DANNA LEÓN:He sido esclava de sonrisas falsas, atada y abrazada a esconder destrozos o noches pesadas...
He de aceptar que en ocasiones me quebré y llegué a ver la felicidad plena como una meta imposible, pero al igual que un respiro en medio de el ahogamiento apareció ella, Laura Montés, apareció con su bendita mirada y su sobrenatural sonrisa a romper cada uno de mis erróneos pensamientos... como arte de magia, me llevó flotando hasta aquella distante meta.
Fue suerte... o quizás lo fue acompañada del destino, conocerla fue la vida y estar sin ella fue la muerte.
Y ahora estamos aquí, fundidas como dos trozos de oro que por fin lograron ser una hermosa pieza brillante, con Isabela entre nuestros brazos, presente ante cada una de nuestras inapelables sonrisas.
—Es tan hermosa como tú– susurra despacio a mi lado. Aún recostada sobre la camilla noto el conocido cosquilleo entre cada una de mis piernas al sentir su aliento tan cerca.
Estoy sensible, demasiado al acostumbrado, justo ahora sería capaz de llorar por el acto más insípido. Toda la escena me convierte tan vulnerable y ver los pequeños ojos de mi hija junto a la voz de la mujer que amo, sin poder evitarlo me destroza soltando mis pedazos en un mar de lágrimas.
Me duele el cuerpo, estoy agotada, por un momento me siento en estado líquido que se escurre entre las sábanas, mis ojos con el transcurso del tiempo se sienten más y más pesados.—Descansa– murmura Laura dejando un beso en mi frente y tomando a Isabela entre sus brazos.
Aquella imagen es la mejor que pudiera recordar, entre cansados pestañeos miro a mi mujer con nuestra hija en brazos, sus ojos brillan como faros, sus labios enmarcan una sonrisa, intento sonreír pero me encuentro demasiado agotada para siquiera intentarlo y sin más rodeos mis ojos se cierran.
•••
Un llanto inconsolable interrumpe mi sueño como de costumbre, no recuerdo cómo es dormir, esto inconscientemente está matándome.
Suelto un gruñido y presiono con fuerza los párpados acompañando con una pesada exhalación.—Danna, está llorando– murmura Laura a duras penas, el sueño se me espanta al escuchar sus palabras.
—¿Es una maldita broma? Lo noté, pero gracias por informarme. Ahora ¿podrías levantarte y dormirla de nuevo?– escupo la poca paciencia que me quedaba.
A regañadientes hace a un lado las cobijas y se pone de pie, no sin antes asesinarme con sólo una mirada. Quizás en otro momento me hubiera estremecido o tal vez mi cuerpo estaría consumiéndose con un solo objetivo en mente.. cenizas. Pero no tengo tiempo para eso, el cansancio oprime las fuerzas empeorando la situación, mi única manera razonable de solucionarlo sería llorar igual que lo hace Isabela.
Ya no hay llanto, la cama se mueve avisando la llegada de Laura y por sus movimientos identifico sin problemas que está enfadada.
Abro los ojos, entre pestañas logro distinguir su espalda, desde luego está enfadada. La falta de sueño nos tiene en estado de locura. Sigilosamente me deslizo entre la sabana hasta acercar lo suficiente mi pecho a su espalda, hace tres meses que nació Isabela, no hemos tenido tiempo para nosotras ya que terminamos agotadas y tal vez no es lo mejor para alivianar el estrés.
Su bufido me suena a una advertencia, "aléjate" entiendo sin necesidad de palabras.—Discúlpame... estoy muy irritada, no es mi intención comportarme así– susurro sobre su nuca sin obtener respuesta. La idea de darme por vencida me suena muy razonable, pero mi cuerpo no obedece.
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Sobre tu mirada •|profesora y alumna|•
RomantikEs la forma que tiene de mirarme, con un par de profundos ojos azules capaces de hundirme en un mar de sentimientos, logro ver su deseo por mí, su interés, como a la vez logro ver su lucha interna por intentar descifrar si es lo correcto o lo incor...