La vida se resume en momentos tanto buenos, como malos, sólo hay que saber escoger a cuáles de ellos le damos mayor importancia. Ese era el pensamiento de James, su vida ha sido una montaña rusa de emociones, ha llorado, ha reído, ha conocido la pérdida, también ha conocido el placer de recibir a alguien nuevo en su vida, si hubiera puesto en una balanza muchos de esos momentos, sabría con seguridad que lado ganaría, pues sin dudar sería el malo, sin embargo, aunque "los malos momentos" ganasen en peso, él nunca dejó que fueran los que marcarán su camino, que lo guiarán, porque tenía la esperanza de que algún día llegaría alguien que haría valer su esfuerzo, que le demostraría que todo sacrificio tiene su recompensa.
Y fue aquel pensamiento, aquel pequeño hilo de esperanza el que lo guió hacia la habitación de la joven que había comenzado a ser su pilar, la razón, a parte de su hermana, por la cual seguía luchando.
Arrojó una pequeña piedra a su ventana, espero, sin embargo no hubo respuesta. Tomó otra piedra un poco más grande que la anterior, espero nuevamente, hasta que la ventana finalmente se abrió.
—¿James? —susurro Emma sorprendida—, ¿Qué haces aquí? —su cabello se agitaba producto de la leve ventisca que corría fuera.
—Necesitaba.. Verte, lo siento, ya me voy. —dijo él en respuesta, apuntó de darse la vuelta e ir nuevamente hacia su casa.
—Descuida, en realidad no podía dormir... ¿Ya te vas? —hablo ella nuevamente, aún sin creer que sea esa la razón por la cual el joven se encontraba allí.
—Si..., no quería molestar, sólo ya sabes, cosas de enamorado. —murmuró, aquello último lo suficientemente bajo para que ella no escuchara.
—No molestas, ¿Quieres hablar? —pregunto Emma, sorprendiéndolo—, puedes esperar en el jardín, me cambiaré y bajaré enseguida.
—No, no, ya es tarde, hace frío, no tienes que hacer eso por mi. —dijo James, tratando de detenerla, ni siquiera recordaba por qué estaba allí.
—Descuida, en realidad, yo también necesito hablar. —dijo ella, se metió a la casa, cerró la ventana y minutos después se encontraba en el jardín de su vecino, sentada en uno de los columpios de Liz, la pequeña hermana de James.
*****
—¿De qué querías hablar? —pregunto James, observándola atentamente.
–Yo.. Quería explicarte porque te rechace. —susurro ella suavemente, como si temiera su reacción.
—Vaya, eso no me lo esperaba. —dijo él, inclinando su cabeza hacia atrás y poniendo su vista en el cielo.
—Te mentí, aquel día, te dije que no sentía nada, que si pensaba a futuro solo podía verte como un amigo, pero no es así, no del todo. —dijo Emma columpiándose.
>>Hay alguien, él.. Es realmente importante, todo el tiempo, todo el tiempo se cuela en mi cabeza, incluso cuando ni siquiera estoy pensando en él, a veces sólo estoy viendo la televisión y de repente su rostro aparece en mi mente, me desequilibra, cuando no está a mi lado me siento perdida, siento como si.. Me faltara algo ¿Entiendes? —pregunto Emma, deteniéndose.
—Lo entiendo —dijo él con seriedad—, porque es lo mismo que yo siento contigo.
—Esta mal, esta mal que una.. Persona tenga esa clase de poder en ti, el amor apesta, pero a la vez es.. Hermoso, porque cuando brilla la pequeña porción de esperanza que almacenas en ti.. Y tu mayor deseo se cumple, todo aquel dolor que tuviste que atravesar ser vuelve necesario para el resultado final, pero luego piensas ¿Por qué? ¿Por qué debemos sufrir tanto para luego recién al final poder ser felices? Y solo si un poder mayor que tú lo permite.
—Creo que aquel sufrimiento, aquel dolor del que hablas es necesario para poder apreciar las cosas buenas que nos da la vida, para que al final logremos ver que nuestro sufrimiento solo fue un gran sacrificio para la gran recompensa de un futuro feliz.
