Capítulo 06

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—¿Y está?—pregunto Emma, señalando un pequeño frasco con un líquido brillante y dorado en su interior.

—Amor de verano. —respondió cupido.

Llevaban ya una hora hablando y hablando, pues Emma, había perdido la hora de clase, por lo que decidió pasar lo que restaba de ésta en el jardín de la escuela.

Un campo verde se abría a su alrededor, con árboles estratégicamente ubicados para crear sombra, una bella fuente, caminos de piedra que llevaban a pequeñas hectáreas del mismo material con unas cuantas mesas y sus respectivos bancos.

—¿Puedo tomar una?—pregunto Emma.

—¿Por qué habrías de hacerlo? —pregunto Elliot suspicaz.

—Curiosidad.—respondió ella simplemente.

—Esa es una muy buena razón, pero aún si quisiera, no podría, es contra las reglas permitir el uso de las pociones a los humanos. —respondió su cupido sonriendo, le agradaba la chica, tenía un humor simple y carecía de maldad, estaba realmente contento por a quien le toco servir.

—Egoísta.

—Solo cumplo las reglas, en todo caso ¿Para qué las quieres?

Emma estaba por responder cuando un grito llamo su atención.

—¡Emmatoma! —grito Brent, el hermano mellizo de Brenda.

Emma sonrió por el particular apodo que su amigo le había dado hace unos cuantos años, también recordó la vez en que aquellos inseparables hermanos se presentaron y la gracia que le causó la similitud de sus nombres.

—¿Quién es? —susurro Elliot, antes de que Brent llegara a ellos.

—Brent. —respondió ella en un susurro— El hermano de Brenda.

—Háblame de él, quizá sea el elegido. —susurro cupido, observando con detenimiento al famoso Brent. Sin notar la sonrisa que ocupo la mitad del rostro de la castaña.

"No está mal" pensó para sus adentros Cupido.

Brent, al igual que su hermana era rubio y de unos brillantes ojos azules, la mayoría de las chicas en la escuela oraba por que el chico le dedicará tan solo una mirada, pues la mayoría ignoraba que el apuesto chico era gay.

—Hey —dijo el rubio una vez a su lado—, ¿Quién es él? —preguntó, notando al apuesto joven de unos extraños ojos que estaba sentado a un lado de Emma.

La chica se sorprendió por la pregunta de su amigo, pues había supuesto que él seguía con su capa de invisibilidad, aunque pensándolo bien, eso explicaba por qué ella también lo podía ver.

—Hola —saludo Emma—, Brent, él es Elliot.—dijo ella señalando a su cupido—, es... Un nuevo amigo.

Ambos jóvenes se saludaron, Brent admirando la belleza sin igual del ser mágico, y Elliot, preguntándose si el rubio era el indicado para su encomendada.

Elliot, los observaba hablar, el joven de rizos dorados parecía una buena persona, pero algo en él no le terminaba de cerrar, sentía como el chico cada vez que observaba a Emma desprendía una cálida energía, pero no llegaba a igualar ese fuerte calor que solo es producto del amor.

"Quizás, solo deban pasar más tiempo juntos", pensó.

Luego observo su cintura donde podía ver su cinturón con todas aquellas mágicas pociones, sería tan fácil hacer uso de una y luego simplemente irse, pero sus superiores le recomendaban usarlas los menos posibles, pues un sentimiento tan fuerte y noble como el "Amor humano" debía darse naturalmente, no por medio de algún artilugio mágico, que solo creaba sentimientos falsos.

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