Ahora mismo el pelinegro estaba terminando su apunte de su nuevo profesor de Historia, a Guillermo le cayó bien, pero decidió no confiarse; ya que al final, los profesores suelen presentarse bien para finalmente hacerte exámenes sorpresa y proyectos. Como el profesor Marcus.
La pluma de Guillermo se cayó, y se colocó al lado de un chico de piel pálida con lentes, y el chico tenía el cabello oscuro.
— Disculpa... — Hablo Guille. — ¿me podrías pasar mi pluma?
El chico volteo y simplemente asintió. Se agachó y tomo la pluma azul de Guillermo para dársela.
— Gracias.
— De nada. — Su voz era muy grave.
Y nuevamente Guillermo siguió con su apunte.
[ . . . ]
Después de cuatro horas, sus primeras clases de Guillermo habían acabado. Todos comenzaron a guardar sus cosas y marcharse pronto, era descanso y era viernes; día de baguette. Amaban los viernes, ya que si comprabas un baguette, te regalaban un vaso de capucchino.
Guillermo termino de guardar sus cosas y se colocó su mochila, cuando vio el chico que estaba a su lado, leyendo; Guillermo se acercó a él y colocó su mano sobre su hombro.
— Hey... — El chico lo miro. — ¿Por qué no sales? Hoy es día del baguette.
— Am... Si, ya voy.
Guillermo sonrió y se iba a ir, cuando la voz del chico lo detuvo.
— La cuestión aquí es que no sé dónde queda la cafetería.
Guillermo giro a verlo. — Vaya, con razón... eres nuevo. Ven, yo te enseño. — El chico agradeció y se acercó a Guillermo. — Por cierto, me llamó Guillermo.
— Sebastián.
...
— ¡Samu! — Guillermo le grito a su castaño y corrió para abrazarlo, lo cual el castaño estaba esperando. Se abrazaron y Connor, que estaba al lado de Samuel... casi grita de la emoción. Sebastián solo los miraba anonadado. Connor se acercó aquel pelinegro y le hablo.
— ¿No crees que se ven lindos juntos?
— Si..., ¿Son novios acaso?
— Samuel dice que no, pero yo no le creo.
— Pues deben.
— ¡LO SÉ!
— ¡Hey chicos! — Se escucho una voz distinta a las que conocían Connor y Sebastián. Pero no para Guillermo y Samuel. — ¿Acaso es temporada de nuevo integrantes? Veo muchos chicos que no son de aquí.
— Hola Eddie — Dijo Samuel. — Pues yo creo que si. — Comenzó a reír, mientras Connor y Sebastián se miraban confusos.
— ¿Conociste a alguien nuevo? — Hablo está vez Guillermo.
— Si, a una chica. Se llama Lana... ¿Lana? — Eddie comenzó a buscar a la chica, la cual miraba todo el lugar, Eddie la tomo de los brazos y la colocó frente a sus amigos.
[ Lana es una chica de piel pálida y cabello color dorado es una chica dulce, amigable, socialista e inocente. ]
— ¡Hola! — Dijeron Sam, Guille, Connor y Sebas al unísono, que comenzaron a reír. Al igual que Lana.
— Lana no habla muy bien el español, pero si escucha.
— Hola chicos... Me llamo Lana, ¿Y ustedes?
Los chicos rieron a tal inocencia.
— Lo lamento, me llamo Samuel. — le extendió la mano para saludarla.
— Yo Guillermo.
— Connor.
— Sebastián.
— ¿También son nuevos?
— Am... Guillermo no, solo Samuel, Connor y Sebastián.
— That's great, so I do not feel weird about being the new. — Y comenzó a reír. — ¡Oh! Sorry... ¿No hablan inglés?
— Si Lana... Si hablamos inglés.
— Cool.
— Oye Eddie... — Interrumpió Guillermo.
— ¿Si?
— ¿Y Frank?
— Con Alex, fueron por su Bagutte.
Ahora mismo Samuel pensó, «¿Ya lo habrá leído?»
— Pues... Guille. — Hablo Sebastián. Y giro Samuel con el ceño fruncido. — ¿Si me vas a enseñar la escuela?
— ¡Oh cierto! Ven...
— Los acompañó. — Dijo Eddie acercándose a Samuel. — Tranquilo, cuidaré a tu príncipe. — Le dio una palmada en el hombro y se fue riendo. — Vamos Lana.
— Bye Guys.
Samuel suspiro y se iba a ir con Connor, cuando sintió que alguien lo abrazaba por la espalda.
— Lamento no haber dicho nada ayer, pero me entro nostalgia... También Te Quiero Samu.
Y con esas palabras, El pelinegro se despidió con un beso en la mejilla, haciendo sonrojar un poco al castaño.
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