Dos años atrásHace tanto tiempo no me encontraba así de feliz, se siente tan bien que llega a resultarme extraño. Todos mis sentidos se agudizan a favor de ella, escucho su tranquila respiración como si saliera de mí misma, percibo el calor de su cuerpo cobijando mi piel desnuda y me embriago con su aroma, estoy tan sensible que incluso parpadear me hace cosquillas, completamente perdida en ti.
—Siempre me ha intrigado lo que piensas– dice Laura girándose sobre costado entre la sabana para verme, con una sonrisa igual a la mía en sus labios.
—Estoy pensando en la falda que traías el primer día– bromeé y su risa instantáneamente me puso aún más feliz.
—¿Me quedaba bien?– contestó siguiendo mi juego.
—Imaginarte siempre es terreno peligroso– me giro sonriendo quedando frente a frente.
—No has contestado mi pregunta.
—Aún tienes ese arranque de profesora maldita.
—Sigo siendo la misma profesora maldita.
—¿Intentas asustarme?– pregunto falsamente nerviosa.
—Solo estoy pidiendo que responda mi pregunta señorita León– volver a escuchar ese tono frío y autoritario sigue erizando mi piel y sonara extraño pero creo que mi cuerpo intenta reaccionar con un poco de nervios, como los viejos tiempos.
—La respuesta de su pregunta es muy obvia– murmuro acercándome a sus labios, casi rozándolos.
—Tal vez no tanto.
—Te quedaba increíblemente bien, tanto que no paré de mirarte el trasero en toda la clase– sonrió sobre mis labios y un segundo después ya tenía los suyos moviéndose junto conmigo.
Me siento flotar ahora mismo, el tiempo es algo que dejo de existir justo en el primer roce, no sé si llevamos horas o solo minutos sobre la cama, no soy capaz de pensar con cordura, mi mundo en estos momentos gira en torno a ella y me siento tan ridícula por sentir cosquilleo con solo su mirada sobre mí.
Siento un amor tan puro que las manos me tiemblan y me emociono con sólo acariciar un mechón de tu cabello, tan puro que sólo con mi mirada en tus labios todo me da vueltas y no percibo otra cosa a mi alrededor que no seas tú.
•••
Me percato de la inseguridad en mis pasos, el día se nos empezó a hacer noche, Laura insistió en traerme pero necesito pensar, ordenar las palabras que marcarán el fin en una bonita relación. Miro la luna tan brillante, altanera y por unos segundos deseo ser ella, dejar en los hombros de alguien más el peso de la culpa que cargo en la espalda... pero ¿culpa por qué? ¿Por amar? O quizás por intentar buscar besos en los labios incorrectos. Las calles con los minutos son cada vez más vacías y yo estoy ubicada a dos cuadras de mi apartamento. Alcanzo a ver el auto de Judith estacionado afuera de este, los nervios me poseen provocando que mi cuerpo se vuelva como gelatina, débil y temblorosa, cada paso me acerca más a ella y con cada respiro ruego por desaparecer.
Inhalo y exhalo con fuerza hasta que me armo de valor para golpear la ventana, Judith se asusta un poco y despega la mirada de su celular para dirigirla a mí, sonríe al reconocerme e inmediatamente quita el seguro para dejarme entrar al auto, no puedo evitar sentirme mal, pues a pesar de haberla hecho venir en la noche ella está aquí con una sonrisa en los labios sin tener una idea de que voy a terminar todo en unos minutos.
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Sobre tu mirada •|profesora y alumna|•
RomanceEs la forma que tiene de mirarme, con un par de profundos ojos azules capaces de hundirme en un mar de sentimientos, logro ver su deseo por mí, su interés, como a la vez logro ver su lucha interna por intentar descifrar si es lo correcto o lo incor...