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El día volvió a comenzar... Guillermo despertó alegre, miro que no estaba en su casa, giró y miro a su castaño... miro como la luz mañanera entraba por la ventana que estaba detrás de su novio, miro las facciones del castaño y con su dedo índice pasó por las finas facciones del chico, pasó sobre sus labios húmedos y se acercó a él lentamente... Lo beso... para después morderle el labio inferior, el mayor solo se quejó pero no despertó... Cuando Guillermo puso su mano sobre el abdomen del castaño... este empezó a despertar y colocó sus manos a la cintura del pelinegro acercándolo más a él mientras se besaban, el castaño giro dejando al menor encima y este puso sus labios en el cuello de este... el castaño comenzó a deslizar sus manos sobre las piernas del menor, para posarlas en el trasero formado de este... el chico dejo salir un exitazo suspiro y puso sus manos a los lados de la cabeza de su novio y se miraron, ambos comenzaron a sentir como comenzaban  a tener una erección, Guillermo se sonrojó y se tiró a un lado de Samuel... Se miraron y comenzaron a reír de vergüenza. Después callaron y seguían mirándose, hasta que recordó su campeonato.

El chico se golpeó en la frente y se levanto de la cama.

— ¿Qué hora es?

— son... — Samuel se estiró a la mesita de noche para ver la hora y dijo. — Siete cuarenta y cinco.

— ¡Diablos! Tengo que prepararme... — El pelinegro se levanto y fue directo al baño.

Salió y ya estaba arreglado.

— Guillermo...

— ¿Si?

— ¿Se te olvido que tenemos una erección?

Se sonrojó hasta las orejas. — ¡Claro que si! Joder... Esto no va a hacer fácil.

— Te podría ayudar si quieres. — Samuel le lanzó una mirada provocativa, Guillermo se tapo su rostro para hablar.

— Samuel por favor... Este no es el momento, igual cuando gane lo piense mejor. — Se destapó y brinco encima de su novio.

Este rió. — Yo solo estaba bromeando.

— Yo no lo tome así... — Elevó la ceja.

— Guille para... si no te crecerá más y no podrás caminar. — Comenzó a reír mientras le daba un beso en sus labios. — Además... ensucias mi cama con tus zapatos.

— ¡Uy perdón señor delicado! — Y ambos rieron. — Te veré en el campeonato. — Lo beso y se fue.

Samuel escucho como su novio se fue, quedando en un profundo silencio en su departamento.

«¿Qué mierda estábamos a punto de hacer?»





[ 8  :  5  2  a . m ]

El castaño ya estaba en la cancha de natación, era muy grande... y observó como comenzó a llenarse, pudo visualizar que habían llegado Harry y Connor, se acercó a ellos y los abrazo.

— Si llegaron.

— ¡Por supuesto! — Hablo el rubio. — No quiero perderme el campeonato... además lo necesito para mí proyecto de mi club. Dicen que soy buen fotógrafo.

— Claro que lo eres Conn... — Dijo rodeándolo. — Además, queríamos ver cómo Guillermo aplasta a sus contrincantes.

— Ya lo creo... — Hablo el castaño.

Los tres se sentaron.

— ¡Competidores, por favor a formación! — Hablo el entrenador.

Algunos chicos y chicas se mostraron y se alinearon, todos estaban aplaudiendo y chiflando, al castaño le incomodó los sonidos y solo se centró en encontrar a Guillermo, pero no lo hallaba, comenzó a preocuparse cuando lo vio...

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