(...)Narra Abigail
-¿Podrías poner tu mano derecha en la cintura y subir tu rostro un poco para poder ver tu cuello?-Asentí. Me coloqué en la posición que me el fotografo para luego escuchar el sonido de la camara y que por milesima vez el Flash me dejara ciega.-Muy bien eso es todo por hoy.-Me salí de la habitación sin decir gracias y me coloqué mi chaqueta de cuero negra. Pronto tendría mi boutique. Mire a las chicas y les sonreí.
-El sábado habrá un evento, tienen que ser ustedes mismas chicas. Las chicas gordas debemos dejarles saber a las demás personas que tenemos oportunidad para todo tipo de cosas. Que el ser gordas no nos hace ser menos que nadie. Somos bonitas y agradables. Den lo mejor de ustedes. Mis vestidos los estrenaran ustedes y por modelar los serán de regalo para ustedes. Disfruten al máximo el próximo evento.-Todas aplaudieron y me abrazaron. Sonreí conforme de mi misma y salí de la boutique. Mi teléfono sonó y lo tome sin revisar quien era.
-¿Hola?
-Amor, te llamo para que sepas que la empresa te necesita en la junta para aclarar algunos papeles.
-Claro estaré allí en cinco minutos.
-Adiós amor.-Colgue la llamada y me subí al auto.
Lo encendí, acelere con cuidado y avance a llegar a la empresa. Me aparque y me baje del auto. Corrí hacia dentro de la empresa y me adentre al ascensor. Las puertas del ascensor se abrieron.
-¡Oh por Dios!-Salí del ascensor antes de que sus puertas cerraran y vi la masacre que había frente a mi. Fui hasta la oficina de Mark y abrí la puerta. Me tomaron con fuerza del brazo y me sentaron. Mark estaba frente a mi amordazado.
-Que alegría verte aquí Abigail.
-¿Que haces aquí? Se supone que estarías muerto o arrestado o lo que sea que te haya pasado.
-Pero estoy aquí vivo y lleno de maldad. Te salvaron y yo solo quería que murieras.
-¿Por que me quieres ver muerta? ¿Que te hice?
-Tu me rechazas te cuando pequeños, te lo dije la última vez que te vi, te lo dije cuando estuve a punto de matarte y este idiota te salvo. Pero ahora seré mucho más malo. ¿A quien mato primero? ¿A ti o a él?-Señalo a Mark con el arma.
-A mi, matame a mi.-Dije a punto de derramar todas las lagrimas que estaba reteniendo.
Sonrió con maldad y se comenzó a reír en mi cara.
-¿Sabes algo? Tu me rompiste mi corazón, me encantaría romperte el tuyo. Y eso es lo que voy a hacer.-Se giro y le disparó a Mark en la cabeza, sin una pizca de piedad.
Estaba en shock, estaba mirando como el cuerpo de mi esposo se derrumbaba en el suelo.
Las lagrimas salieron sin ningún control y luego lo vi irse riéndose. Me dejaron caer al suelo y se fueron.
Me acerque al cuerpo de Mark y me acosté a su lado lo abrace y comencé a llorar con todas mis fuerzas. Me sentía la peor persona del mundo. Llame a la policia y en quince minutos ya estaban aquí.
Se llevaron el cuerpo de Mark y yo solo lloraba sin parar. Los para médicos intentaban tranquilizarme pero no podía. Tuvieron que inyectar me para poder lograr tranquilizarme y dormir al menos unas horas.
Horas que pasaron volando y que cuando desperté lo único que hice fue llorar. Llorar sin parar.
Tenía mi corazón echo pedazos, solo era polvo. Cenizas dentro de mi quedaban.
El sonido del disparo sonaba en mi mente sin parar y la imagen de su cuerpo cayendo al suelo se repetía una y otra vez.
Sentía que era el final, sentía que era nuestro final, sentía que todo para mi estaba muerto.
Este es mi final, este es nuestro final Mark...
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The Fat Girl
Teen FictionAbigail Armstrong siempre se escondía de los demás por su sobre peso. No todos los días Abigail estaba alegre, siempre estaba callada. De pequeña sufría grandes acosos por su peso, pero ahora es diferente. Bueno no es cierto, sigue todo igual. Sol...