—¿Con quién has estado saliendo?– pregunta insistente mi madre mientras que su mano derecha sostiene una tostada con mermelada.—No es importante– me encantaría contarle, pero... como se le explica algo así a tu madre.
—Vamos Danna, ¿qué pasa?. Siempre sueles contarme todo.
—Mamá es complicado decírtelo ahora... tal vez luego te enteres– suspiró.
—Está bien, siempre puedes confiar en mi hija ¿lo sabes?– sonreí.
—Desde luego que lo sé, no te preocupes por nada estoy bien.
Un sonido a nuestro lado interrumpió nuestra conversación. Mi hermano acababa de tirar el plato con su desayuno dejando con el impacto el piso lleno de leche y cereal.
—Buena suerte– salí lo más rápido de la cocina antes que fuera yo la que tenga que limpiarlo.
Escucho a mi madre suspirar pesado desde la cocina provocándome a reír.Hoy se cumple una semana desde que pregunté a Laura sobre su extraña actitud al comienzo y no me respondió... lo cual significa que tenemos una cena pendiente en la noche.
Las puertas del closet se encuentran abiertas, llevo al menos tres horas intentando armarme de valor para comenzar a dudar de cada prenda que habita dentro de el.
Ninguna idea pasa por mi cabeza sobre lo que tenga que usar, tal vez voy demasiado elegante y no es para tanto, o quizás voy demasiado casual y en realidad era muy elegante.Sin seguir cuestionándome comienzo en busca de algo que obtenga mi aprobación.
Siento una extraña sensación en la boca del estomago, no identificó que es lo que sea, tal vez nervios.Soy testigo de cómo las manecillas del reloj giran a toda velocidad sin detenerse provocando que mis nervios se incrementen con cada minuto.
Ya casi lista miro la pantalla de mi celular prender debido a una notificación.
"Llegaré por ti dentro de poco"
Alarmada revisó la hora y los números confirman lo que no puedo creer, el tiempo se pasó tan rápido y una vez más el destino comenzaba a unir nuestros cuerpos al reencuentro.
Tal vez eran mis nervios pero podría jurar que los minutos cambiaban más rápido que de costumbre.
—¿Saldrás?– preguntó mi madre sorprendida al verme bajar.
—Si– una sonrisa sin mi consentimiento fue formada por mis labios.
—Estás pérdida hija mía.
—¿Cómo?– pregunté confundida por sus palabras.
—Tus ojos desprenden un brillo que solo se presenta al estar enamorada– ¿enamorada? ¿Yo? No lo creo, Laura Montés me enloquece y me encanta, pero de eso a estar enamorada es un gran paso, que por lo menos pienso aún no lo he dado... o tal vez eso quiero creer.
—Mamá no estoy enamorada– suelto una risita nerviosa la cual mi madre corresponde con una sonrisa sincera.
—Los ojos no mienten hija– me dio un beso en la frente y me dejo en la sala con la cabeza dando vueltas en el tema tratado.
"Estoy afuera sal, quiero mirarte"
Siento mi cuerpo desfallecer, "y yo quiero que me mires" responde una voz en mi cabeza.
Caminé hacia la habitación de mi hermano para avisarle a mi mama que me iba y despedirme.
Entro y veo al pequeño Isaac a punto de caer dormido mientras mi dulce madre acaricia sus cabellos rizados.
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Sobre tu mirada •|profesora y alumna|•
RomanceEs la forma que tiene de mirarme, con un par de profundos ojos azules capaces de hundirme en un mar de sentimientos, logro ver su deseo por mí, su interés, como a la vez logro ver su lucha interna por intentar descifrar si es lo correcto o lo incor...