Mark...

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(...)

Narra Abigail

Mi padre trajo todos los helados a la mesa y nos sentamos todos.

-Hija tenemos algo que darte muy importante.- dijo papa. Busco algo en su bolsillo. En sus manos había una caja pequeña color blanca con negro. Me la entrego. Lo abrí y habían dos llaves. Una de auto y la otra no lo se.

-Hija, la llave negra es de tu auto. La otra llave...-Miro a mama y esta sonrio y asintio.-Es del apartamento que ambos compramos antes de separarnos.-Abrí mis ojos como platos y las lagrimas. Tape mi boca y comencé a llorar.  

-¿Por que un apartamento papa? ¿Es enserio? Yo... ¡¡GRACIAS!!-Grite y los abrace con fuerza. Comenzamos a llorar juntos como si algo malo pasara.

-Hija estamos orgullosos de ti y queríamos regalarte lo mejor antes de que tu padre se fuera de viaje. Se mudara a Canada.-Intente no apartarme bruscamente pero si me separe de ellos.

-Papa yo no quiero que te vayas.-Dije mirando mis manos sobre la mesa.

-No puedo hacer más nada Abigail. Tengo que irme. Me ascendieron de puesto a Jefe legal de una compañía muy poderosa y no puedo perder esa oportunidad. Ganaré mucho dinero y te podré comprar lo que quieras y cuando lo desees.-Negué con rapidez.

-No quiero regalos materiales, no quiero que gastes dinero en cosas inecesarias. Quiero que te quedes y nos des amor padre.-No me atrevía a mirarlo en ningún momento.

-Lo siento hija pero no puedo abandonar mi trabajo. Es lo único que me queda después de ustedes. Solo iré por un tiempo y luego regresaré lo prometo.-Extendió su dedo meñique y yo uní mi dedo con el suyo. Lo mire.

-Lo prometiste papa.-Este asintió y se levanto de la mesa.

-Bueno hija. Tengo que irme. Mi vuelo sale en cuatro horas y no puedo llegar tarde al aeropuerto.-Asentí y mire a mis manos de nuevo. Luego vi como se iba sin detenerse.

Deje salir las lagrimas y sentí el apretón de la mano de mama en la mia.

-Se que duele, pero saldremos de esta juntas mi amor.-Me abrazo y lloro junto conmigo.

Nos levantamos y salimos de la heladería. Caminamos hasta llegar a la casa. Entre a esta y subí las escaleras corriendo. Entre a mi habitación y cerré la puerta a mis espaldas. Me tire en la cama y comencé a llorar aún mas. Si, soy una llorona, lo se. Pero es mi padre y pienso que al igual que todos en el mundo tenemos derecho a llorar por cualquier estupidez aunque realmente no lo sea. Nunca pensé dejar ir a mi padre a otro país y con otra mujer. Nunca. Pero es su vida y quien soy yo para impedirlo si el es mayor de edad.

Tocaron la puerta.

-¡No quiero hablar con nadie, dejenme sola!-Grite pero esas palabras no impidieron que la persona que fuera entrará a mi habitación.

-Levantate.-Mire a Mark y negue.-Vamos. Levantate.-Volví a negar. Este me tomo por el brazo y me abrazo. Comencé a llorar hasta que el mismo se dejó caer junto a mi al suelo. Me abrazo fuerte y dejo que llorara en su hombro.-No llores, me lastima verte llorando.-Incremente mi llanto. Este me siguió abrazando sin soltarme ni una sola vez.

(...)

Le pegue al saco unas cuantas veces más y me detuve al sentir la mano de alguien en mi hombro.

-Abigail, ya basta. Te lastimaras los nudillos. Además ya es tarde y tu mama anda preocupada como siempre. Me a llamado y me a dicho que regreses a casa que tu tiempo en el gimnasio a sido mucho.-Asentí mirando a Mark.

-Dije que ya voy. Dile que si sigue llamando no ire.-Dije con enojo. Ya había echo mucho ejercicio durante toda la tarde hasta ahora que son las diez de la noche. Mark me tomo por el brazo y le pegue en la ceja. Este comenzó a botar sangre ya que tenia una abertura. Este me miro con enojo.

-Tenemos que irnos. Ahora.-Dijo tomándome del brazo. Con fuerza. Otro chico lo tomo por el brazo pero yo mire al chico.

-Oye. No te metas.-Dije y este se fue sin pensarlo dos veces. Mire a Mark.

-Cuando digo que no es no. Si piensas que vas a controlarme por que eres "parte" de la familia según mi madre estas mal. Todos los hombres son iguales. Llegan a tu vida a joderte, luego te dicen que eres la unica, te engañan, te rompen y vales verga por el resto de tu vida. Hasta la persona que menos espera que te abandone lo hace. Como por ejemplo mi padre.-Este me miro con enojo.

-Pues sabes. Yo pienso que las mujeres no respetan nuestra decisión. Si ya no queremos estar con ustedes no nos pueden obligar. Lo mismo ustedes las mujeres. Toman decisiones que no dañan y después se quejan de que todos somos iguales. Tu sabes que tu madre nunca estuvo en tu casa, tu padre se canso y se fue con otra. ¿No crees? Ustedes nos dañan y luego se quejan por todo.-Le di un puñetazo en la mejilla y este cayó al suelo.

-Aléjate de mi. Eres el único chico que me ayuda y ahora me juzga. Ya no eres nada para mi Mark se acabó nuestra amistad por siempre.-Me gire tome mi mochila pero antes este me tomo del brazo y me halo hasta el. Acerco su rostro al mio con rapidez y me beso. Intenté soltarme de su agarre pero el era más fuerte que yo. Así que le correspondí el beso. Lo tome por el rostro y lo atraje más a mi. Este me tomo de la cintura y me pego más a el. Pude sentir su ereccion y me aleje de el un poco.

The Fat Girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora