Bajare en algunos segundos.-Mire el brillante sol y el hermoso paisaje que tanto me encantaba cuando era pequeña.
-Bien, la comida esta lista.-Sonreí y trate de mentalizarme.
-Hace días que no como bien y e bajado de peso bastante. Mañana retomaria las clases y necesitaba descansar de todo.
Me puse una camisa blanca de cuando estaba gorda y un jean desgastado de color azul marino que me compre hacen dos dias. Me puse mis zapatillas blancas y salí de la habitación. Baje las escaleras, escuchaba las risas de mis padres mezcladas con la de Mark.
-Ya estoy aquí.-Mark me miro seriamente. Hacen días que no lo veía, para ser exactos desde el último incidente hacen cinco días atras. Nuestros padres se fueron y me quedé sola con el.
-¿Y bien? ¿Como has estado?-Sonreí y mire al suelo.
-Muy bien para ser exactos.-Me acerque alsaciano refrigerador y saque un galón de jugo de fresa y kigüi. Tome un baso y me servi jugo. De pronto unas manos tocaron las mias.
-¿Por que no habías llamado?-Déje de hacer lo que estaba haciendo para girarme y encontrarmelo a centímetros de mi. Este se acerco mas de lo que estaba hasta que nuestras respiraciones se mezclaron. Miro mis labios, pero antes de que nos pudiéramos besar el se aparto.-Lo siento.-Asentí y me gire para beber mi baso de jugo. Luego de beber lentamente mi baso sentí un viento frío que me herizo la nuca. Me gire y mire a Mark.
-¿Por que?-Le pregunte un poco enojada.
-¿Por que, que? ¿De que hablas?-Me miro confundido.
-¿Por que me salvaste? ¿Por que siempre eres tu el que se me acerca o el que trata de estar cerca de mi siempre?-Mire sus ojos buscando una respuesta que me ayude a contestar mis preguntas.
-Por que me gustas. Por que eres lo primero que pienso cuando me despierto y lo último que pienso antes de acostarme a dormir. Por que eres esa necesidad de curar mi corazón y siento que debo protegerte. No necesitas preguntarme por que. Hasta un ciego se daría cuenta de que me gustas y de que haría cualquier locura por salvarte o por tenerte entre mis brazos. Eres esa cosa tan importante que me tranquiliza. Eres perfecta para mi.-Dijo todo eso acercándose para abrazarme y darme un rápido beso en la nuca.-No me atrevería a lastimarte. A usar tu corazón. Jamás me arriesgaría a perder eso que tanto deseo.-Luego agachó la cabeza y la escondió en mi cuello. Sentí que algunas gotas comenzaban a deslizarse por mi cuello hasta empapar mi camiseta.-No quisiera perderte comprende...-Se le corto la voz y comenzó a llorar.
-Yo... tu... jamás me perderas... yo te ne...necesito... es decir eres o soy igual a ti... lo siento...-Mi voz comenzó a fallar y de los nervios comencé a tartamudear. Se separó de mi y tomo mi rostro entre sus manos.
-Prometelo.-Sonreí con dulzura y tranquilidad.
-Lo prometo.-Este sonrío y luego me beso la nuca para volverme a abrazar.
-Oh lo siento...-Nos separamos al instante y mire a mama.
-Oye, mama, tranquila. ¿Querías decir algo?-Esta se giro y asintio.
-Tu padre y yo no llegaremos hasta mañana. Solo quería saber si te quedarás con tu tía Dorian o con Mark.-Mire a Mark y este asintió sin esperar a que yo contestara.
-¡Pues claro! Yo la cuidare siempre. Si sucede algo yo estaré a cargo de su hija.-Mama sonrio y salió de la casa. Mark se giro y me miro directamente a los ojos.
-No me has dejado hablar.-Este negó.
-Si te dejaba hablar claramente estuvieras haciendo maleta para irte con tu tía y por lo que me a dicho tu madre no vive nada cerca de aqui. Así que hoy tendremos una cita y no acepto un no como respuesta cariño.-Me dio un beso en los labios y salió de la casa. Respire profundo y comencé a sonreir.
(...)
Me coloque un traje nuevo que me compre para la cita de hoy. Esa color rojo y blanco con pequeños diamantes en el área del pecho. Tenía unos tacones de color plata y mis labios estaban de color rojo. Mi cabello castaño estaba recogido. Me maquille ligero. Era una cita no una fiesta. Salí de mi habitacion ya que el chico desesperado estaba inquieto en la sala. Baje las escaleras y al el escuchar mis tacones resonar se asomo a las escaleras. El llevaba una cita camisa blanca hasta los codos, unos jeans azul marino y nos zapatos de color crema. Su cabello estaba despeinado como siempre y su sonrisa estaba tan grande que pensaba que sus dientes se le caerían.
-Ya está y lista.-Este me sonrio aún mas.
-Estas preciosa. Has bajado bastante de peso. Aunque me gustabas más cuando tenías esas curvas hermosas.-Me sonroje y baje la cabeza. Termine de bajar las escaleras y este tomo mi mano para luego salir de la casa. Su auto estaba estacionado frente a mi casa y pude notar que por primera vez en algunas semanas estaba limpio. Lo mire y este asintio.
-¿Lo has lavado?-Me carcajee.
-¡Hey! Tampoco estaba tan sucio.-Sonreí y mire al cielo.
-Hoy está muy hermoso el día. Mark no se por que...-Este me mando a cayar y me subió al auto con cuidado. Cerró la puerta de mi lado y rodeo el auto para subirse y comenzar a conducir.
-Quiero que disfrutemos esta noche en paz. Te llevaré a un lugar muy especial para mi y luego iremos a otro segundo lugar muy especial para mi.-Sonreí.
-Más sorpresas Mark.-Este me miro y yo me abrocha el cinturón de seguridad.-Okey, hago silencio.-Este puso música y nos distraimos por el suelo camino.
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The Fat Girl
Teen FictionAbigail Armstrong siempre se escondía de los demás por su sobre peso. No todos los días Abigail estaba alegre, siempre estaba callada. De pequeña sufría grandes acosos por su peso, pero ahora es diferente. Bueno no es cierto, sigue todo igual. Sol...