[ G U I L L E R M O ]
— Sa...Sa...Samuel... Para... Me haces cosquillas. — Dijo el pelinegro soltando unos pequeños gemidos, aquel castaño mordía el lóbulo de su oreja para comenzar a besar su cuello. El pelinegro colocaba sus manos en el torso de la persona que lo besaba. — Sami... — De pronto, siente que se caen encima del pelinegro y comienza a quitarle la camisa. — Sa...
— Sh... No hagas ruido o nos descubrirán. — Dijo una voz grave y ronca. El pelinegro se calló y solo gemía, estaba caliente, estaba exitado. De pronto sintió como le bajaban los pantalones.
— ¡GUILLERMO! — Interrumpieron. — ¿¡QUÉ CARAJOS HACES!? — Nadie le contestaba, solo Guillermo sintió que quitaban al chico que estaba encima de él.
— ¡ALÉJATE DE GUILLERMO! — Se escucharon golpes. — ¡ALÉJATE YA DE UNA VEZ DE MI GUILLERMO IDIOTA!
— Pero si lo estábamos pasando bien... — Dijo el hombre de voz ronca. — Solo míralo, tan exitado, con ganas de que lo penetren.
— Max... — Comenzó a decir el pelinegro. — Max...
— Lo ves Samuel, Guillermo me desea a mi, no a ti, siempre me a querido a mi...
El pelinegro despertó exaltado, asustado, rojo y caliente, despertando a Samuel que estaba al lado suyo abrazándolo.
— ¿Guille? — Dijo Samuel levantándose para mirar a Guillermo.— ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? — Samuel colocó la mano sobre la del pelinegro, pero este inmediatamente la quito. Guillermo puso ambas manos en su rostro.
— Samuel... — Guillermo quito sus mano y miro donde estaba, seguían fuera de la ciudad, pero la diferencia era de que ya estaba apunto de oscurecer. — ¿No hicimos nada malo verdad?
— ¿Malo? ¿A qué te refieres?
— De que si no nos pasamos más del beso.
Guillermo vio cómo se sonrojaba el mayor.
— N...No... simplemente fue el beso.
Guillermo soltó un suspiro.
— Gracias al cielo, solo fue una pesadilla. — Volvió a colocarse las manos en el rostro para después soltar un suspiro.
— Guille... — El castaño miro al pelinegro.
— ¿Si Sam?
— ¿Por qué se te hizo una erección?
Guillermo puso sus ojos como platos y se mira abajo, tenía razón, su pene estaba erecto. El pelinegro se puso más rojo de lo que estaba y colocó su mano allí.
— ¡Mierda! — Se maldijo a si mismo.
Samuel comenzó a reír, tomo la barbilla del pelinegro y lo beso... para después mirar a su tomate.
— Es mejor que vayamos a tu casa, ya va a oscurecer y tus padres se van a preocupar.
Guillermo con la vista baja, asintió.
Samuel tomo su mochila, las cosas ya se habían guardado, Guillermo se levanto y tomo su mochila para ir hacia la bici, Samuel iba atrás de él.— Espero no te duela.
Guillermo negó.
— Se me pasara.
Samuel rió una vez más.
Ambos subieron a la bicicleta y pedalearon hasta la casa de Guillermo.
[ . . . ]
Durante el transcurso del tiempo Guillermo pensaba en aquel sueño raro.
Llegaron y los dos bajaron y caminaron hasta la entrada, Guillermo saco sus llaves y antes de que lo introducirá a la cerradura, un mano la detuvo.
— Guille. — Guillermo giro a ver al castaño y lo miro confundido.
— ¿Qué sucede Sami?
— Nosotros... ahora mismo, ¿somos amigos o somos más que amigos?
Guillermo nuevamente se sonrojó.
— N...No lo sé Sami.
— Pues... — Samuel hizo que se acercara a el. — Vamos a intentar lo que dejamos hace años. Guille... ¿Quieres ser mi novio?
Guillermo se quedó congelado, y se preguntó: "no estaré en otro sueño confuso"
— ¿Guille?
Guillermo se balanceó hasta el y lo beso en los labios. Samuel lo tomo de su cintura y le siguió el beso, volvieron a sentir aquel cosquilleo y aquellos fuegos artificiales.
Guillermo se separó y contesto.– Si quiero.
Y se besaron una vez más antes de que se marchara. Samuel se separó está vez e hizo que chocarán sus frentes para mirarse a los ojos.
— Y Guille...
— ¿Si?
— Date un baño de agua fría, que siento como...
— ¡Ah! ¡Perdón, perdón!
— Descuida. — Le beso su nariz. — Buenas noches Guille.
— Buenas noches Sami.
Ambos se separaron, Samuel tomo la bicicleta y se marchó.
Por lo tanto Guillermo acaricio un poco sus labios, y entro rápido a la casa.— ¡Eh llegado!
— Si cariño, estamos en la sala..
— ¡Si! Me voy a mi cuarto.
— ¿Sin cenar? — Apareció la mamá de Guille en la entrada y Guille se quitó la mochila para ponerlo frente a el.
— Si, es que... ya comí allá.
— ¿En tu cita? — Guille asintió con la cabeza.
— ¡Nos tendrás que contar lo que sucedió! — Se escucho la voz del mayor.
— ¡Si! Pero mañana... hoy estoy cansado.
— Bueno cariño, descansa. — Su mamá le beso la frente y se fue con su esposo. Guillermo corrió hasta su cuarto, saco su pijama, ropa interior y una toalla. Agradecía que tuviera un baño en su cuarto.
Entro y abrió la regadera y comenzó a sentir como caía el agua fría.
«Dios qué pena» pensó.z4

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UNIVERSITY
FanfictionDespués de varios años separados, es hora de un nuevo reencuentro. [Segunda parte de «Babies»]