—Sigo creyendo que es injusto, porque en mi caso sé que no importa el sacrificio que haga no habrá final feliz para mi.
—Lo habría si solo decidieras estar conmigo. —susurro él.
—Pero seria injusto para ti.
—Eso no lo sabes, porque no sabes cual será nuestro final, dijiste que si miras a futuro no me vez solo como un amigo, creo que esa es una prueba suficiente para querer arriesgarse. —dijo James, mirándola a los ojos, era sincero, él realmente creía en sus palabras.
—Creo..que ya es tarde. —murmuró Emma, levantándose de su columpio.
—Solo piénsalo, y... Puede que sea algo surrealista, pero piensa que hay una razón para todo, el hecho de que yo sienta algo por ti, incluso que tú sientas algo nunca podrá ser, debe ser por una razón, y estoy seguro de que tú sabes cual es —finalizó James, caminando hacia su lado y luego siguiendo de largo—¿no te ibas? Te acompañare hasta tu casa.
—Vivo al frente. —dijo Emma, ignorando sus anteriores palabras.
—Gracias por señalar lo obvio. —finalizó James con una sonrisa.
*****
—Elliot, recuerda, esto es lo que tenía que pasar. —dijo Nathaniel.
—Lo sé, lo sé, ¿Por qué crees que le dije que fuera hablar a con él? No quiero que el jefe se dé cuenta de que en realidad no han avanzado en nada. —respondió Elliot luego de soltar un audible suspiro—. Solo que..no tolero verla a su lado, pensar que si yo no estuviera ella estaría felizmente entre sus brazos me da... Rabia, no debería sentir lo que siento, celos, enojo, rabia, soy un ángel, y lo que menos logro transmitir es paz y amor. —se quejo el joven cupido, pasando la mano por el cabello en señal de frustración, recordando nuevamente el beso, mejor dicho los besos, que había compartido con Emma, y pensó con amargura que esperaba nunca ver a su dulce chica besar otros labios que no sean los suyos, no podía si quiera imaginar que otros disfrutasen de los labios que solo debían permanecer a él.—Creo que todo es un error, Elliot, mira en que situación te has metido, enamorarse de una humana... Es la razón por la que muchos han caído, ¿estás dispuesto a descender solo para estar con ella?—pregunto Nathaniel preocupado por él.
—Estoy dispuesto a eso y mucho más solo para estar con ella, incluso hasta si me costara las alas, y amo mis alas. —respondió Elliot, completamente convencido observando su blancas y brillantes alas—. Pero, no quiero condenar su alma por un error que yo cometí, debí darme cuenta de que algo estaba mal, quizá, si hubiera hecho algo a tiempo hoy ninguno de los estaría sufriendo por un amor que jamas podrá ser.
—Bueno, en realidad, creo que nadie pudo haber sospechado que esto iba a ocurrir...en todo caso, recuerda, hay una ley que por nada del mundo puedes romper.
—No me acosta..
—¡No lo digas! —exclamó Nathaniel interrumpiéndolo—. No me refería a eso, pero ahora que lo mencionas eso también es importante..
—¿Entonces? —pregunto Elliot sin entender, es decir, suponía que debía de ser aquello, pero aún que quizá nadie le creyera no tenía deseos de avanzar a tal punto con la chica, no era humano, por lo que por más que esté enamorado no sentía de un modo tan carnal, lo suyo era más espiritual, si bien habían compartido besos no había sentido la necesidad de llevar aquello a algo mucho más profundo.
—Me refería a que no puedes decirle la palabra clave, ambos sabemos que sentirás el momento en el que deberás retirarte, su destino está sellado e incluso aún que ahora permanezca a tu lado, ese chico la atraerá como un imán, y no hay nada que ella, ni tú, puedan hacer al respecto.
—Lo sé...¿Es egoísta desear que nunca la diga? —pregunto Elliot, sin esperar una verdadera respuesta.
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Hiii!!! Capítulo sorpresa!! Como recompensa por la tardanza ❤
Espero que lo disfruten..
Bye Bye :3
❤Lily❤
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Un cupido Online
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