LIV

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Las semanas transcurrieron rápidamente, Guillermo logró recuperar su semestre y podía graduarse a temprana edad. (Un año antes)
Guillermo salió de aquel aula y camino a las canchas de fútbol a esperar a su novio, tenía que contarle la noticia, había aprobado todos sus exámenes... »Si que soy un niño prodigio«
Se sentó sobre los escalones que dejaban ver bien las canchas y lo vio, vio como su novio esquivaba a los jugadores para lograr meter el balón a la portería, el castaño lanzó el balón hacia su amigo Frank y se escucho el grito de un chico emocionado.

— ¡GOOOOL!

El pelinegro buscó con la mirada aquel grito y al encontrar de donde provenía, sonrió... Era su mejor amigo Alex, se levantó y rodeó la cancha hasta llegar a él, ahora no se preocupaba de que su novio lo viera, estaba tan centrado en el partido, que no prestaba atención a lo exterior.

— ¡Alex! — Sonrió el menor, el nombrado giro a ver de dónde salía aquella voz, sonrió ante su amigo.

— ¡Hey Chino! Creí que estabas en tu casa...

— No, tenía que pasar por mis resultados de mis exámenes... — Sonrió.

— ¡Es verdad! ¿Cómo te fue?

— Pues... Tendré que repetir el año. — Aguantó la sonrisa.

— ¿¡Qué!? — Se levantó. — ¿Por qué? Si tú eres un genio...

— Pues, ya ves... — El pelinegro dirigió la mirada a las canchas para no reír, pero lamentablemente su amigo Alex lo conocía perfectamente.

— ¡Que mentiroso eres...! — Y el pelinegro empezó a estallar de risa, el de menor estatura le golpeó en el hombro, recibiendo un quejido del otro, volviendo a reír nuevamente. — ¿¡Significa que iras al baile de graduación!?

Asintió. — Si es que me lo pide él... — Señaló a su novio que traía su mochila colgando de su hombro derecho y con su mano izquierda traía una botella de agua, mientras venía con Frank.

— Ya no tarda en decírtelo. — Sonrió.

— ¡Enano! — Se escucho gritar a su novio.

— ¡Joder, tú y tú puta manía de decirme enano!

— Pero si es la verdad... — Lo abrazo.

— ¡Aléjate tabla sudorosa!

Y las carcajadas empezaron a sonar, el pelinegro giro a ver a su novio que estaba detrás de él y sonrió... quería besarlo pero le hizo el de la cobra, haciendo que esté frunciera el ceño.

— Te amo, pero no me gusta hacer contacto cuando estoy asqueroso.. — Sonrió y su novio asintió. — Vamos Frank, que le dejarás impregnado tu sudor al niño... — Alex le miró mal.

— No me importa, es nuestra última hora...

El castaño rodó la vista y se fue de allí, avisando que se iría a bañar, su novio fue detrás de él... no quería interrumpir a los tórtolos.
El pelinegro sin previo aviso, tomó la mano de su novio diciendo.

— No me importa si estás sudando, sólo es la mano... — Sonrió algo picaron. — Además quiero pasar estos últimos días contigo... — Borró la sonrisa, intentaría engañarlo como lo hizo con Alex, esperaba a que funcionara.

— ¿A qué te refieres con "últimos días contigo"?

El pelinegro soltó la mano y miró hacia el piso, dio una calada de aire y respondió.

— Repetiré el grado.

Y el castaño se detuvo de golpe.

— ¿Estas de broma cierto? — El pelinegro se negó con la cabeza, sin dejar de mirarlo. El castaño se paso la mano sobre su cabellera y luego sobre su boca, analizando lo que su novio le había dicho...

— ¿Sam? — El mencionado le miro. — ¿Estas... Estas llorando?

El castaño coloco su mano sobre su mejilla y exactamente, estaba llorando inconscientemente... El pelinegro se sintio mal y abrazo a su novio par pa decirle una y otra vez.

— No, no es cierto... No voy a repetir el año, pase, podre graduarme... — El castaño acepto el abrazo y le dijo.

— Me asustaste idiota... — Y ambos soltaron una risa liviana...

Ambos se soltaron de aquel abrazo y el castaño se fue a dar una ducha rápida, en ese entonces Guillermo esperaba afuera mientras miraba sus redes sociales, pasado ya unos treinta minutos aproximadamente, su castaño salió ya con ropa más formal y el cabello mojado y  desordenado, se sentó al lado del pelinegro y colocó su cabeza sobre su hombro, el menor se estremeció por sentir su hombro frío y mojado.

El castaño rió y se levantó para después ayudar al menor, se tomaron de las manos y se marcharon a su departamento, Samuel dejó a Guille y se fue a su trabajo, su plan estaba por dar marcha.









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