— Entonces... Dices que tu novio, Samuel, está pasándosela bien con su mejor amigo. — Dijo el menor sin despegar la mirada de la computadora.
— Así es... — Bufo el pelinegro.
— Escucha Guillermo, Samuel está aquí hace... ¿Cuánto? ¿Dos semanas ya? Como sea... entiende que Samuel fue apartado obligatoriamente de su hogar donde creció, de sus padres y amigos.
— Pero eso ya se lo habían hecho desde antes, lo alejaron de su hogar donde nació, de sus amigos, de mi...
— Guille... — Suspiro. — Samuel vivió más en Londres que aquí, pudo haber nacido aquí y lo que quieras, pero entiéndelo... es más de Londres.
Además, Samuel te ama... tú lo amas... ¿y qué? No se van a separar solo porque llego Harry.— ¡Y AMANDA!
— Pero después de lo que hiciste, dudo que se acerque...
— Tal vez.
— Deja de desconfiar Guillermo, todo estará bien.
Guillermo suspiro. — Esta bien, gracias Alex...
— No hay de que tonto, ahora vete que tengo que terminar un ensayo en menios de una hora.
— ¿Y por qué sigues jugando?
— Sabes que me aficione con los videojuegos.
— Bueno, suerte Alex...
— Igual celoso...
— Cállate.
El pelinegro se levanto de la silla que estaba al lado de su amigo y salio de la habitación, se dirigio al laboratorio y cuando entro, miro a su novio que estaba tomado de la mano de Harry mirandose a los ojos con una sonrisa... Guillermo se altero y se acerco a Samuel con celos hasta la coronilla.
— ¿Qué sucede aquí cariño? — Samuel miro a su novio un poco asustado.
— ¡Oh! Cariño... — Y se escucho un golpe en la mesa.
— ¡SI! ¡Gane! — Samuel miro la mano de él y su mejor amigo y lo miro para reírse.
— Eso es trampa, me distrajeron.
— No, tú no aceptas tu derrota, siempre fue así, desde niños..
— ¿Desde niños? — Interrumpió el pelinegro.
Ambos chicos miraron al pelinegro. — Si... — Dijo Harry con una sonrisa y prosiguió. — Cuando jugábamos a luchas o algún videojuego y perdía ... Siempre se negaba y hacia reproches.
— Oso, oso mentiroso. — Dijo Samuel mirándolo con una sonrisa y con una ceja elevada.
— Nunca cambiaras con tu oso... ¡Por cierto! Después de clases tengo que mostrarte algo.
— ¡PERO SAMUEL NO PUEDE! — Gritó exaltado, llamando la atención de la mayoría del salón.
Los chicos lo miraron extraño...
— Harry, ¿me permites unos minutos?
— De que te permito, te permito, de que quiera... no tanto.
Samuel dio una pequeña carcajada. — Cállate Harry.
Samuel tomo la mano de su novio y bajo de su banco, para después salir del laboratorio y tomarle de los hombros y mirarlo a los ojos.
— ¿Qué sucede contigo Guille?
— ¿Qué que me sucede? ¿Qué te sucede a ti Samuel?
— ¿A mi?
— No, ¡El vecino! — Le quito sus manos extendiendo sus brazos, haciendo aquella escena dramática.
— Tranquilo Guille...
— ¡No me pidas que me tranquilice! — Samuel le miro perplejo.
— Espera un segundo... ¿Estás celoso de Harry?
— No... para nada.
— Si, si lo estás. — Sonrió el castaño.
— ¡Que no! — Se cruzó de brazos y desvío su mirada.
Samuel sonrió de aquello y lo abrazo. — ¿Ya te dije que eres lindo? — Guillermo intento apartarse de el pero no lo logró, decidió dejarse llevar. — Te quiero, y lo sabes, solo que... extraño mi hogar.
— Este es tu hogar.
Samuel sonrió. — No lo entiendes chuiqui... — El castaño colocó su barbilla en la cabeza del pelinegro. — No lo entiendes.
— Entonces explícame. — Se separó de aquel abrazo y miro a su novio con los ojos cristalinos.
— ¿Por qué lloras?
— Porque no quiero perderte otra vez... — Y nuevamente, abrazo al castaño, ocultando su rostro en el pecho del mayor. — No otra vez...
Samuel beso su cabeza. — No lo harás... no me perderás.
Y quedaron así por unos minutos, compartiendo calor y tranquilidad.
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UNIVERSITY
FanfictionDespués de varios años separados, es hora de un nuevo reencuentro. [Segunda parte de «Babies»]