De compras con Mark 2

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(...)

Narra Abigail

Paso una semana y ya era el baile. Mañana sería el baile de graduación. Hoy iría de compras con Mark para escoger mi vestido. El es tan hermoso conmigo, espero que sigamos de lo más bien.

-¡¡Abigail!! ¡¡Si no avanzas a salir del baño iré a buscarte, deja ese maquillaje!!-Grito Mark desesperado. Termine de maquillarme ligero y baje las escaleras corriendo.

-Oye tranquilo, no soy tan lenta después de todo.-Este negó.

-No fijate, llevo una hora aquí parado y no habías terminado.-Sonreí y salimos. El centro comercial quedaba cerca así que fuimos caminando.

-¿Estas seguro de ir al baile conmigo? Es que no quiero que las personas comiencen a...-Se detuvo frente a mi y me miro.

-Abigail, sigues siendo igual de hermosa como antes. No me importa lo que piensen ellos si no les gusta nuestra relación es su problema. Además deja ese complejo, eres la chica perfecta con la cual quiero tener una larga y hermosa relación. Así que si vamos a seguir juntos quiero que dejes la inseguridad por que yo siempre estaré protegiendote de los demas.-Se acerco y me dio un beso tierno. Sonreí y seguimos caminando hasta llegar al centro comercial.

-Tengo una tienda en mente y ya había visto un traje hermoso que me encantó pero no tengo idea de como voy a hacer.-Este sonrio.

-Mi mama me dejo su tarjeta y podremos gastar todo el dinero que queramos. No puso límites mi amor.-Me sonroje y baje la cabeza.

-Es que...-Me mando a callar  y me halo por la mano.

-Es que nada. Vamos a la tienda que te gusta, escoges dos vestidos.-Asentí.-Luego iremos a la peluquería, luego comprare mi ropa, iré a recortarme, luego iremos a un maquillista que es parte de mi familia y luego iremos al spa.-Abrí mis ojos como platos.

-¿No crees que ya es mucho pedir?-Este nego.

-Mi madre gasta miles de dólares diarios así que este día es para ti en especial y para mi.-Sonreí y este entrelazo su mano con la mia.

-¡Allí está la tienda!-Grite en susurro. Este me halo hasta allá y entramos. A lo último de la tienda vi un traje del color crema largo con transparencias con manguitos. Era precioso, me quedé mirandolo mientras Mark hablaba con la mujer que nos atendió. Luego a cerca del otro vestido había uno del mismo color pero este no tenía transparencias, era completo crema y los manguitos eran abajo de los hombros muy hermoso. Mark se acerco a mi.

-¿Cuales trajes te gustan?-Dirigí mi dedo a los dos trajes pero antes de que se fuera lo detuve.

-No piensas comprar los dos, ¿cierto?-Este asintió.-No lo hagas solo un...-Se fue y pidió los dos trajes de mi talla. Luego los pago y camino hasta donde yo estaba.

-Listo. Ahora vamos por los zapatos.-Me halo fuera de la tienda.

-Mark.-Este siguió caminando hasta la famosa tienda de zapatos acá en la ciudad. Entramos a la tienda y vimos los hermosos zapatos que podrían combinar con mis trajes. Escogí unos zapatos color plateados para el traje de transparencias y escogí otro par de tacones blancos para el traje colo crema sin transparencias.

-Muy bien vamos a la peluquería.-Me llevo allí a rastras, me sentaron en una silla y el les indico en el oído al estilista que me haría en mi cabello.  Luego de dos horas y media el estilista había terminado con mi cabello. Me lo seco y peino para luego mirarme en el espejo.

Me quedé mirando mi reflejo, estaba hermosa, mi cabello era rubio abajo en las puntas y luego comenzaba a oscurecerse hasta llegar a mi craneo. Mire a Mark y este estaba sonriendo con alegria. Nos tomamos una foto y luego nos fuimos para que el se recortara. Pero esta vez yo di las indicaciones. Le dije al peluquero que le recortara a los lados un poco y arriba con tijeras. Este quedo hermoso. Luego salimos de allí y me llevo donde era la maquillista, le dio las órdenes de que mañana por la mañana estuviera en mi casa. Luego fuimos al spa y me relaje como dos horas junto a el.

-Bueno es hora de ir a comprar mi ropa.-El escogió lo que le gusto que deis echo si yo fuera otra lo hago rey de inglaterra. Todo estaba saliendo de maravilla hoy. Luego fuimos a mi casa. Llegue cansada así quedé me di una ducha y me acosté a dormir por que sinceramente el cansancio no se comparaba a dos viejas.

The Fat Girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora