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[ 8 : 0 8  a . m ]

El pelinegro empezó a abrir sus ojos, comenzaba ver cómo el sol pegaba a las cortinas, este sintió la respiración de Samuel, y comenzó a escuchar el latido de su corazón; iba lento...el menor respiro profundo, estaba tan... tranquilo, que desearía no moverse de ahí, cuando sintió la mano del castaño pasar por la desnuda cintura del pelinegro, este sintió como una energía le recorría por todo el cuerpo.
Guillermo cerró los ojos nuevamentes y comenzó a dormir.


A las Diez y media de la mañana, el pelinegro volvió a despertar, pero esta vez estaba sobre la cama, cubierto por las sábanas blancas, sentía como el calor del sol entraba por la ventana, este se levanta y escucha que alguien canta en la ducha, comienza a caminar y siente un dolor en su trasero, recuerda los sucesos de ayer por la noche... Sonríe y se dirige hacia la ducha y ve el cuerpo formado de sus novio mientras tararea una canción, el pelinegro entra junto a él y lo abraza por la espalda, sintiendo como el agua caía por su cabellera y sus hombros.
El castaño se exalta y gira a ver a su novio, este todavía tenía cara de dormido.
El castaño beso le cabeza del menor y cuando capto su atención, se miraron a los ojos... El castaño le dio un beso tierno sobre los labios de su novio y salió de la ducha para tomar una toalla y amarrársela en su cintura, para finalmente salir del baño.

El pelinegro suspiro con una sonrisa feliz y se apresuró a bañarse.

Mientras tanto el castaño preparaba ahora mismo el desayuno, había encendido el estéreo y colocó la canción Shape Of You para comenzar el día, cuando sintió nuevamente unas manos en su cintura y un beso en la mejilla, el castaño giro y comenzaron a bailar al ritmo de la canción, cuando Samuel olió que se le quemaba el tocino.

Este dejo a su novio, el pelinegro carcajeo y se fue a sentar al sofá, mientras que el castaño siguió cocinando lo más rápido que pudo. Para finalmente desayunar.

Ambos chicos decidieron no ir a la escuela hoy, ya que Guillermo no quería poner un pie en la escuela y Samuel no quería dejarlo solo.
Ahora mismo ambos se encontraban en el sofá, Samuel abrazaba a Guillermo y tenía su barbilla sobre el hombro del mismo, Guillermo estaba leyendo en voz alta un libro que hace mucho quería compartir con alguien: "Aristóteles y Dante descubren los secretos del Universo"

3:42 pm.

En el silencio abundante que se daba en el departamento, lo rompió por un sonoro golpe en la puerta,  el castaño se quejó y fue abrir, abrió los ojos al ver tan horrorosa escena.
Era su mejor amigo y Connor, apoyándose mutuamente para cargarse, ambos estaban heridos, tenían sus ojos morados, sangre que caía por la nariz, por la boca y por la frente, el pelinegro se agarraba el estomago y el rubio se agarraba el brazo, tenían lágrimas secas sobre sus mejillas... Samuel rápidamente los dejo entrar, Guillermo que estaba en el sofá viendo todo, se quitó de allí y ayudó a sus amigos, cuando los sentó, comenzaron a quejarse, pero Connor sin duda estaba llorando, ocultaba su rostro en el cuello de Harry y apretaba su brazo con suavidad. Harry solo lo abrazo de lado.

— ¿¡Qué les sucedió!? — Preguntó el Guillermo.

— Por favor... ayuden primero a Connor...—comenzó a cortarse su voz. — Su... Su brazo no está bien.

— ¿Qué tiene? — Llego Samuel con una bolsa de hielos, se lo entregó a su amigo y lo miraron con atención.

— A el... lo... Lo... Lo lastimaron.

— ¡A ambos! — Dijo tenso el castaño.

— Pero... No tanto como a el...

— ¿Qué sucedió?

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