XI

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S A M U E L

Sin duda ya era la hora de la salida, todos los chicos habían salido temprano, en la clase de ciencias sociales de Samuel le dejaron hacer un proyecto, la cual tenían que entregar antes del jueves, Samuel salió primero, no espero a sus amigos, sólo salió... se percato de que una mujer estaba afuera con una sonrisa de punta punta, esto se le hizo raro, puesto a que él no ve muchas mamás por aquí, Samuel decidió ignorarla y caminar hasta su pequeño departamento, cuando la mujer lo detuvo...

— ¡Hola! — Hablo aquella pelinegra. Samuel solo se detuvo y le contesto con amabilidad.

— Hola... — sonrío.

—Disculpa las molestias es solo que no pude evitar verte y... ¿Tu eres Samuel cierto?

—Si..

— ¿Entonces, eres hijo de Wendy... verdad?

El castaño abrió los ojos como platos,  asustado por no saber quién era aquella señora, la mujer rió, porque se dio cuenta de que la mujer había ganado la apuesta.

— Si... mi madre es Wendy.

— Y me imagino que tu padre es Thomas...

— Disculpe, ¿Quién es usted?

Una vieja amiga de tu madre, ven, sígueme.— El castaño se quedo paralisado, no sabía si segurila, su madre siempre le repetia que no se acercara a desconocidos, pero es que aquella mujer sabía los nombres de él y la de sus padres, y eso es raro...
Pero finalmente el castaño dicidió seguirla...

Ambos caminaron hasta la casa de la pelinegra. Y cuando habían llegado, la mayor le pidió entrar... El castaño obedeció, cuando entró, sintió un pequeño escalofrío, y a la vez vez un pequeño deja vu. La mujer le pidió que tomara asiento en el sofa, el chico obedecio, la mujer por lo tanto subió a la habitación de su hijo para sacar aquel álbum de recuerdos de su pequeño; aquel álbum estaba siempre en su mesa de noche, porque sabía que su niño lo tomaba antes de dormir, como si fuera su libro de cuentos favorito, la mujer lo tomo y camino hasta la sala donde se encontraba el castaño, se sentó junto a él y le sonrío.

— Tu madre y yo nos volvimos muy unidas cuando nos mudamos yo, mi esposo y mi niño aquí....— La mujer abrió el álbum y dejo apreciar aquellos dos pequeños corriendo por la casa...— Ese eras tú y Guille, Guille gritaba constantemente que había un intruso en la casa... — El castaño abrió mas los ojos al escuchar aquellas palabras... Guille, intruso... Las notas le vinieron de repente a su cabeza... Sonrío al deducirlo tan fácil y dudarlo tan tontamente...

— Mamá, ya llegue... — Se escucho una voz grave entrar por la casa.

— Si mi niño, estamos en la sala...

— Si... Espera, ¿Qué? — El pelinegro entro a la sala y se topo con dos sonrisas, del castaño y de su madre, Guille abrió  los ojos y se puso de color rojo... — Vo-Voy por un vaso de agua. — Y salió corriendo como Flash.

La mujer no evito reír y contagio al castaño, que empezaron a reir... La mujer le seguía contando.

Aquí hay dos príncipes hermosos, aquellos trajes se los dimos nosotros en el día  de reyes... muy felices ambos.

Samuel miró con cariño esa foto, como si recordara aquel momento que lo paso con el pelinegro.

— Yo no recuerdo mi infancia, siempre creí que no había vivido momentos aquí...

— Lo viviste Samu, con Guille, con más chicos, Frank, Luzu, Alex... Todos se lo pasaban jugando, tu dandole mas mimos a mi niño que yo... — La mujer soltó una pequeña risa. — ¿Enserio no recuerdas nada de tu infancia?

— No... Quizás se deba al accidente que tuve a los cinco...

— ¿Qué sucedio?

— Mi transporte escolar tuvo un accidente y la mayoría de nosotros amanecimos en el hospital, ahí es donde yo estuve.

— Eso explica... Pero mira, aún estas aquí, eso cuenta... Y mucho — El castaño sonrío y miro nuevamente aquella foto de él y Guillermo, la mujer lo notó, tomo aquella foto y se la dio... — Tómalo, y cada vez que sientas olvidar tu infancia mira aquella foto y sonríe como lo haces ahora...

Samuel tomo la foto y la abrazo agradecido, la mujer noto que Samuel aún guardaba amor y felicidad a pesar de que su apariencia engañara.... La mujer lo separo y le ofreció quedarse a cenar, lo cual el castaño no se nego... Su tarea la acabaría después, siempre lo hace, y siempre tenia la buena nota.




























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