Cuando los hermanos Pevensie abandonaron Narnia por primera vez, después de haber reinado durante años, dejaron atrás a muchos seres queridos. Entre ellos, al Sr. y Sra. Castor, al señor Tumnus e incluso al propio Gran Aslan. Sin embargo, Peter dejó...
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Querido Peter:
Hoy hacen trescientos veinte días desde que tus hermanos y tú desaparecisteis.
Hoy es un día desgarrador y desolador.
Hoy es un día en que la añoranza y la tristeza han tomado mayor poder.
Hoy es —o debería ser— nuestro octavo aniversario como pareja.
En nuestro séptimo aniversario (ya que no pudimos celebrarlo debido a tus tareas como Sumo Monarca), prometiste que en el octavo viajaríamos solos a las montañas del reino de Archenland, pues allí fue donde celebramos el primero y se volvió un lugar preciado para nosotros. Prometiste que te tomarías un descanso y dejarías a cargo de todo a tus hermanos, durante una o dos semanas. También mencionaste que a lo mejor ese viaje se convertía en nuestra luna de miel, si todo salía como tenías previsto, ya que decías que este debía ser el año en el que por fin nos casásemos, pues estábamos pasando demasiado tiempo siendo solamente prometidos.
Fuese nuestra luna de miel o no, tenía miles de planes previstos para hacer contigo en esos días. Pero sabía y sé que probablemente no habría podido realizar ni la mitad de ellos porque tú me lo habrías impendido. Y no, no habría sido porque no te gustasen. Si no porque, estoy segura, de que preferirías aprovechar la mayor parte de ese tiempo en no dejarme salir de la cama y darme amor de diversas maneras. Eres... Eras demasiado pasional, ¿sabes? Pero jamás podría quejarme de ello. ¿Por qué quien en su sano juicio se negaría a compartir lecho contigo, a ser abrazada por tus fuertes brazos y a ser acariciada por tus cálidas y habilidosas manos? No creo que haya mujer tan loca como para negarse.
Y debo decir que habría estado encantada de cambiar mis planes por los tuyos. Porque, Peter, nunca existiría día en el que me cansaría de ser besada y abrazada, pero sobre todo, amada por ti. Porque me entregabas el cielo cada vez que lo hacías y me enviabas al infierno cada vez que pasábamos demasiado tiempo sin intercambiar muestras de afecto, sin hacernos el amor... Sin duda, ahora estoy en el infierno.
Hoy estoy sola en nuestro aniversario, cuando deberías estar aquí a mi lado, diciéndome, como cada año, lo feliz y afortunado que eres de tenerme tu vida. Entonces, te respondería que yo soy la afortunada y tú me besarías sin más dilación, arrastrándome al reino del deseo y el pecado donde al parecer tú también eres el rey. Sin embargo, estoy aquí sola, escribiendo esta carta mientras que lucho porque las lágrimas no se derramen sobre el pergamino y arruinen las letras, al recordar y pensar lo que podríamos estar haciendo si no te hubieses ido.
Hoy te quiero y te extraño más que nunca, Peter, mi rey.
Con amor,
Freya.
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Dato súper mega importante/informativo: Peter estuvo en Narnia, junto a sus hermanos, 15 años, desde los 13 a los 28. Esta historia se está narrando en el que debería haber sido el decimosexto año como rey de Peter, así que él ahora tendría 29. Por lo tanto, si le restamos a eso, el tiempo que Freya y él mantuvieron su relación (8 años actualmente), sabemos que comenzaron su relación cuando él tenía 21 años. Pero ya se conocían de año y medio atrás.
