Epílogo

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Cinco años después.

—He de admitir que aun no entiendo del todo sus métodos. —dijo Nathaniel, observando a Elliot a los lejos, por supuesto éste era completamente ignorante de su presencia.

—No hay mucho que explicar, Nathaniel, esos jóvenes estaban destinados desde el inicio, todo, hasta la parte más remota fue parte de su prueba. —explico Valentine, a su lado, completamente satisfecho por el resultado.

—Pero, ¿Por qué mandarlo a la tierra para que buscase el "Alma gemela" de, irónicamente, su propia alma gemela? —nunca lograría comprender lo métodos de aquel hombre, por más que lo pensara día y noche. —Además, ¿no fue algo extremo? ¿qué hubiera sucedido si no hubiese superado la prueba? ¿por qué tomarse la molestia de borrar la memoria de Emma?

—James y Emma, estaban destinados, pero contrariamente a lo que tiene con Elliot, lo suyo estaba destinado como algo...pasajero. Hay amores que nos marcan, que nos ayudan a madurar incluso sin notarlo, Emma, se enamoró, creció, perdió, y así, a su vez, maduro, logro entender que el amor es mucho más que un sentimiento, que siendo incluso la cosa más pura puede transformarse en la más cruel de las realidades, tanto James como ella, llevarán en si el recuerdo de su primer amor como un tesoro, porque para ambos jóvenes ha significado más de lo que cualquiera pueda ser capaz de creer, ellos se conocieron en el momento indicado, y en su momento eran lo indicado para el otro, porque sin Emma, quizás, James, nunca hubiera tomado el valor de tomar a su hermana e iniciar una nueva vida, quizás Emma, sin James, nunca se habría abierto al amor como lo hace hoy en día. Cado uno era una pieza fundamental en la vida del otro. —explico Valentine observando a la pareja avanzar felizmente avanzar por la calle. —Y si, quizás puede considerarse como mucho trabajo para algo que pudo haberse solucionado rápidamente, pero recuerda Nathaniel, todo en esa vida tiene un porque, nada está hecho a la ligera, y antes de que preguntes la memoria de Emma fue borrada, porque así debía ser. Y nuevamente antes de que hables —continuo, al ver como Nathaniel estaba a punto de abrir la boca. —Como ya sabes, en nuestro mundo no hay tiempo ni espacio, por lo que enviar, una persona, un alma, a la tierra es más fácil de lo que parece, Elliot debía nacer, y así lo hizo, igualmente todo esto dependía de él, si no lograba superar la prueba una nueva alma seria creada para complementar la de Emma, pero sabíamos que lo lograría, sino fuera así ya hace tiempo hubiera sido condenado, no otorgamos segundas oportunidades a cualquiera. —finalizo. Sus manos unidas detrás de su espalda, sus ojos puestos en Elliot y Emma que caminaban por las calles de Londres tomados de la mano.

Nathaniel, los observo una vez más, sus manos unidas, sus sonrisas resplandecientes, sus ojos brillantes y rebosantes de alegría. En los transcurridos cinco años, Nate había estado viajando a la tierra constantemente para saber como avanzaban aquellos jóvenes a los que sin duda le había tomado cariño, pero aquella visita seria la última, pues al igual que su amigo, había llegado su hora para una nueva aventura.

Antes de desaparecer por completo observo como Elliot, acariciaba cariñosamente el redondeado vientre de su esposa para luego retomar la caminata

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—Elliot, chocolates, necesito chocolates, ahora. —ordeno Emma, en cuanto vio salir a su esposo de la cocina, mientras ella reposaba en el sillón de la sala.

—Emma, cariño, ya comiste cinco barras ¿no crees que es suficiente?. —murmuro Elliot, frotando su cuello con cansancio.

—Nunca es suficiente, creí que ya lo sabias. —refunfuño ella, cruzada de brazos, pero antes de que pudiera enojarse –aun mas-, su anillo de matrimonio entro en su campo de visión, provocándole una gran melancolía, ya habían pasado dos años desde el "Si, Acepto" y aquella sensación de felicidad seguía dentro de ella como si hubiese sido ayer, amaba a ese hombre con locura, más de lo que alguna vez se creyó capaz, y ahora, con el fruto de su amor creciendo día a día dentro de su vientre creía que moriría de felicidad.

Un cupido OnlineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora