X X X V I I

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En la mente de la escritora, hay una:

Lectora angustiada. — ¡We! No subes capítulo... prometiste subirlo y ya llevas... ¡Dos jodidos días! ¡Dos jodidos días sin actualizar! ¡Necesito mi píldora Wigetta! ¿¡Dónde está mi jodida píldora!?

La escritora termina de tomarse su malteada y lo deja en la mesita que estaba en su lado derecho y se acomoda mejor en sus silla... — Si... este es el problema, e tenido varías distracciones, como... leer, ver Steven Univers, ayudar a mi mamá... Ver Steven Univers... Leer. (y seguir viendo más Steven Univers; que ya acabe la primera temporada •-•) Así que perdón... — Extiende su mano. — Toma tu píldora.

La lectora lo toma y empieza a viajar en el mundo Wigetta...

— Te perdono, al menos por ahora....

— Créeme que no podrás odiarme al terminar el maratón. — Me acomodó los lentes y sigue escribiendo el maratón.





— A guardar las cosas... — Mencionó Luzu. — Tenemos que llegar antes del anochecer. —Los amigos se quejaron. — Lo lamento chicos, pero Guillermo tiene un campeonato que ganar.

Guillermo sonrió, asintió y tomo la mano de Samuel mientras se miraban a los ojos con aquel brillo que tuvieron al volver a verse por primera ves...

[ . . . ]

Todos subieron a la camioneta con una sonrisa de punta a punta, los cuatro chicos se subieron en la parte trasera. Samuel y Guillermo entrelazaron sus manos y se miraron con felicidad, atrás de ellos venían Harry y Connor, se sentaron y Harry tomo la mano del rubio, haciendo que lo mirara, lo cual hizo con un leve sonrojó acompañado.

Luzu encendió la camioneta y comenzó a manejar a sus hogares...

Los primeros en dejar fueron Connor y Harry, ambos reían despidiéndose de sus amigos, Harry aún tenía la mano entrelazada con la del rubio, y se marcharon juntos.

Después dejaron a Samuel, pero el menor se bajó con el...

— ¿No te molestará si me quedo hoy en tu casa?

El castaño se sorprendió un poco, pero de igual forma asintió.
Se despidieron de Luzu y tomaron sus mochilas y se las llevaron, aunque Samuel le dijo que se llevaría sus maletas, el pelinegro simplemente acepto.

Fueron al departamento del castaño y allí estaba Meg, esperando a el castaño con una sonrisa, el castaño al verla dejo las maletas y la abrazo tiernamente...

— Meg... no era necesario que me esperaras...

— ¡Claro que lo era! Te tengo una pequeña sorpresa... — Dijo la mayor separándose de aquel abrazo. — Ven, vamos...

La mato tomo la mano del castaño, pero este le detuvo, fue por su maleta y tomo la mano de Guille, señalando que tomará sus maletas, lo hizo y tomo la mano de su novio...

Los tres caminaron hasta el elevador para llegar al quinto piso y llegar a la puerta de Samuel, la mujer abrió y espero con ansias a que el castaño viera el regalo.

Era un pequeño cachorro "chow chow" Samuel entro con su novio y las maletas y vieron al perrito que estaba en el rincón del sillon durmiendo, a Guillermo le brillaron los ojos y acaricio al perrito con cariño.

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