Dado unos cuantos minutos el pelinegro se preocupó por su novio, así que apago la estufa y salió a ver el porqué su novio tardaba tanto.
Hasta que salió y vio que no estaba.
Volvió a entrar por su celular y sus amigos le preguntaron sobre Samuel, este no contesto.
Llamo a su celular y nada.
Lo llamo una y otra y otra vez, pero nada...
Comenzó a asustarse y le llamo a Luzu, este contestó de inmediato.
— Guille, ¿Qué pasa?
— ¿Samuel está contigo?
— Ah... no, me dijo que estaría con la dueña del departamento. ¿Qué no te dijo? — Su preocupación se volvió cada vez más intenso.
— No, no me lo dijo. Gracias Luzu.
— No hay porque, salúdame a Sam si lo ves.
— Claro.
Colgó y la pareja que se encontraba en el comedor, estaba observando a Guillermo detalladamente, esperando lo que hará.
— Ahora vuelvo, iré a ver a la recepcionista.
Los chicos asintieron, Guillermo tomo su suéter y salió.
Tomo el elevador y bajo desesperadamente y cuando llegó y no vio a nadie, tocó la campana una y otra vez hasta que salió la señora Megan deteniendo la mano del pelinegro.
— ¿Qué sucede muchacho? — Le dijo algo molesta.
— ¿Samuel está con usted?
— No, está en su departamento.
— Si, lo que sucede es que no está y no sé si salió, de pura casualidad... ¿no vio si salió o salió acompañado?
— No muchacho. El último chico que vino a ver a Samuel, era un hombre musculoso, traía una sonrisa de punta a punta. Incluso me dio miedo.
Su preocupación del pelingro le llego al máximo.
— Muchas gracias señora Megan.
— No hay porqué mi niño.
El pelinegro salió de aquel edificio y volvió a sacar su celular, intentaría llamarlo una vez más. Afortunadamente contestó.
— Guille...
— ¡Sam! Por el amor de Dios, ¿Dónde estás? — Decía rápidamente y colocándose sus dedos de su mano izquierda sobre su cabello.
— Guille, Samuel dejo su celular, soy Harry.
Guillermo no lo creyó y colgó y subió por las escaleras de emergencia.
Al llegar, entro y miro a Harry que estaba en la cocina, él se acercó a Harry y este le mostró el celular de su mejor amigo.Se negó.
— Ahora vuelvo.
— ¿Dónde vas? — Pregunto el rubio.
— Ah... — Trago aire. — Iré a buscar a Sam.
Salió del departamento y saco su celular una vez más, llamo a la persona que desearía no llamar nunca, pero... no podía dejar a su novio.
— ¡Guille!, me preguntaba cuándo llamarías.
— Cierra la boca Max, ¿Dónde está mi Samu?
— Conmigo...
— ¡Le haces algo maldito bastardo y.. — Le interrumpió.
— ¡Hey! Tranquilo, no le haré nada... al menos de que me provoques. — Silencio. — Bien, ¿quieres ver a Samuel? Gira a la derecha, me verás.
Guillermo obedeció y vio a Max que lo miraba con una sonrisa, mientras le saludaba con la mano, Guillermo dirigió su mirada de nuevo al frente.
— Ajá, ¿Qué quieres?
— Que vengas conmigo.
— ¿Qué?
Max abrió la puerta del pasajero y Guillermo giro otra vez hacia el auto de Max y encontró a Samuel atado en las muñecas y en los pies, y traía un abrigo sobre su cabeza, Guillermo se sorprendió y comenzó a sentir que sus ojos se humedecían; pero mantuvo la postura.
— Déjalo ir...
— No, hasta que subas al auto sin llamar la atención. — Max dejo entre abierto la puerta del auto. — Te esperare a dentro.
Y colgó.
Guillermo tragó saliva y guardo su celular para dirigirse al auto.
Y por cada paso que daba... se llenaba de miedo, por cada paso que daba... sentía que se moría.Llego al auto y entro a la parte trasera, al hacerlo, Max se colocó en cinturón e introdujo la llave del auto.
Guillermo lo miraba de perfil y después dirigió su mirada a la de Samuel, le quitó el abrigo y miro que tenía la frente abierta, con sangre seca, Guillermo se tapo la boca, comenzó a asustarse más.— Sa-Sam...
— Estará bien, solo no hagas estupideces.
Guillermo se tragó el llanto y comenzó a desatar cuidadosamente sus muñecas y sus pies... se arrimó junto a él y le beso la mejilla, diciéndole en susurro.
— Se que vendrás por mi, por eso no tendré miedo... porque tú eres mi príncipe, tú eres el que me salvará de las garras del dragón.
Abrió la puerta y empujó a Samuel hacia la carretera, solo se escucho como frenaban detrás suyo, Guillermo cerro la puerta y miro a Max, que lo miraba en el espejo.
— ¡¿QUÉ MIERDA TE PASA?! ¡¿SABES EN LO QUE NOS ACABAS DE METER?!
No contesto.
Así que Max aceleró el auto, Guillermo se agarro de los asientos y solo dijo.
— ¡PARA!
— ¡NO LO HARÉ HIJO PUTA! ¡POR TU CULPA NOS BUSCARÁN!
— ¡SI NO HUBIERAS METIDO A SAMUEL EN ESTO NO HUBIERA PASADO!...
— ¡SI SAMUEL NO HUBIERA INTERFERIDO EN MIS PLANES NO HUBIERA PASADO ESTO!
— ¡SI NO HUBIERAS NACIDO, NO HUBIERA PASADO ESTO!
— ¡CÁLLATE DE UNA MALDITA VEZ!
Max giró a verle, se quitó el cinturón y tomo a Guillermo del brazo.
Pero en ese instante, ambos sintieron un fuerte impacto a su lado izquierdo.Había pasado un autobús.
El auto salió girando, junto con los pasajeros.
Y la oscuridad invadió sus cuerpos.
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UNIVERSITY
FanfictionDespués de varios años separados, es hora de un nuevo reencuentro. [Segunda parte de «Babies»]